Dos bodegas mendocinas estrenaron la inteligencia artificial en sus vinos: los resultados

“El futuro llegó hace rato”, canta Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en su canción Todo un Palo. Y en el mundo del vino, el futuro llegó de la mano de la inteligencia artificial (IA). Dos jóvenes enólogos mendocinos se anticiparon a esta tendencia que arrasa en todos los ámbitos y utilizaron esta herramienta y crearon las primeras etiquetas diseñadas con esta tecnología.

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El primero en presentar al público el resultado de esta novedad fue Lucca Stradella, miembro de la cuarta generación de la tradicional familia vitivinícola Bianchi, que amplió la familia de su proyecto personal, Cimarrones, con la línea “Entre Gallos y Media Noche”, un vino que busca innovar por dentro y por fuera.

En los últimos días, Stradella mostró en sociedad un proyecto en el que llevaba trabajando ya varios meses. Con la intención de acompañar su vino La Contienda con otro producto, el enólogo decidió apostar por un vino del que se destacan tres aspectos: una etiqueta diseñada integralmente por inteligencia artificial, la combinación inédita de dos terroir y la generación de NFT’s para cada persona que compre una botella.

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Sobre la etiqueta diseñada con IA, el resultado es la interpretación de la computadora de los parámetros, más de 20, que determinó el equipo de Cimarrones. “Nosotros le dimos los términos como ‘Entre Gallos y Medianoche’, ‘Humanidad’, ‘Vitivinicultura’, ‘Montaña’, ‘Mendoza’, y muchos más que el sistema tomó y nos dio el resultado que ahora tenemos. Si vos mirás en profundidad la etiqueta, es todo abstracto. Por ejemplo, los gallos no son gallos, pero tampoco son montañas”, dijo Lucca.

Por otro lado, estas piezas se convierten para los consumidores en un NFT. “Cada botella tiene un código único que se puede canjear por un NFT de la etiqueta de esa añada. Eso pueden decidir conservarlo o llevarlo a las billeteras virtuales y luego venderlo. Lo interesante es que solo hay 6.800 botellas y, por ende, esa misma cantidad de NFT. Cada persona puede tener tantos como vinos compre”, sostuvo el enólogo.

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En al vino en sí respecta, se trata de un blend de Malbec con uva de San Rafael y Gualtallary. “Es algo utópico porque nadie ‘malgastaría’ un vino de Gualtallary con San Rafael, pero nosotros sí y no es algo que esté tan marcado en el mercado. El resultado es un equilibrio justo entre los dos terroir y es algo innovador también. La idea es combinar mis orígenes con la vanguardia”, explicó el menor de los hermanos Stradella.

¿Por qué usar la IA en el vino? Para Lucca Stradella la respuesta es clara: “Es el futuro”, declaró. “El estilo de la etiqueta es distinto. Es algo que está bueno”, agregó. Dada la naturaleza de su diseño, desde Cimarrones no descartan que el diseño de la etiqueta cambie con las añadas, dando diseños únicos en cada cosecha. “El sistema se va puliendo y transformado, nunca va a repetir los resultados. Es como una obra de arte hecha por una máquina. Sería algo interesante que con el tiempo cambie, es algo para pensarlo”, manifestó.

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Se trata de un vino de la añada 2022 y no tiene paso por madera. “Apostamos por un vino fácil de tomar y por un consumidor joven que esté al tanto de todos los conceptos que aplicamos para crearlo”, argumentó Stradella. Saldrá al mercado en febrero de 2023 con un precio de $3.000 aproximadamente y se podrá conseguir en vinotecas y restaurantes o a través de la propia web de Cimarrones.

Inteligencia Artificial: una herramienta que no reemplaza la mano del hombre en el vino

Si de innovaciones y buscar hacer productos que rompan con los estándares del mercado vitivinícola hablamos, Matías Morcos ha demostrado en su corta carrera ser uno de los expertos en el tema. El joven enólogo referente del Este mendocino también apostó por la inteligencia artificial para el diseño de una nueva etiqueta de la bodega familiar Morcos Wines, la cual será presentada al mercado en las próximas semanas.

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Luego de convertirse en la primera bodega del país en recibir criptomonedas para compra de sus vinos, el establecimiento sanmartiniano ahora también hizo punta en la utilización de la IA en el diseño. Sin embargo, para Matías Morcos, no se trata de algo que pueda reemplazar el trabajo del hombre, sino que es una herramienta complementaria. “Es algo que ayuda y acompaña el trabajo de nuestro diseñador. A partir de la IA, él es el encargado de terminar de armar la etiqueta. Es un recurso, pero no reemplaza el trabajo humano”, defendió el joven.

“Siempre hemos buscado como bodega estar a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas, tanto puertas hacia dentro como para fuera, buscando darle una nueva imagen al vino argentino en general. Creemos que es algo importante en cada eslabón de la cadena, desde lo productivo a lo comercial, por eso cada vez que podemos apostamos por eso”, plantó Morcos.

La línea se denomina MaterAndes y está compuesta por cuatro vinos que expresan distintos terroirs del Valle de Uco: Chacayes, Gualtallary, El Cepillo y un blend de los tres lugares. “Buscamos la cero intervención enológica. En este caso quizás no tenemos mucha visión comercial, porque el volumen es de 1.000 botellas, pero sí con visión exploratoria. El producto final es la uva es fermentada y embotellada, con un año de paso por barricas viejas para que madure el vino, pero la idea es mostrar el terruño de la manera más transparente posible”, contó el joven enólogo.

La decisión de aplicar la IA a las etiquetas pasó por el deseo de que esa transparencia y autenticidad que buscan en el vino se traslade a la presentación. Así, el resultado fue un paisaje de cada lugar generado a partir de la descripción que le dieron desde la bodega al sistema Open AI. “Lo que el procesador interpretó de nuestra orden dio como resultado algo que es como una fotografía del paisaje de Los Chacayes, Gualtallary y El Cepillo. No buscábamos resultados ‘locos’, sino que queríamos unir los lugares con la IA”, manifestó Morcos. A eso se le suma otro detalle creado a partir de la tecnología. En la contra etiqueta aparece reflejado un verso creado por IA.

La que saldrá al mercado es la añada 2021 y se trata de un vino que solo se comercializará por pre-venta directamente en la bodega y algunas cajas en algunos puntos de Buenos Aires. La presentación es de una caja de cuatro botellas que buscan convertirse en un producto de colección. “Es una línea que vamos a hacer todos los años, pero siempre en pequeñas partidas. La idea es que las etiquetas cambien cada añada porque la interpretación de la IA se va renovando con nuevos datos”, anticipó Morcos.