El principal destilado ruso sufre los efectos de la invasión a Ucrania al perder dos importantes mercados, junto con el de Estados Unidos. Los nombres propios de la movida.
Las principales cadenas británicas de bares y supermercados se suman al boicot y golpe a la industria rusa, en este caso, de uno de sus productos emblema: el vodka.
Estados Unidos fue el primer país en llevar a cabo esta medida a la que le siguieron otros de Europa y Asia. Se trata de una medida que busca golpear la industria rusa o por lo menos, dar un mensaje simbólico en apoyo a Ucrania.
¿Esto implica algún tipo de desajuste en la balanza de la oferta y demanda? Para nada. La importación de vodkas rusos, minoritaria en la mayoría de los países, se reemplaza por otros de distintas procedencias como Finlandia, Estados Unidos, Polonia y hasta la propia Ucrania.
En este caso fue el operador de bares en Gran Bretaña, Nightcap Group, uno de los primeros en cancelar las ventas del destilado de origen ruso.
La propietaria del grupo y participante del prestigioso programa de la BBC Dragon’s Den, Sarah Willingham, explicó el motivo de la decisión en redes sociales: “La devastación en Ucrania es desgarradora, y no puedo comenzar a comprender cómo debe ser para la gente de Ucrania. Es difícil sentarse aquí en nuestros cálidos hogares seguros y no hacer nada”.
A propósito, la empresaria es una fiel militante de la causa Ucrania en las redes sociales, interviniendo para dar alojamiento a los migrantes, entre otras cosas. Además, fue la ideóloga del lanzamiento de un cóctel llamado Lyubov (amor) hecho con ucranianos. La cadena de bares lo puso a la venta y los beneficios serán estarán exclusivamente destinados a la donación humanitaria.
Por su parte, las cadenas de supermercados más populares de Gran Bretaña tomaron la misma decisión. Por ejemplo, Sainsbury’s, Co-op Food, Aldi, Morrison, Waitrose y Tesco.
Por ejemplo, la cadena de supermercados Tesco informó que ya no compra productos de empresas de propiedad totalmente rusa. Esto implica no solo vodka sino otros productos de importancia en la producción rusa como los aceites y semillas de girasol, típicas en la región.
La misma medida tomó por ejemplo la cadena Sainsbury’s que acompañó con otra de carácter más simbólico, como modificar el nombre de una marca de pollos congelados propia, de “Kiev” a “Kyiv”, usando la ortografía ucraniana.
La compañía también eliminó el vodka Russian Standard y las semillas de girasol negras Karpayskiye de sus estantes.