2 de mayo de 2025 - 17:22

    Día del Sauvignon Blanc: el crecimiento de una cepa que refleja la diversidad de terroirs argentinos

    El Sauvignon Blanc crece en diversas regiones de Argentina, desde Mendoza hasta el sur, destacando por su frescura y diversidad de estilos en cada terroir.

    El Sauvignon Blanc, una variedad originaria del sudoeste francés, encontró en Argentina, y particularmente en Mendoza, un territorio fértil para su desarrollo. Según el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en 2024 se cultivaron 1.823 hectáreas de esta cepa en el país, lo que representa el 0,9% de la superficie total de vid y el 5,8% del total de variedades blancas aptas para vinificación. Aunque su presencia sigue siendo acotada, su calidad sensorial y la diversidad de estilos que ofrece generaron un creciente interés en bodegas y consumidores.

    La producción total de Sauvignon Blanc en 2024 alcanzó los 183.674 quintales. A pesar de que la tendencia general de la última década fue descendente, el último año mostró una recuperación del 14,1% respecto a 2023. Esta suba, aunque aún no supera el promedio de la década, marcó un repunte del interés por esta variedad.

    Foto Finca El Espinillo - Terraza de los Andes (1).jpg

    En términos de comercialización, se vendieron 65.023 hectolitros como varietal puro y 9.261 hectolitros en cortes, lo que representó el 1,8% del total de vinos varietales vendidos en el país. El mercado interno concentró el 58,5% de las ventas, mientras que las exportaciones se dirigieron principalmente a Brasil (19%), Estados Unidos (15,7%) y Países Bajos (10,9%).

    El Sauvignon Blanc como puerta de entrada: frescura, expresión y versatilidad

    El Sauvignon Blanc es, según datos del INV, uno de los varietales blancos que más creció en notoriedad en los últimos años en Argentina. Con una superficie implantada que supera las 1.400 hectáreas y presencia en todas las regiones vitivinícolas del país, este blanco de gran frescura y aromas intensos se posiciona como un puente ideal para quienes se inician en el mundo del vino.

    Lucas Löwi, director general de Terrazas de los Andes, ve en esta cepa una respuesta directa a las preferencias de los nuevos consumidores: “Hay una tendencia de consumo, especialmente de los más jóvenes, orientada a vinos blancos, frescos, ligeros, con menor graduación alcohólica. El Sauvignon Blanc es una excelente puerta de entrada al mundo de los vinos blancos”.

    Desde Patagonia, Leonardo Puppato, gerente de Producción y Enología de Bodega Familia Schroeder, subraya la inmediatez sensorial del varietal: “Es un blanco que va muy bien con las comidas, con alcohol moderado, acidez natural bien presente y aromas inconfundibles con otros varietales y muy atractivos”.

    Lucía Ordóñez, directora comercial de Bodega Piedra Negra, también lo considera un vino ideal para principiantes: “Suele ser una gran puerta de entrada por su perfil aromático expresivo y su frescura en boca. Sus notas cítricas, tropicales y herbales lo hacen muy accesible”.

    Juan Pablo Díaz, enólogo de Bodegas López, refuerza esta idea al destacar su carácter directo: “Tiene un perfil de fruta fresca y acidez marcada, lo que lo convierte en una opción fácil de comprender para quien se está iniciando en el vino blanco”.

    En tanto, Rodrigo Serrano Alou, enólogo de Domaine Bousquet, completa: “Su intensidad aromática, frescura y simpleza de consumo lo hacen ideal como primer contacto con los blancos. Es amigable, y a la vez muy representativo de lo que un vino blanco argentino puede ofrecer”.

    El estilo argentino de Sauvignon Blanc: identidad en evolución

    A medida que el Sauvignon Blanc gana protagonismo en el país, también lo hace su identidad estilística. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), esta variedad crece especialmente en zonas de clima fresco, donde puede desarrollar su perfil más vibrante, y permite una amplia interpretación enológica que va desde blancos jóvenes y frutados hasta versiones más complejas y con crianza.

    Lucas Löwi, destaca la singularidad del estilo local: “Se caracteriza por su frescura natural, una acidez vibrante y una expresión aromática nítida. A diferencia de los estilos exuberantes de Nueva Zelanda o los más sobrios del Viejo Mundo, el Sauvignon Blanc argentino se posiciona en un punto intermedio: expresivo, moderno, pero con identidad de origen”.

    Lucía Ordóñez, coincide en que el varietal está encontrando una voz propia: “Combina una nariz compleja, que integra tanto frutas tropicales y cítricos como sutiles notas herbáceas, con una boca fresca y equilibrada. El estilo argentino tiende a un balance entre expresión y elegancia”.

    Desde el sur, Leonardo Puppato, valora la diversidad de enfoques: “Por suerte hay hoy un abanico de estilos, están los sin madera muy frescos, frutales y fáciles de beber, al estilo del Nuevo Mundo, y también los fermentados en roble, más maduros, con mayor complejidad, más cuerpo y estructura, más parecidos a los del Viejo Mundo”.

    Para Juan Pablo Díaz, esa versatilidad es una de las mayores riquezas del Sauvignon Blanc argentino: “Se están elaborando tanto estilos más frutados como otros más minerales o con cierta complejidad. En todos los casos, se busca preservar frescura y tipicidad”.

    Rodrigo Serrano Alou, también aporta una visión centrada en la autenticidad: “El estilo argentino está definiéndose. Se trabaja para mostrar frescura, acidez marcada y notas típicas como los cítricos y lo herbal, pero siempre respetando el carácter que le da cada terroir”.

    Terroir, altitud y clima: factores clave en la expresión del Sauvignon Blanc

    El Sauvignon Blanc es una cepa que traduce con gran fidelidad las condiciones del entorno en el que crece. De acuerdo al INV, esta variedad muestra un comportamiento destacado en zonas altas, secas y con amplitud térmica, características que hoy permiten desarrollar vinos con buena acidez, expresión aromática y frescura natural. Estas cualidades se potencian cuando el viñedo se cultiva bajo prácticas respetuosas del ambiente y con foco en el carácter del terroir.

    Para el enólogo de Domaine Bousquet, el terroir es determinante: “La altitud en Gualtallary aporta una acidez natural muy marcada, que es la columna vertebral del vino. También influye la amplitud térmica, que conserva el perfil aromático”. La conjunción de clima y suelo marca diferencias sustanciales frente a otras regiones del mundo.

    Desde el Valle de Uco, el director de Terrazas de los Andes sostiene que “las zonas de mayor altitud, como nuestros viñedos El Espinillo (1650 m) y Cepas del Plata (1500 m), permiten una maduración lenta y equilibrada, preservan la acidez y aportan una textura refrescante, con carácter mineral muy distintivo”.

    En el sur, Puppato suma una variable poco habitual: la latitud. “Es significativa en la Patagonia, ya que nos da un clima especial y unos minutos más de luz en los días de envero y maduración. Además, el ciclo corto de esta variedad se adapta muy bien a San Patricio del Chañar, donde la acidez natural y la sanidad son excepcionales”.

    Ordóñez también destaca la altitud y amplitud térmica como piezas fundamentales: “Aportan frescura, sostienen la riqueza aromática y permiten que se exprese un Sauvignon Blanc con identidad, pureza y precisión”.

    Desde Bodegas López, Díaz completa el panorama con una visión integral: “La altitud y el clima fresco influyen muchísimo. Son responsables de esa tensión, de esa vivacidad que se percibe tanto en nariz como en boca. Y eso es lo que hace tan atractivo al Sauvignon Blanc argentino”.

    Enfoques de vinificación: entre lo frutado, lo mineral y la complejidad

    El Sauvignon Blanc argentino se caracteriza por una notable diversidad en sus enfoques de vinificación, y cada bodega trabaja según sus propios principios enológicos. Según el INV, este varietal puede presentar tanto perfiles frescos y aromáticos como complejos y con estructura, dependiendo del estilo de vinificación elegido.

    El enólogo de Domaine Bousquet, Rodrigo Serrano Alou, comenta: “Nos gusta preservar el carácter frutado y herbal, con fermentación en acero inoxidable y temperaturas controladas, buscando nitidez y frescura. Creemos que el Sauvignon Blanc debe ser honesto y vibrante”.

    En la misma línea, Lucas Löwi, director de Terrazas de los Andes, resalta que en su bodega prefieren un estilo fresco y expresivo: “Preferimos un perfil frutado y directo, con notas cítricas, florales y herbales. Buscamos precisión y equilibrio, priorizando siempre conservar la identidad varietal y la energía que proviene de la altitud”.

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    Por su parte, Leonardo Puppato, gerente de producción y enología de Bodega Familia Schroeder, explica cómo trabajan ambos enfoques: “Elaboro dos estilos, la línea joven y frutal sin madera, y otra más madura y compleja, que fermenta en barricas de roble un 30%. Allí aparecen notas frutales, cítricas y herbales combinadas con las especias y la vainilla que aporta la madera”.

    Lucía Ordóñez, directora comercial de Bodega Piedra Negra, comparte su visión sobre el perfil del Sauvignon Blanc en su bodega: “Buscamos un perfil fresco, cítrico y con una sutil impronta vegetal. La complejidad la logramos con crianza sobre lías, que aporta textura y profundidad sin perder frescura”.

    Finalmente, Juan Pablo Díaz, enólogo de Bodegas López, considera que lo esencial es la pureza: “Nuestra premisa es no sobrecargarlo. La idea es que se exprese tal cual es, por eso trabajamos con mínima intervención, sin crianza, y con foco en conservar el perfil fresco y aromático”.

    El futuro del Sauvignon Blanc en Argentina: proyección y oportunidades

    El Sauvignon Blanc tiene un futuro prometedor en Argentina, un país que se ha ido posicionando en el mapa mundial de los vinos gracias a su capacidad de cultivar este varietal en diversas regiones, con una amplia gama de estilos. Según el INV, el aumento de la superficie de viñedos y la mejora constante de la calidad auguran un crecimiento continuo de este vino blanco.

    Lucas Löwi lo tiene claro: “Es una variedad que se adapta muy bien a zonas de altura y responde a las nuevas tendencias de consumo, más orientadas a blancos frescos, livianos y sustentables. Creemos que puede ganar cada vez más protagonismo”.

    En la misma línea, Leonardo Puppato se muestra optimista pero cauteloso: “Siempre hay potencial para crecer, hay que elaborar vinos que sean del agrado y gusto de la mayoría de la gente y además de buen precio. Hay que cuidarla mucho. Es una variedad que reacciona negativamente con la luz, los rayos del sol y la temperatura, por eso la decisión nuestra de ofrecer nuestros Sauvignon Blancs en botellas verde oliva y no en botella blanca”.

    Lucía Ordóñez también reconoce el auge del Sauvignon Blanc: “Está ganando terreno. La mejora enológica y su versatilidad con la gastronomía abren nuevas oportunidades, tanto en el mercado interno como externo”.

    El enólogo de Domaine Bousquet, Rodrigo Serrano Alou, es enfático en cuanto a la accesibilidad del varietal: “Es una gran puerta de entrada para nuevos consumidores. Si seguimos ofreciendo calidad y diversidad de estilos, va a consolidarse como un blanco clave en la Argentina”.

    Finalmente, Juan Pablo Díaz comenta sobre la frescura del varietal: “Tiene todo para crecer. Es accesible, refrescante y muy adaptable a distintos públicos y contextos. Bien trabajado, tiene larga vida en el país”.

    Para celebrar el Día del Sauvignon Blanc: cinco recomendaciones con identidad

    El Día del Sauvignon Blanc es una excelente ocasión para explorar los vinos más representativos de este varietal, que continúa ganando popularidad en el mercado argentino. A continuación, cada entrevistado sugiere un vino emblemático de su bodega para celebrar este día especial.

    Desde Bodega Familia Schroeder, Leonardo Puppato recomienda el Saurus Select Sauvignon Blanc: “Es un vino que va muy bien con las comidas, que tiene complejidad, que fermenta una parte en barricas de roble con un tostado interno especial, que es de llamativo color amarillo pajizo, que tiene no solo nariz intensa, sino una boca compleja, agradable y de acidez moderada”.

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    Lucas Löwi, desde Terrazas de los Andes, sugiere el Terrazas de los Andes Reserva Sauvignon Blanc: “Este vino está elaborado a partir de uvas de viñedos propios ubicados a más de 1.500 metros de altitud en el Valle de Uco. Encarna la frescura y pureza que solo el clima de montaña puede ofrecer. Lo que lo hace especial es su perfil vibrante, con notas cítricas, florales y herbales, propias de la biodiversidad y el cultivo regenerativo de nuestros viñedos, una acidez natural refrescante y un carácter mineral que refleja el origen calcáreo de nuestros suelos”.

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    Lucía Ordóñez, de Bodega Piedra Negra, recomienda el Vuelà Sauvignon Blanc 2024: “Es un vino fresco, elegante y versátil, muy representativo del estilo de Los Chacayes. Su equilibrio entre frutas cítricas, notas vegetales y una boca vibrante lo convierten en una opción ideal para brindar en esta celebración”.

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    Desde Domaine Bousquet, Rodrigo Serrano Alou propone el Sauvignon Blanc de línea Ameri: “Tiene mucha crema, estructura, mucha profundidad y en la nariz tiene toda la tipicidad de un Sauvignon Blanc pero siempre delicada”.

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    Finalmente, Juan Pablo Díaz, de Bodegas López, sugiere el López Sauvignon Blanc: “Marca la identidad de un Sauvignon Blanc con notas cítricas, notas tropicales, que lo hace muy agradable a cualquier paladar y que en ningún caso pierde la frescura sin marcar una si es exagerada”.

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