La historia de una bebida de tradición, que combina la tabla periódica, James Bond y la segunda guerra mundial.
El vodka es un destilado producido a partir de la fermentación de granos o plantas como el trigo, la papa o el centeno, que luego se mezcla con agua destilada. Este 4 de octubre se celebró el Día Internacional de esta bebida popular. El término “vodka” tiene origen eslavo y es el diminutivo de la palabra “voda”, que significa agua, es decir, “agüita”.
La bebida, de disputada procedencia, con el correr de los siglos se popularizó en el mundo y hoy en día forma parte de un grupo selecto de destilados que se convirtieron en una referencia de la coctelería.
Si bien la popularidad que esta bebida posee al día de hoy es innegable, se puede reconocer que hay muchos mitos e historias poco conocidas en torno al surgimiento y expansión del vodka. Leeremos tres datos curiosos sobre esta bebida.
¿Realmente ruso?
Es común asociar la historia y origen de esta bebida a Rusia y su población. Más común es, en este contexto, que se estereotipe la cultura rusa en torno a esta bebida y sus connotaciones. Sin embargo, ¿es verdaderamente rusa?.
El origen al día de hoy sigue siendo disputado con Polonia. La primera vez que se mencionó esta palabra fue en 1.405 en idioma polaco -wodka, en principio una especie de medicamento- en los documentos del Palatinado de Sandomierz de Polonia. Hay ciertas pruebas que indican la producción de esta bebida siglos antes tanto en Polonia como en Rusia.
Su procedencia sigue siendo un misterio. Se habla de que personas oriundas de Moscovia habrían acercado la bebida a Polonia. Sin embargo, la versión más difundida es que fue creado por monjes, que no podían producir vino por la cuestión climática y dieron con esta receta.
El vodka y la tabla periódica
Hacia mediados del XIX, la industria todavía no se ponía de acuerdo en relación a la graduación alcohólica ideal que debía presentar. Los diferentes métodos de destilación y técnicas hacían que la graduación fuese de entre el 10% vol a 50% vol.
Esto fue hasta fines del siglo XIX, cuando el químico ruso Dimitri Mendeleiev llevó a cabo estudios que determinaron que la graduación ideal era de 40% vol. Sí, el mismo químico que en 1869 creó la tabla periódica.
Tras la publicación de los estudios, la industria estandarizó esta medida y permitió distinguir a los vodkas rusos. En 1894 el Gobierno de Rusia certificó el vodka Mendeleievskaya y lo llamó Moskovskaya Especial. Al día de hoy ese estándar sigue vigente, a pesar de encontrar muchas opciones de diferente graduación en el mercado.
Una “batalla” por masificarse
Hasta ese momento esta tradicional bebida para los rusos era solo eso. La globalización del vodka surgió décadas después ya en el siglo XX.
Durante la revolución rusa en 1917, el vodka era una de las bebidas de mayor aceptación en las tropas. Parece que las ideas marxistas no fueron las únicas que exportó el país para la época.
Ya sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, en la que la Unión Soviética integró el bando aliado junto a Estados Unidos, el interés norteamericano por esta bebida ya consolidada fue el promotor de su crecimiento a escala mundial.
Compañías estadounidenses comenzaron a adquirir las licencias para producir la bebida en su país y el cine hizo lo suyo en la “batalla cultural”, dominada hasta el momento por el whisky y gin. De hecho, una de las escenas más icónicas del cine norteamericano convocó a la bebida por intermedio del personaje James Bond, culpable de que el famoso Martini seco comience a producirse con vodka.
¿Agitado o mezclado?.
A partir de ahí todo es historia conocida. El vodka comenzó una etapa de masificación y, sin abandonar la tradición, también fueron surgiendo otro tipo de preparaciones, como los saborizados tan de moda.
Tras el día internacional de este destilado, lo celebramos con tres historias poco conocidas sobre su surgimiento. Salud.