Los “healty cocktails” son tendencia al rededor del mundo, y tienen que cumplir con dos requisitos fundamentales, tener pocas calorías, baja graduación alcohólica, y llevar ingredientes naturales. Algunas opciones para dejar volar la imaginación y deleitar el paladar.
Los días agradables y soleados que trajo consigo la primavera, y sobre todo, mientras más cerca del verano nos encontremos, resultan propicios para disfrutar de encuentros al aire libre, disfrutar con amigos y familiares de tardes de relax y, ¿por qué no?, acompañar el buen momento, con un trago innovador, que sorprenda, y resulte refrescante y saludable.
Esa es la tendencia que proponen los chef y “mixeros” a lo largo y a lo ancho del mundo, y en la capital mundial del vino, no podemos dejar de tener en cuenta a la bebida nacional como uno de los principales ingredientes, y podés encontrar las mejores opciones en la tienda de Los Andes.
Las recetas incluyen, vinos, sí, pero también frutas, infusiones frutales, y la conjugación de colores y sabores, y el agregado de frutas y otras bebidas ayudan a bajar la graduación alcohólica.
“Mulled White Wine”
La receta le pertenece a Martha Stewart, y promete todo el sabor de la “clásica versión tinta (o roja”, pero con un cuerpo más ligero, con un vino blanco, como protagonista (Chardonnay, por ejemplo por 750 ml.), sumado a una naranja, cinco clavos de olor, 3 piezas de anís estrellado, jengibre (una trocito recién pelado), una taza de agua y, en la versión original propone 1 cuarto de taza de azúcar, pero se puede reemplazar con un endulzante bajo en calorías apto para cocinar.
La mezcla se cocina por diez minutos, y luego de dejarla descansar por 20 minutos, se procede a colar, y refrigerar el líquido resultante.
En invierno, la reconocida chef recomienda recalentar antes de servir, pero en esta temporada, las temperaturas invitan a consumir bebidas frescas, y quizás, sin tantas especias, por lo que una versión más ligera del “white wine mule”, lleva solo 60 ml de Vino blanco, Ginger beer, un dash de limón, y hojas de té limón.
“Mendocino Sour”
El sitio Bonvivir (Club de vinos) propone este trago que suma whisky al “Malamado Viognier”, y que baja los niveles de alcohol con 2 gajos de lima, 2 gajos de limón, y gaseosa sabor lima.
Para prepararlo, en en una coctelera se deben aplastar los gajos de lima y limón, luego sumar el whisky, el Malamado y completar con hielo. Agitar enérgicamente, servir en baso y completar con gaseosa de lima.
“Orange Mule”
En este caso, el trago lleva 30 ml de licor de naranja, cerveza de jengibre o “ginger beer”, y un twist de naranja.
“Tereré a la italiana”
El reconocido bartender internacional Juan Manuel Vázquez, propone incorporar en una coctelera con hielo dos partes de Punt e Mes, una parte de jugo de naranja fresco y una parte de infusión de yerba mate.
Batir y servir con mucho hielo en un mate. El garnish o decoración incluye cáscaras de naranja y polvo de yerba mate.
Cócteles sin alcohol
Este tipo de bebidas elaboradas sin alcohol y con jugos, jarabes, hierbas, concentrados y ginger beer, (bebida de jengibre carbonatada) son tendencia desde hace unos años. Su ventaja es que los pueden consumir toda la familia y a cualquier hora del día por no tener alcohol.
Según recuerda Vinetur, los mismos tuvieron su auge en Estados Unidos en la época de la prohibición en 1920, año en el que se promovió un acta donde el alcohol quedaba restringido y considerado una droga. Debido a esta situación, los speakeasies -bares secretos- comenzaron a hacer dinero a partir de cocteles y bebidas compuestas. Sin embargo, muchos de ellos también ofrecían tragos preparados sin alcohol.
Se dice que el origen de la palabra cocktail proviene de la creatividad para burlar la ley. Con colores vistosos -como la cola de un gallo, igual que su traducción del inglés- disfrazaban lo prohibido con diferentes sabores y concentrados de fruta. Con el paso del tiempo, estos tragos dejaron de tener alcohol como una alternativa de consumo en los bares y así nacieron los mocktails.
Entre ellos podemos encontrar, por ejemplo, el “Apple Mule”. Para realizarlo necesitás, media manzana verde picada, canela (una pieza pequeña), 5 ml de miel y ginger beer, y animarte a realizar tu propia mezcla, probar sabores y cambiar la forma de compartir bebidas, más allá de las gaseosas y aguas saborizadas que ya vienen listas para tomar.