Se trata de una exclusiva línea de vinos que combina lo mejor de la enología argentina con el arte más prestigioso. La presentación se realizó hace algunos días en Estancia Atamisque ubicada en La Carrera, Tupungato, Mendoza.
La vinculación del mundo del vino con el arte es cada vez mayor y los productos elaborados por los técnicos de la industria nacional se muestran cada vez más con un perfil artístico para acompañar su espíritu festivo y enriquecerlo.
Clos Abanicos es un proyecto muy especial de Philippe Caraguel (Director de Bodega Atamisque) y Jean Etienne Beaune (Presidente de Tierras Atamisque) que cuenta con el arte de Eduardo Hoffmann en cada botella.
Se trata de partidas limitadas producidas de parcelas seleccionadas de San José (Tupungato - Valle de Uco) a partir de un manejo de viñedos particular se logra obtener vinos intensos y elegantes que amalgamados con dichas intervenciones artísticas, se transforman en verdaderas joyas enológicas.
En el lanzamiento estuvieron presentes invitados exclusivos, junto a directivos de la bodega y por supuesto el enólogo junto al famoso artista.
Eduardo Hoffmann comenzó a pintar a los 14 años y desde allí no paro de obtener reconocimientos de toda la comunidad artística. En 1986 participó en la 2ª Bienal de La Habana (Cuba) como así mismo en la Bienale de Venecia. Obtuvo el 1er Premio Movado a la Joven Generación en 1988, recibió el primer premio de la Fundación Fortabat en 1991 y la Beca Antorchas a Artistas Consagrados, como el Premio Leonardo Artista del año 1998 concedido por la Asociación Argentina de Críticos.
Phillipe Caraguel es un prestigioso winemaker argentino, que ha sido reconocido en el plano internacional. Es Ingeniero Agrónomo y Enólogo con un Master en Vitivicultura & Enología de la Universidad de Montpellier en Francia. En el 2014 fue elegido como Winemaker del año en el Reino Unido, además sus vinos han obtenido numerosos galardones alrededor de todo el planeta.
