Es de origen francés pero se toma en varios puntos del mundo. Uno de los espumantes más conocidos y nombrado por las cantantes argentinas en su última colaboración.
“Se destapa la botella, hoy a lluvía de Moët”, dice una de las frases de la canción de Tini, La Joaqui y Steave Aoki. Lo cierto es que cada vez más artistas de la música mencionan grandes marcas en sus canciones. En este caso un champagne que desde 1743 ha coronado las mesas y eventos más exclusivos.
En la época contemporánea este espumante se conoce como sinónimo de sofisticación. Moët & Chandon Brut Impérial es uno de los champagne más vendidos del mundo, su etiqueta rosa da un guiño al videoclip de las artistas. El Moët es un vino espumante, mejor conocido como champagne. Se elabora el según el método champenoise, que consiste en fermentar por segunda vez el vino cuando éste ya está en su botella, añadiendo en la fermentación, levadura y azúcares.
En la actualidad hay diferentes variedades de Moët & Chandon existen rosé, brut, ice impérial, entre otros. Y aunque no se sepa cuál es exactamente el que beben Tini Stoessel y La Joaqui se ha puesto en boca de todos los que conocen la canción Muñecas.
A la hora de probar una copa de este vino espumante se destaca un sabor dominado por notas de brioche y frutas, con gran amplitud en boca y final amable e intenso, y una calidad que no se ve alterada con el paso de los años. Está elaborado con Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier.
Cómo se toma el Moët
Los grandes conocedores aconsejan que se tome muy frío, entre 6 y 10 grados. Incluso el champagne Impérial de esta reconocida marca hace años promueve tomarse con hielo. Para algunos será un sacrilegio pero es algo que si se hace en su justa medida y en una copa amplia se puede disfrutar.
El mejor método para enfriarlo es introducir la botella en una frapera con agua y hielo durante 20 minutos o media hora. Al abrir la botella, se recomienda extraer el corcho suavemente, sin ruido, para que el gas escape de a poco.
Al servir el espumante, las copas se inclinan ligeramente para favorecer la formación de burbujas y evitar que se forme demasiada espuma. No se deben llenar más de la mitad o dos tercios de su capacidad. Al entrar en contacto con la copa se calentará ligeramente hasta alcanzar su temperatura ideal para degustarlo, que es de 8ºC a 12ºC. Si se sirve demasiado frío, pierde su sabor y si está demasiado caliente, su aroma y espuma desaparecen.
