Con una emotiva carta, su hijo José Alberto y sus nietos, le dieron el adiós a la mujer que fue fundadora, junto a su marido, de la empresa.
El 30 de mayo falleció, en Mendoza, Emma Cartellone de Zuccardi. A través de una emotiva carta, enviada a los medios, su hijo José Alberto y sus nietos Sebastián, Julia y Miguel Zuccardi la despidieron e hicieron referencia al gran desempeño que tuvo en el desarrollo de la empresa vitivinícola y su incansable trabajo y apoyo por el arte local.
La carta completa, a continuación.
¡Adiós Emma! Hoy nos toca dar la triste noticia del fallecimiento de Emma. Este jueves 30 de abril, nos dejó luego de una larga vida llena de alegría y afecto.
Emma fue una mujer fuerte y trabajadora, pilar fundamental del desarrollo de nuestra empresa familiar. También, fue una madre, esposa, abuela y bisabuela que con su amor y carisma dejó una huella indeleble a lo largo de tres generaciones, y que es en gran parte responsable de lo que todos nosotros somos.
Ella fundó junto a Alberto nuestra empresa en 1963, y desde entonces tuvo una activa participación en su desarrollo. En los últimos años se enfocó activamente en el área de Recursos Humanos y en la Fundación Zuccardi. Siempre tuvo un especial interés por estar atenta a las necesidades de quienes trabajan con nosotros, y nos inculcó que familia no sólo son los vínculos de sangre, sino especialmente todos aquellos con quienes compartimos valores y objetivos. También, como parte de su gran sensibilidad, trabajó activamente en la difusión y preservación del arte de Mendoza, y creó nuestra Cava de Arte donde de manera permanente exponen sus obras artistas de la provincia.
Hace algunos meses tuvimos la posibilidad de editar y publicar el libro La cocina de Emma, recetas de una familia mendocina. Pudimos rendirle un homenaje muy especial a través de las comidas con las que durante décadas nos deleitó y mimó, y del recuerdo de su mesa, que siempre estaba puesta e invitando. Emma fue una presencia central, que unió y creo hermosos lazos y momentos.
Hoy nos toca despedirla, luego de haber tenido el privilegio de haber disfrutado de su presencia a lo largo de nuestras vidas. Hoy, y de aquí en adelante, sólo nos queda recordarla con alegría.
¡Adiós Emma!