Los ex-rugbiers Eusebio Guiñazú, Patricio Albacete, Julio Farías y Manuel Carriza lideran un proyecto vitivinícola de amplio portfolio. Detrás del varietal emblema de Argentina, trabajan para lograr un lugar receptivo en el Valle de Uco y más adelante, un hotel.
Una vieja cartografía, una brújula, una cruz templaria, una bestia de los mares, y mucho más allá de los símbolos plasmados en una etiqueta de vino se despliega una historia de amistad que trasciende el deporte. 2456 wines nació como proyecto entre forwards, la noche del 17 de agosto de 2013, en el lobby del Hotel Nelson Mandela Square, en Sudáfrica, tras el partido en el que los Springboks derrotaron a Los Pumas, 73 a 13, por el debut del Rugby Championship de esa temporada.
Diez años después el desarrollo vitivinícola que lideran Eusebio Guiñazú, Patricio Albacete, Julio Farías y Manuel Carriza proyecta a futuro nuevos mercados, un lugar receptivo en el Valle de Uco y más adelante, su propio hotel. “El proyecto nos permite seguir vinculados, es una extensión de toda nuestra historia juntos como deportistas, jugando para Argentina, pero también habla de nuestra experiencia fuera del país, donde desarrollamos nuestra carrera como jugadores profesionales”, contó el ex-Puma, Eusebio Guiñazú.
El pack de cuatro forwards, que defendió el honor de la camiseta celeste y blanca, está formado por representantes de cuatro plazas de gran tradición para el rugby argentino (Buenos Aires, Tucumán, Rosario y Mendoza); juntos le dieron vida a un variado portfolio que le asignó al Malbec, su principal estandarte. Un vino rojo, robusto, el mismo varietal que los cuatros forwards compartieron esa noche de 2013 en una copa. Los dueños de los números 2, 4, 5, y 6, en la espalda de Los Pumas, están convencidos de que “la mística existe”.
“El Malbec es la cepa que nos representa e identifica en el mundo como país; personalmente creo que hay un paralelismo muy interesante entre el vino y el rugby, porque tanto en la forma de jugar como en la elaboración de un buen vino están vinculados a su entorno, su diversidad de climas, los paisajes, culturas y suelos”, cuenta Eusebio Guiñazú, mientras se prepara para ser una de las caras de la señal de ESPN durante la trasmisión del duelo entre los seleccinados de Argentina y Francia, en Mendoza. Dos paises muy significativos para todos los integrantes de la sociedad 2456 wines.
El vino y el rugby
Esfuerzo y dedicación son el tributo necesario para llevar el nombre de Argentina al mundo. Una condición que iguala al vino con el rugby, y también, en otra medida, a cada uno de los socios del emprendimiento que fue presentado oficialmente en 2019, horas antes del debut de Los Pumas en el mundial de rugby de Japón. “El esfuerzo está vinculado a lo que ha sido nuestra historia como jugadores en su momento, donde tuvimos que irnos fuera del país para poder dedicarnos al profesionalismo y, también para jugar en Los Pumas y defender los colores de Argentina en diferentes lugares del mundo”.
“Me parece que ahí hay un paralelismo muy interesante con lo que es el Malbec para la Argentina en el mundo del vino”, comentó Guiñazú. El Malbec, al igual que estos jugadores de rugby, ha tenido que salir al extranjero para ganar reconocimiento. Este varietal, que ha encontrado en los viñedos argentinos el clima ideal para su desarrollo, al igual que los cuatro rugbiers argentinos han encontrado en los campos de juego internacionales el escenario propicio para mostrar su talento.
“Éramos un poco lo que culturalmente representa al rugby argentino, por lo cual ha sido más reconocido en el mundo, y es lo mismo que pasa con el Malbec en el mundo. Personalmente, siendo de Mendoza, provengo de condiciones muy similares a las que demanda un buen Malbec; un clima árido en donde para poder desarrollarse tiene que hacer un gran esfuerzo, y eso tiene mucho que ver con todas las adversidades que tenes que enfrentar como jugador de alto rendimiento”.
“El tiempo que lleva desarrollar un viñedo, desde el cultivo de la planta, para que el Malbec esté en una botella tiene mucho que ver con lo que es el desarrollo de un jugador profesional. Generalmente, vemos a los jugadores solo en situación de partido, pero detrás de cada uno de ellos hay muchísimos años de preparación silenciosa, de sacrificios, de entrenamientos, de dejar muchas cosas de lado para poder estar ahí, en ese momento que observamos. Por eso me parece que hay muchas semejanzas entre el mundo del vino, en general, y el alto rendimiento”, sostiene Eusebio Guiñazú.
Conexión Francia
La primera venta de 2456 wines fue en Francia, “Es un país al que nosotros tenemos un cariño muy especial porque los cuatro hicimos la mayor parte de nuestra carrera profesional jugando para clubes franceses y enfrentando con Los Pumas a ese seleccionado, lleno de compañeros nuestros, durante muchos años”, explica Guiñazú, que vistió los colores del RC Toulon, Angen, Biarritz Olympique y Stade Toulousain.
Manuel Carizza aún reside en Francia, Julio Farías vivió allí siete años y Patricio Albacete jugó 17 años en Toulouse. Esta estrecha relación con Francia hizo que la primera venta de la bodega fuera particularmente significativa. Además, de exportar un espumante argentino a Francia, un país conocido por su excelencia en la producción de espumantes, fue un logro notable. “En 2018 fue nuestro primer despacho de varietales tientos a Francia donde, entre otras cosas, logramos exportar un espumante. Es bastante inédito y difícil, porque en Francia son los reyes en elaboración de espumantes, pero bueno fue nuestra primera venta como proyecto”, recuerda Guiñazú.
Al comparar a los seleccionados de rugby más importantes, con las características de sus vinos, el ex-Puma destacó: “Sudáfrica, que es un equipo súper áspero, duro, que tiene un juego de delanteros muy dominante y hacen de eso toda una tradición cultural, se parece mucho a su variedad emblemática que es el Pinotage, que es una cepa que ofrece robustez. Mientras que Francia, por toda esa cultura en el rugby, se parece mucho al misterio que tiene sus vinos, porque hay una larga historia detrás de la elaboración de sus vinos con el Grand Chateau y los Grand Cru, que son vinos de muchísima complejidad”.
Mirando hacia el futuro
“Hoy con 2456 wines nuestro primer proyecto es seguir ampliando el mercado, en el corto plazo es ganar posiciones del mercado interno, además de consolidar tres nuevos destinos de exportación. Despachamos vinos a Europa, Brasil y próximamente a África, Canadá y, para el año próximo, empezamos a trabajar en los Estados Unidos”, concluyó Eusebio Guiñazú. Tras la linea de in-goal, Sudáfrica; otro país en lo que los jugadores han creado lazos personales.
Esta es una historia de amistad, de un proyecto “que nos ha permitido desarrollarnos como personas, como emprendedores o como empresa; para todos nosotros es una gran satisfacción, porque para lograrlo hemos usado todas las herramientas que pudimos cultivar en el alto rendimiento, y eso nos llena de fuerza para seguir adelante”.
En su equipaje no solo se destaca su Malbec del Valle de Uco, sino también ofrece una línea Reserva con un blend de tintas, un blend de cuatro varietales en honor a cada uno de los socios; un Cabernet Franc 100%, un Chenin Blanc y un Sangiovese. Además de una línea Gran Reserva con un Malbec y un blend con cuatro varietales, mientras preparan novedades que lanzarán pronto al mercado.