La bebida milenaria está nuevamente en auge gracias a los beneficios que aporta para la salud. Todo sobre la bebida que se festeja este lunes.
Algunos influencers, gurúes de la vida saludable, buscan novedades en el mercado de los alimentos para consumir de manera sana y compartirlos con la comunidad. Su influencia puede poner a la moda ciertos productos, más allá de que su origen sea milenario.
Un ejemplo es la kombucha, una bebida fermentada natural a base de té, de sabor ácido y muchas características nutricionales. Se puede beber como aperitivo o introducir en recetas de la coctelería, en reemplazo de bebidas menos saludables como las gaseosas. Su consumo se ha revitalizado.
Este 21 de febrero se celebra el Día Mundial de la Kombucha, decretado desde el 2020 por la asociación Kombucha Brewers International, que eligió el día 21/2 en honor al año 221 antes de Cristo, desde cuando se considera su surgimiento. O al menos uno de ellos. Veamos.
Origen
Los historiadores han buscado en la literatura la primera referencia a la palabra kombucha y en China lograron definir una hipótesis de surgimiento, que fue decorada con leyendas. Sugiere que en 221 a. C, el emperador chino Qin Shi Huang ordenó que desarrollaran una bebida que lo mantenga saludable. La realidad es que al emperador le han atribuido varias historias que lo relacionan con la búsqueda de la vida eterna.
Este registro insinuaba su procedencia en la región. Otros escritos aseguran que la palabra es japonesa, etimológicamente descendiente de la formación kombu, que significa “alga”; y cha, que significa “té”. Un té de alga. Otra teoría dice que lo inventó un médico coreano de nombre Kombu.
Otro escrito sugiere un nacimiento en Rusia. La palabra kombucha descendería de la rusa “kombuja”, que significa gran alga. En 1835 la kombucha se mencionó en los escritos de un investigador ruso que relatan la llegada de inmigrantes chinos, quienes bebían un té con hongo.
Lo cierto es que lo más razonable es pensar que el preparado surgió en Oriente y con los migrantes vía Siberia llegó a Rusia para que se convirtiera en una bebida de cierta popularidad. Hoy en día es reconsiderada por sus aspectos nutritivos.
Preparación
La bebida es básicamente un té con azúcar al que se lo fermenta por la acción de una colonia de microorganismos, es decir, un cultivo de levaduras y bacterias de aspecto gelatinoso que interactúa con el líquido y se puede reproducir.
Estas bacterias fermentan la bebida convirtiendo la sacarosa en alcohol etílico y anhídrido carbónico que se disuelven en la bebida. Tiene propiedades benéficas que aportan probióticos y antioxidantes. Su graduación alcohólica es tan baja que no se la considera una bebida alcohólica.
El producto final es un té ligeramente ácido, efervescente, dulce (depende de la fermentación), que puede combinarse con otros agregados para modificar su sabor como jugo de limón, almíbar o agua. También vienen en formatos saborizados.
Por último, esta bebida es utilizada en la coctelería. Puede ser la compañía ideal de destilados como el tequila o la ginebra. También combina con frutas para recetas refrescantes y sin alcohol.
La bebida no es de fácil acceso en el país, pero puede conseguirse en las páginas web de venta online a precios accesibles. También se ofrece en el mercado el cultivo de bacterias y levaduras con el que se produce la bebida, para hacerla en casa.
