Un estudio arqueológico descubrió desde cuándo se consume vino en América

El vino más antiguo que se consumió en América.
El vino más antiguo que se consumió en América.

Un hallazgo arqueológico dio a conocer desde cuando se fusionaron las culturas hispanas, quienes trajeron el vino a América y las formas de cocina de los pueblos originarios.

Un descubrimiento científico ha encontrado lo que creen que es la evidencia más antigua conocida de consumo de vino en América Central. El estudio encontró artefactos de cerámica en una pequeña isla del Caribe llamada Isla de Mona. Se examinaron cuarenta recipientes de cerámica en un primer estudio que ha utilizado técnicas de análisis molecular (cromatografía de gases y espectrometría de masas) para investigar la cerámica del siglo XV de la región de Puerto Rico.

La investigación se centró en los artefactos de la isla, situada entre República Dominicana y Puerto Rico. Los hallazgos han sido publicados en Archaeological and Anthropological Sciences y abordan preguntas sobre los intercambios culturales en las Antillas Mayores antes y después de la llegada de los europeos.

Isla de Mona.
Isla de Mona.

La evidencia más antigua de vino en América

El estudio fue dirigido por la Dra. Lisa Briggs, quien es investigadora del Museo Británico. El análisis incluyó fragmentos de una vasija de aceitunas españolas que podría datarse entre 1490-1520 d.C. El estilo redondeado de la misma muestra que se alinea con el momento en que Colón anotó por primera vez la existencia de la isla en su diario de 1494.

La jarra habría sido utilizada entonces como contenedor general de todo tipo de alimentos y líquidos transportados en los barcos españoles, presentaba restos de vino en su interior.

Ya fuera consumido por los europeos o miembros de la población indígena esta es una evidencia directa de la importación y consumo del vino desde Europa a una pequeña isla en el Caribe poco después de la llegada de los colonos españoles”, dicen los investigadores.

Cerámicas analizadas.
Cerámicas analizadas.

Además de este hallazgo con el vino, encontraron datos sobre la fusión de culturas y comida que se hizo hace más de 500 años. Las primeras generaciones de colonos españoles llevaron sus tradiciones de consumo de vino a la zona, y a pesar de su conquista sobre los pueblos indígenas, estos continuaron sus tradiciones locales de cocinar en parrillas o como se conoce en Estados Unidos las barbacoas.

Los investigadores creen que la cocina a la parrilla era un lugar común entre la comunidad taína, indígena de esta zona del Caribe, y que fue adoptada por los primeros colonos. Sin la existencia de grandes mamíferos en las islas del Caribe, es probable que la población indígena haya asado a la parrilla un gran animal parecido a un roedor llamado hutia, una especie de animal que se parece a las iguanas.

Los pueblos originarios de esta zona del Caribe cocinaban pescado y carne con carbón en una parrilla elevada, y el origen de la palabra ‘barbacoa’ proviene del pueblo taíno. Los investigadores sugieren que, de alguna manera, dos tradiciones culinarias se unieron, creando una experiencia de fusión de comida y bebida hace cientos de años.

Parrilla como se conoce actualmente.
Parrilla como se conoce actualmente.

“Las fuertes tradiciones culinarias del pueblo taíno en la creación de la barbacoa se mantuvieron firmes a pesar del colonialismo español e influyeron en la comida de todo el mundo. Esto continúa hoy en día, ya que todos estamos familiarizados con la práctica de una barbacoa. Estoy muy contenta de que esta investigación aporte una luz sobre el patrimonio cultural de esta comunidad”, dice la Dra. Briggs.

Al excavar el área el año pasado, los científicos del Museo Británico encontraron muchos huesos de pescado y carne alrededor del yacimiento, pero nada se encontró dentro de los recipientes cerámicos. No había evidencia de que fueran utilizados para productos lácteos o cárnicos. Si bien los productos lácteos fueron durante mucho tiempo un elemento básico de la cocina europea, esto no parece ser el caso en la Isla de Mona, lo que brinda más evidencia de que las tradiciones culinarias indígenas persistieron frente al colonialismo español y las vasijas de cerámica importadas.

COMPARTIR NOTA