En un país productor de vino, las pequeñas producciones destacan. Ese es el caso de vino Versátil que nació en el garage de una casa y ahora se distribuye en todo el país.
En muchos lugares de las regiones vinícolas florecen los pequeños productores de vino, dedicados a preservar la autenticidad y la artesanía en cada cosecha. Estos viticultores, arraigados en la tierra que cultivan, representan la esencia misma de la tradición vinícola.
Estas creaciones de vinos aportan un toque personal a cada botella. Desde la selección cuidadosa de las uvas hasta la atención meticulosa a cada fase del proceso de elaboración del vino, los pequeños productores crean vinos que cuentan historias únicas de sus terruños.
En este escenario, surge el proyecto Vino Versátil, que fue ideado para dar una nueva propuesta al consumidor. Este vino nació en un garage en 2013, cuándo Maximiliano Nava, el enólogo y propietario de la idea, comenzó a hacer su propio vino. En la actualidad solo se mantiene el concepto de pocas cantidades de botellas, pero se amplió a una bodega privada.
“Hoy en día estoy alquilando un espacio porque me quedó muy chico el lugar. Pero el concepto sigue siendo el mismo, hacer partidas limitadas, micro vinificaciones, no solo en cantidad de botellas, sino en conceptos de elaboración”, dijo el enólogo a Los Andes.
Más que una marca, Vino Versátil es una filosofía que busca dar a conocer la diversidad y el arte detrás de cada botella. Su impronta está en su producto, cada botella es única, porque no siempre se puede acceder a la misma uva.
El único vino de línea que mantienen, si las condiciones climáticas lo permiten, es el Malbec. Este tinto está hecho con uvas a Ugarteche, Luján de Cuyo, y son de la finca de la familia del enólogo. Como dijo Nava, era una pasión escondida que venía de su abuelo y su padre, que él pudo materializar.
Pequeñas partidas para asegurar la calidad
En sus inicios, la producción de vinos fue moderada, con tan solo 300 botellas, de las cuales el 40% se obsequió a familiares y amigos. Este gesto, inicialmente casual, se reveló como una estrategia de marketing sin planificación previa. Sorprendentemente, al año siguiente, estas mismas personas retornaron en búsqueda de su caja de vino, demostrando que la calidad y el encanto de la primera experiencia habían dejado una impresión duradera.
“La idea es no hacer masividad y hacer un hincapié muy grande en que son partidas limitadas, en que no solo el concepto va en que son pocas botellas. Año tras año se pueden ir modificando esas elaboraciones. Entonces, lo que llevamos siempre al consumidor es tratar de probarlo, porque capaz que lo que viene no está”, afirmó Maximiliano.
En lo que va de la cosecha anterior ha podido realizar aproximadamente 17.000 botellas. Claro que esta cantidad está estrechamente ligada con las catástrofes climáticas, como las heladas tardías o el granizo.
“Es un producto que busca adaptarse a la situación y a cualquier paladar, desde los que están comenzando a tomar vino hasta los más expertos. Trata de hacer honor a la bebida, desde que se cosecha. Tomás la última copa y notas que nunca termina de mutar. A su vez, también es llevarlos a sentirse parte del proyecto, contándoles la historia”, agregó el enólogo y propietario.
Contraponerse a las heladas
Es conocido que la cosecha 2022-2023 no fue buena, de hecho, muchos productores perdieron las plantaciones debido a las heladas tardías. Esta no fue la excepción de la finca de la familia Nava, en total las pérdidas fueron del 90%.
Como solución, el enólogo y quien también realiza las tareas agrónomas, salió a comprar Malbec por primera vez. En casos de otras variedades ya realizaba esta práctica, pero siempre procuraba usar sus uvas propias para hacer este vino.
“Traje dos Malbec, de dos zonas distintas: Malbec Centenario de Luján de Cuyo, que es uno de los pocos viñedos que queda en la periferia de lo que es la ciudad de Luján de Cuyo y el otro fue un Malbec de Las Pintadas, en Valle de Uco”, explicó.
El faltante de uvas que había a nivel general llevó a Maximiliano a realizar un vino poco conocido, un GSM, que significa un blend de Garnacha, Syrah y Monastrell. Esta conjunción hizo que lanzaran un vino de corte que no había hecho antes. “Me pareció una decisión muy acertada tratar de buscar algo que no hay”, comentó.
Con respecto a la idea de este vino de garage el viticultor mencionó: “El concepto un poco es que al ser partidas chicas nos sirve sacar un vino tan rápido al mercado. No busco rotación inmediata, sino que se defienda en cuanto a lo comercial. Por eso son vinos que pasan entre 10 y 25 meses de barrica”.
Los proyectos para el 2024
Al ser un vino de autor o bodega boutique han puesto las fichas en hacer un espacio en la finca para realizar catas de vinos.
El enólogo expresó qué planes tienen para el próximo año: “Estamos proyectados a hacer una sala de educación en el medio del viñedo. Hemos tenido algunas ayudas de parte del turismo nacional y demás. Pero es un proyecto que está constantemente tratando de cambiar y de crecer, con todos los impedimentos que tenemos en la Argentina”.
En estos tiempos tienen a la venta directa seis vinos: Gran Blend 2020, Naranjo de Torrontés, Malbec 2021, Cabernet Franc 2021, Merlot 2022 y Pinot Noir 2022. Estos vinos se comercializan solo en Argentina.
Según el propietario de Vino Versátil el producto es para todos los paladares y economías: “Apunto 100% a que pueda ser un vino al que todos puedan tener acceso. La idea es que la mayor cantidad de gente pueda probarlo, más allá de que son partidas limitadas, tratando de que no sea un impedimento el valor económico”.
Una de las ventajas que tiene esta propuesta es que, si venís a Mendoza en distintas épocas o años, los productos van variando. Es decir, lo que probaste una vez puede que se repita en la siguiente cosecha o no. Los productores elegidos por Nava son de confianza y por eso busca la excelencia de las uvas para reflejarlo en sus vinos.
El vino argentino en pleno auge
El vino en nuestro país está siendo cada vez más reconocido, empiezan a sobresalir otras cepas que estaban más en las sombras, hay vinos que son cada vez más premiados o se generan tendencias, como sucede con los rosados y naranjos.
Para este productor mendocino, hay varias cosas que suceden en simultáneo en la actualidad. Una ha sido la merma en el consumo, generado por cambios de conducta del consumidor o dirigirse a otras bebidas alcohólicas. Pero también es importante desmitificar que para tomar vino hay que ser conocedor.
“La comunicación es muy importante, lograr sacar un poco los tecnicismos del producto” destacó. Con esto se refiere a que muchas veces el consumidor tiene temor a probar vinos por no conocer, está el miedo a no sentir las descripciones o notas de catas que se pueden ir mencionando durante una degustación.
A su vez, Nava destaca: “En Argentina se está poniendo muy en alto la vara con respecto al mundo. Tenemos que identificarnos como productores argentinos. Tenemos que mirar lo que se está haciendo alrededor, pero focalizarnos en lo que nos da nuestra materia prima y demostrar que Argentina es un gran productor de vino en cuanto a calidad”.
