Si bien el varietal cuenta con años de historia en nuestra tierra, su celebración especial es relativamente nueva y es un caso emblemático en el mundo Magdalena Pesce, gerenta General de Wines of Argentina, habló con Los Andes sobre el festejo.
Desde aquel año 1853 que el Malbec desembarcó en nuestro país de la mano del francés Michel Aimé Pouget mucho camino recorrió esta cepa hasta convertirse en el emblema de la vitivinicultura argentina. Fue en el año 2011, cuando el Malbec argentino ya había comenzado a ocupar un incipiente lugar entre los mercados más prestigiosos del mundo, que desde Wine of Argentina (WOFA) decidieron acompañar todo ese crecimiento con un festejo que dejara en claro que no se trataba de una simple moda.
Así nació el Día Mundial del Malbec o Malbec World Day, una iniciativa que busca posicionar al Malbec Argentino en el mundo y celebrar el éxito de la industria vitivinícola nacional.
Magdalena Pesce, hoy en día gerenta General de WOFA, fue una de las tantas mentes creativas que estuvo atrás del proyecto. En consecuencia es una de las voces autorizadas para dar cuenta de cuánto ha cambiado esta celebración en país y en mundo.
“Hoy el Malbec es la variedad argentina más elegida a nivel internacional y estamos frente al caso emblemático de un país que logra la asociación directa con un varietal y marca un paradigma en la escena global del vino”, dijo sobre lo que se ha logrado en apenas 11 años de historia con el festejo.
En una breve charla con Los Andes, Pesce pudo recorrer desde los inicios de la celebración, los primeros vinos y bodegas que marcaron el camino del Malbec y todo lo que le queda por recorrer a la vitivinicultura argentina de la mano de este varietal.
- A más de diez años del inicio del MWD, ¿cuál es el balance que se hace sobre el festejo?
- Las 11 ediciones del Malbec World Day que llevamos adelante desde Wines of Argentina nos permiten hacer un balance sumamente positivo. Hemos conseguido ubicar al Malbec World Day como un acontecimiento histórico en la promoción del Vino Argentino en el plano internacional, formando parte del calendario de festejos alrededor del mundo y conectando, anualmente, a miles de consumidores y amantes del varietal de todo el planeta. Más aún, llegamos a posicionarlo como una campaña de trascendencia en Argentina ya que ha sido incorporada por el mercado interno para la promoción de su producto insignia
Por medio del MWD logramos que el mundo entero aprecie la calidad excepcional de nuestro producto estrella y pudimos comunicar su mayor virtud, fundada en su excepcionalidad. Esto ahora nos permite hablar de Malbecs Argentinos, en plural, ya que los consumidores de todo el planeta están disfrutando de una amplia variedad de estilos, derivados de la evolución y constante innovación de la industria vitivinícola local.
- Desde aquel momento en el que idearon la celebración, ¿sienten que han cumplido con las expectativas iniciales? ¿Cuáles son las cuentas pendientes?
- Creemos que con el correr de cada edición hemos afianzado más y más el posicionamiento del Malbec Argentino en el mundo.
Su éxito internacional lo convirtió en un fenómeno de alcance global, acercando también nuestra pasión y calidez al mundo entero, derivando en un mayor conocimiento de nosotros, de nuestra cultura y de nuestros terruños. Hoy el Malbec es la variedad argentina más elegida a nivel internacional y estamos frente al caso emblemático de un país que logra la asociación directa con un varietal y marca un paradigma en la escena global del vino. Estamos muy orgullosos por eso y es un logro conjunto de toda la industria.
Sobre las cuentas pendientes, siempre existen. Nuestro afán de superación es inagotable, pero para darte una respuesta concreta, creo que lograr una verdadera sinergia de recursos, tanto humanos como financieros a nivel sector, para que la campaña crezca aún más. Ésta sigue siendo nuestra asignatura pendiente.
- ¿En qué momento se tomó la iniciativa de que el Malbec tenía que ser la cepa emblema de Argentina?
- No creo que haya un momento específico en la historia. Se fueron dando las condiciones adecuadas a partir de su llegada a nuestro país de la mano de Michel Aimé Pouget (agrónomo francés contratado por Domingo Faustino Sarmiento) y, con la consecuente puesta en marcha de la Quinta Agronómica de Mendoza destinada a introducir nuevos cepajes, la vitivinicultura argentina creció exponencialmente.
El Malbec se destacó al mostrar una rápida adaptación a los terruños argentinos y al desarrollarse incluso mejor que en su tierra de origen, exponiendo facetas sumamente particulares. Y a partir de los 90 ‘s con el interés de productores locales sumado a la llegada de los consultores internacionales, se lo puso en el centro de la escena.
Así nació nuestra estrella y ésta fue perfilándose, con el correr del tiempo y el trabajo incansable de toda una industria, como la uva insignia de nuestro país. Hoy, podemos decir que estamos elaborando los mejores Malbecs de nuestra historia y lo mejor de todo, es que la historia recién está comenzando.
- ¿Cuáles fueron los primeros Malbecs que lograron un impacto fuera del país?
- Sin dudas, el Malbec Estrella 1977 del gran Roberto de la Mota padre marcó el puntapié inicial para el desarrollo de la categoría a nivel externo.
Y a esto, se fueron sumando los aportes de la familia Arizu, Catena, Pulenta, sólo por nombrar algunos de los tantos cuyo esfuerzo ha permitido que Argentina hoy sea reconocida por la producción de este varietal.
- Con la asociación del país ya hecha al Malbec en plano internacional, ¿con qué aspectos de este varietal se puede seguir sorprendiendo a los consumidores del mundo?
- La permanencia indiscutida del Malbec como la variedad argentina preferida en el mundo da cuenta de que está muy lejos de ser una moda. Nuestra industria del vino alcanzó tal grado de maduerez que los productores pueden permitirse experimentar, arriesgar, romper las reglas e ir más allá, dejando que el Malbec se exprese tal y como es.
Hoy vamos camino a seguir sorprendiendo con un universo de Malbecs Argentinos sumamente auténticos, que condensan y reflejan lo mejor de sus terroirs de origen. Malbecs diferentes y, a la vez, únicos, que mantienen siempre su calidad reconocida mundialmente.