La segunda cata virtual deslumbró con aprendizajes y cinco vinos de Bodegas López

La segunda cata virtual deslumbró con aprendizajes y cinco vinos de Bodegas López
El enólogo de Bodegas López brindó algunos consejos para poder distinguir los distintos varietales.

La experiencia contó con la guía de Juan Pablo Díaz, enólogo de la bodega, quien brindó todos sus conocimientos sobre el mundo del vino a los participantes.

La segunda cata virtual organizada por Guarda14 tuvo como protagonista a cinco de los mejores vinos de Bodegas López. Directamente desde la comodidad de su casa, decenas de personas pudieron instruirse con los consejos de Juan Pablo Díaz, enólogo de la bodega, quien se encargó de guiar la degustación y compartir todos sus conocimientos para disfrutar al máximo de la experiencia de destapar una botella.

Como dijo Díaz, se trató de una degustación en tres pasos: primero se analiza la vista, luego siguen los descriptores aromáticos y termina en boca.

En primera instancia, el enólogo marcó una diferencia entre catar, degustar y beber el vino. “Son tres formas correctas de disfrutar el vino. Catar es más a nivel profesional, con más protocolos y cuestiones técnicas involucradas. La degustación rompe un poco con los protocolos, mientras que para beber no hay protocolos y es una cuestión más personal”, explicó.

Luego, Díaz comentó que “en una degustación, se tiende a llevar los productos dulces al final porque son los que nos van a saturar las papilas gustativas. Tratamos de degustar primero los blancos y después los tintos, que los acomodamos de menor a mayor estructura”.

Y antes de pasar a probar cada uno de los cinco vinos seleccionados, manifestó que si bien no es determinante el uso de una copa para la degustación, ésta ayudaba a mejorar la experiencia en varios aspectos: la concentración de aromas, la apreciación de las tonalidades y la temperatura.

De los blancos a los tintos

El primer vino en degustarse fue López Sauvignon Blanc 2020. Sobre los blancos en general, Juan Pablo comentó que se recomiendan servirse a 8 grados de temperatura, para que “no se sientan tan sosos y se puedan sentir bien los aromas”.

Así mismo, destacó que en los vinos blancos siempre los colores de base son amarillos. Las tonalidades doradas nos muestran vinos de guarda o con algún paso por madera, mientras que si son más verdosas se trata de vinos jóvenes. “Otro punto a analizar a la vista es el brillo: si vemos un vino brillante significa que es un vino sano”, añadió.

Sobre este vino, Díaz comentó que en el perfil aromático encontramos notas cítricas, herbáceas, con una presencia de la planta de ruda. Mientras que en boca se puede sentir más acidez de lo normal lo que otorga la sensación de frescura.

En segundo lugar le tocó al López Malbec 2019. Sobre esta línea puntualizó que en general se trata de vinos que tienen seis meses de contacto con roble francés en toneles de 20 mil litros.

Sobre los tintos, Díaz dijo que “los colores parten todos en la gama de los rojos y pueden tener tonalidades violetas, rojizas o amarronadas o color teja, dependiendo de su maduración”. Aunque remarcó que el color no es un atributo de calidad del vino.

En el caso de este Malbec, la tonalidad es bien violeta y los precursores aromáticos que se encuentran son frutos rojos, ciruela, mermelada de ciruela.

Pasando al López Cabernet Sauvignon 2019, y en comparación con el anterior, la tonalidad en este caso es rojiza. Los aromas que destacan al Cabernet Sauvignon son el pimiento verde o especias como la pimienta negra o verde. Y si se lo compara con el Malbec, en boca es más astringente e incluso se puede sentir más picante.

El último tinto de la nota fue el Chateau Vieux Malbec 2018. Es la marca más clásica de la bodega. “Son vinos que hay que entenderlos porque son muy licorosos. Es un blend de Cabernet, Merlot y Pinot Noir con largo añejamiento en toneles de roble francés de gran capacidad”, detalló el enólogo.

En este caso, Díaz detalló que se trata de un vino más joven de mucha estructura con un paso por madera de seis meses pero en toneles de menor capacidad. “Se van a encontrar con un vino súper aterciopelado, delicado, con aromas muy complejos”, describió.

“Además de los clásicos aromas del Malbec nos vamos a encontrar con una sutil nota de vainilla aportada por el roble francés”, declaró. En cuanto al color, las tonalidades violáceas son mucho más cargadas.

Al probarlo, nos vamos a encontrar con frutas más maduras. “En boca es más pesado por su maceración. Si bien es más estructurado no deja de ser un vino suave, delicado y fácil de tomar”, argumentó.

El cierre de la degustación estuvo a cargo de López Dulce Natural 2020. Este estilo de vinos, según Díaz, presentan en general un potencial aromático muy elevado.

Este vino, en cuanto al color, se corresponde con las generalidades de los blancos y están muy presentes los aromas florales como el jazmín; frutales como pera, manzana.

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