El naufragio del barco HMS Gloucester es uno de los más famosos de la historia, por los vínculos con la corona inglesa. Recientemente se dio a conocer el hallazgo del barco con las botellas de vino de lujo. A qué reconocida familia pertenecían.
La mañana del 6 de mayo de 1682 no fue una más para la corona inglesa. Cerca de las costas de Norfolk, uno de los barcos más famosos del imperio británico entró en naufragio con el heredero a la corona a bordo.
La intrigante historia del navío HMS Gloucester se reflotó recientemente luego de que un grupo de exploradores marinos diera a conocer el resultado de su hallazgo, a pesar de que hace más de 14 años que se produjo. En él, se encontraron cerca de 150 botellas de vino lujosas, algunas de ellas perfectamente selladas, que tenían como inscripción un escudo familiar.
La historia del barco
El barco equipado con más de 50 cañones pertenecía al imperio británico y supo participar de la guerra anglo-española (1585-1604). Ya retirado, se dedicó a trazar los mares a pedido de las demandas de la corona. De hecho era una nave lujosa con una popa dorada.
Ese día se dirigía a la costa de Edimburgo (Escocia) para buscar a la esposa de Jacobo, duque de York, quien luego sería el rey Jacobo II. Se cree que por recomendación de él, el barco continuó su trayectoria a pesar de las recomendaciones de virar, ante el riesgo de colisionar con bancos de arena. Finalmente chocaron contra uno y el barco terminó hundiéndose. El reinado de Jacobo estaría signado por las críticas relacionadas a este hecho. Y por su egoísmo a la hora de minimizar las víctimas humanas (mandó a salvar objetos antes que tripulantes). Luego mandaría a condenar a muerte al capitán pero un tribunal lo salvaría.
El hallazgo
Unos 325 años después, en 2007, dos arqueólogos marinos aficionados, los hermanos Lincoln y Julian Bardwell, encontraron el barco. A los efectos de la investigación, lo tuvieron en secreto. En 2012 constataron que era ese barco por el hallazgo de la campana. Recién en junio pasado pudieron comunicar al mundo la noticia.
Los objetos
Entre las cosas que encontraron había más de 150 botellas de vino. Algunas vacías, lo que indica que venían bebiéndoselas. Unas 30 estaban selladas y en perfecto estado de preservación.
Las botellas tenían una inscripción con un escudo con estrellas y barras, laureles y un león. Ese escudo sería propiedad de una familia noble de apellido Washington, descendientes directos de George, fundador de los Estados Unidos. De hecho, elementos de ese escudo (estrellas y barras) aún hoy pertenecen a la bandera del estado de Washington DC.
Los vinos pertenecerían a George Legge -antepasado de George Washington- quien ejercía el cargo de oficial naval. Fue uno de los sobrevivientes.
Sobre las botellas se inició un meticuloso proceso de análisis para establecer la procedencia y el tipo de vino. Según consignó la revista Wine Spectator, los vinos serían franceses y habrían sido contrabandeados.
Según los análisis del bioquímico Geoff Taylor habrían dos tipos de vino. Uno tendría altos niveles de acidez y azúcar residual, lo que indica que puede haber sido elaborado en una región fría como Alemania. El otro sería proveniente de una región francesa, por sus características. Sin embargo, son suposiciones y no se descarta la influencia de la crianza en el mar para distorsionarlos.
El vino, por supuesto, no se puede beber.
Ahora podría volver a manos de la corona inglesa.
Con información de National Geographic.