La cámara de la industria del vino argentino cambiará la conducción operativa que ocupó hasta ahora el ingeniero Juan Carlos Pina.
En pocos días más, la dirección operativa de Bodegas de Argentina, tendrá un nuevo mando. El ingeniero Juan Carlos Pina es quien ha ocupado ese puesto durante 28 años.
El cargo de director ejecutivo de la institución pasará a manos de Luis Steindl, contador público y MBA, egresado de las Universidades de DePaul en Chicago y Harvard en Cambridge.
Steindl vivió durante seis años en Estados Unidos y diez en Europa, trabajando en áreas que van desde el control de costos y marketing internacional, hasta la gestión de proyectos y la planificación estratégica de proyectos de gran envergadura para la Agencia Espacial Europea (ESA) con base en Italia. Además, desempeñó tareas como CEO en empresas de nivel internacional. Fue gerente general de bodega Salentein y gerente de Operaciones de bodega Norton S.A. También cumplió funciones en el sector público como subsecretario de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Mendoza. En el último tiempo, acompañó en la gestión al actual rector en la Universidad Nacional de Cuyo, Daniel Pizzi, y es director académico y docente del Wine MBA en la Universidad Juan Agustín Maza en Mendoza.
Su elección está basada en el amplio conocimiento que tiene de la industria vitivinícola y de la realidad del sector a nivel provincial, nacional e internacional. Además, fue parte de Bodegas de Argentina en gestiones anteriores, participando en el desarrollo de la entidad como vicepresidente y miembro del comité ejecutivo.
Juan Carlos Pina, con casi 30 años en la institución
Quien deja el lugar, luego de 28 años de trabajo en la institución, es el ingeniero agrónomo Juan Carlos Pina. Condujo el Centro de Bodegueros de Mendoza y luego, cuando éste se fusionó en 2001 con la Asociación Vitivinícola Argentina para formar Bodegas de Argentina, Pina dirigió la cámara primero como gerente y luego como director ejecutivo, contribuyendo a posicionar a la industria en general.
Su labor acompañó y aportó al crecimiento de la vitivinicultura argentina en momentos en los que se plantearon grandes transformaciones. Asimismo, apoyó y llevó adelante gestiones con el gobierno tanto a nivel provincial como nacional para el beneficio del sector en pos de mantener siempre la institucionalidad de la cámara.