Para seguir consolidando nuestra posición como productores de vinos de calidad, necesitamos recuperar la competitividad, el crédito, normalizar las importaciones de insumos para producir y el acceso a los mercados internacionales.
El pasado domingo 19 de noviembre, los argentinos vivimos una jornada histórica: elegimos al nuevo presidente de la Nación, en un proceso electoral transparente, pacífico y participativo. Desde Wines of Argentina, la entidad que promueve el vino argentino en el mundo, celebramos el normal desarrollo de las elecciones presidenciales, hecho fundamental para el ejercicio democrático de nuestro país.
Felicitamos al presidente electo, Javier Milei, por su contundente triunfo en el balotaje, y deseamos que tenga una transición ordenada. Asimismo, reconocemos el trabajo y la trayectoria del candidato opositor, Sergio Massa, quien supo reconocer su derrota con altura y respeto.
Como sector vitivinícola, tenemos grandes expectativas y desafíos por delante. Actualmente, los impedimentos más relevantes para el crecimiento de la vitivinicultura argentina son el atraso cambiario y la imposibilidad de pagar las importaciones de insumos clave para la elaboración de vinos. Estos factores afectan negativamente la competitividad y la rentabilidad de toda la industria.
Somos un sector que genera empleo, divisas, desarrollo regional y valor agregado. Somos una expresión de la cultura, la identidad y la diversidad de nuestro país. Hay que decir que el vino argentino es el producto que cuenta con el valor agregado más alto y que, además, aporta a elevar el intangible de marca país “Argentina” como ningún otro producto de nuestro país pudo hacerlo.
Para seguir consolidando nuestra posición como productores de vinos de calidad, necesitamos recuperar la competitividad, el crédito, normalizar las importaciones de insumos para producir y el acceso a los mercados internacionales. Porque, intrínsecamente, Argentina tiene lo necesario para exportar más: una estrategia clara, capital humano muy desarrollado, alta calidad en sus vinos, imagen positiva, prestigio y mercados que demandan esos productos. Pero la brecha de competitividad para llegar es muy alta si no logramos estabilizar la macroeconomía ni resolver las trabas y regulaciones que hacen aún más difícil nuestra tarea.
Es por eso que necesitamos trabajar en forma articulada con el Estado, las cámaras, las instituciones y los actores de la cadena de valor, para definir una visión estratégica y un plan de acción que nos permita aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos que se presentan en el escenario global. Desafíos que no sólo tienen que ver con la coyuntura económica sino también con un cambio en los hábitos de consumo que nos imponen las nuevas generaciones de consumidores.
Por otro lado, creemos que uno de los ejes fundamentales donde tenemos que seguir haciendo foco es el de la sostenibilidad y así lograr hacer una vitivinicultura cada vez más sustentable, diversa e inclusiva. Este es el horizonte a donde tenemos que mirar si queremos seguir marcando presencia en el mundo.
En ese sentido, desde Wines of Argentina nos comprometemos a colaborar con el nuevo gobierno, aportando nuestra experiencia, nuestro conocimiento y nuestra pasión por el vino argentino. Queremos ser parte de la solución, no del problema. Queremos ser protagonistas de un cambio positivo, no espectadores de una crisis. Queremos ser optimistas, no pesimistas.
Por eso, hoy más que nunca, levantamos nuestra copa y brindamos por el futuro del vino argentino en su día. Porque sabemos que juntos podemos lograr grandes cosas. Porque creemos que el vino es mucho más que una bebida: es un símbolo de unión, de celebración, de esperanza.