Creado por Juan Pablo Díaz de Bodegas López y Restinga Gin, se posiciona como la bebida ideal para esta temporada de celebraciones. Con un perfil redondo: refrescante y equilibrado, es perfecto para disfrutar solo o en cócteles. Descubrimos cómo el arte de la maceración y la calidad de los botánicos hacen la diferencia en esta nueva propuesta.
El boom, o el regreso al vermut, como bebidas más pedidas en cualquier momento de celebración, tiene que ver con que “la gente hoy busca un momento de placer una bebida que sea refrescante”.
Con las Fiestas de Fin de Año tan cerca, te invitamos a descubrir un vermut que “redondo”, que cumple con todas las expectativas: la presencia de un buen vino, también de los botánicos correctos y el dulzor justo para presentar una bebida alcohólica equilibrada, que pueda se parte de un buen negroni, pero que también pueda disfrutarse solo con dos hielos y quizás, unas rodajas de naranja. De la mano de su creador, Juan Pablo Díaz, conocemos 746, el vermut que nació gracias a la fusión entre el mendocino, enólogo de Bodegas López, Lui Wines y los marplatenses de Restinga Gin.
“El mundo de los vinos está ofreciendo productos frescos, pero hay mercado para todos y el vermut también se presenta como una opción para ese segmento”, explica Juan Pablo.
El enólogo destaca que hay posibilidades para todos los consumidores. “Tengo 75 productos, vinos diferentes, más o menos frescos, con diferentes concentraciones, y la verdad es que todo se consume, pero en esta temporada, el calor invita a optar por bebidas refrescantes y el vermut vino a ocupar ese lugar: nos relaciona con nuestra tradición, nos hace acordar a nuestros abuelos y está vinculado a la industria del vino”, explicó.
¿Cómo es un buen vermut?
El resurgir del aperitivo invita al disfrute y con eso, respeta el origen vínico de la bebida, atrae al consumidor del vino y también al clásico consumidor del vermut. Esa combinación permite iniciar una comida con uno y luego completar la experiencia con un buen vino junto a la comida.
Se trata de una bebida súper fácil de tomar, se rebaja y con esto, el nivel de alcohol también baja. “Es súper refrescante por los botánicos y la maceración del vino, y puede ser el punto de entrada para los jóvenes adultos que luego probarán vinos puros, por así decirlo”, sumó Juan Pablo.
De entre todos los vermuts… “746″
Esta bebida usualmente se preparaba con vino muy comunes y luego con las hierbas y el alcohol, más el dulzor que aportaba el mosto, alguno de los elementos podía resultar muy invasivo y el perfil vínico se perdía. Entonces, con 746 el consumidor se va a encontrar con algo totalmente distinto:
“Buscamos que no se pierda el perfil vínico, que los botánicos sean sutiles y no tapen los sabores. Es una bebida redonda, se nota la base y se requirieron muchos ensayos y cortes para lograr eso”, explicó Juan Pablo.
Se trata de un corte 50 % de Bonarda de Lui Wines y 50 % de Semillón de Bodegas López. “Este blend que nos pareció fantástico porque el semillón da mucha sutileza, mucha frescura le aporta, y el bonarda tiene toda esa fruta, toda esa potencia. El vino queda bien ensamblado para los botánicos”.
La maceración, un arte que define el perfil
El proceso de maceración es otro factor clave en la complejidad del 746. A menudo se piensa que basta con agregar los botánicos al alcohol, pero la realidad es que cada tipo de botánico requiere un proceso específico, ya sea en alcohol, vino o incluso agua. Los expertos en maceración de Restinga, quienes colaboraron en el proceso, fueron los encargados de enseñar a los creadores sobre las distintas técnicas y tiempos necesarios. “Lo que querés traer es aroma, nada más”, sumó el enólogo destacando la importancia de no sobrecargar la mezcla con sabores desagradables.
La maceración y el ensamble de estos botánicos se realiza con paciencia y cuidado, para garantizar que el vino y los sabores de los botánicos se fusionen perfectamente. El resultado es un vermut que, a diferencia de los tradicionales, no resulta empalagoso. “Tiene 80 gramos por litro de azúcar, cuando un vermut tradicional puede llegar a tener hasta el doble”, sumó.
El perfil ideal para un buen Negroni
El 746 se adapta muy bien a la barra, especialmente para preparar cócteles como el Negroni. “Para hacer un buen Negroni necesitas un buen gin, un buen bitter y un buen vermut”, contó Juan Pablo, enfatizando que este vermut realza el sabor del gin y complementa a la perfección al bitter. La combinación de estos ingredientes crea un trago potente, con un equilibrio de sabores en el que el alcohol no predomina, sino que se integra de manera sutil, permitiendo disfrutar del aroma y sabor de cada componente.
Además, el 746 también se disfruta solo, con un par de hielos, permitiendo apreciar su complejidad sin necesidad de agregar más ingredientes. “La idea era que le pusieras dos hielos y te lo tomaras”, afirmó.
Una nueva forma de disfrutar el alcohol
A medida que el mercado de bebidas se diversifica, la percepción sobre cómo disfrutar un buen trago también evoluciona. “No es tomar por tomar, sino disfrutar el trago en sí”. Este vermut invita a saborearlo, como quien disfruta de un helado de calidad, sin la necesidad de buscar un alto contenido alcohólico.
