Varietal, blend, reserva y orgánico identifican a cada etiqueta según sus características. Algunas de las más comunes para distinguir.
La mayoría de los vinos poseen ciertos rótulos que los identifican o enmarcan dentro de determinadas características. Algunas tienen que ver con su composición, otras con su forma de hacerse, y otras con la crianza", dijo el periodista y sommelier Diego Di Giácomo, en un artículo de Vinos y Vides.
El experto detalló algunos de esos términos con los que se rotula cada etiqueta. Una interesante explicación que ayuda a comprender qué vino consumimos a la hora de elegir una determinada etiqueta.
Vino varietal: compuesto únicamente por una sola cepa de uva: malbec, merlot o cabernet sauvignon, entre tantas. Según la legislación argentina, basta con que contenga un 85 por ciento de la cepa que se anuncia en la etiqueta para considerarse varietal. El 15 restante puede ser cualquier otra uva. Ahora bien, si la contraetiqueta expone la frase '100% Malbec', se entenderá que la totalidad del vino fue elaborado con esa sola uva.
"Antes de la década del 60 no existían en el mundo vinos varietales; existían sólo vinos de corte. Los vinos en Europa se elaboraban por pagos o zonas y en su etiqueta, además del nombre del vino, el año de cosecha, y el nombre de la bodega, se nombraba el terruño del cual provenía. Pero no se nombraban las variedades de uva que lo componían. Hasta que irrumpió en escena Estados Unidos cuando un periodista norteamericano llamado Frank Schoonmaker propuso a los bodegueros de su país copiar una idea que había nacido en Alemania y era la de colocar en las etiquetas de los vinos qué uvas los componían. Y elevó la apuesta: hacer vinos de un sólo tipo de uva", explica Di Giácomo sobre los vinos varietales.
Vino de corte o blend, o assamblage, o multivarietal: es aquel conformado por dos o más tipos de uvas, donde ninguna de ellas tiene una predominancia del 85 por ciento o más. Su proporción en porcentajes es muy variada, acorde a la cantidad de cepas que participen en su composición. A modo de ejemplo, un típico corte de vino tinto argentino sería Malbec – Cabernet Sauvignon.
Vino Reserva: según confirma la resolución de 2011 del Instituto Nacional de Vitivinicultura, un vino puede ser rotulado como Reserva sólo en etiquetas que identifiquen los elaborados a partir de uvas de alta calidad enológica o resultantes del corte de dichas variedades y que estén en condiciones para la elaboración de vinos de calidad superior. Los vinos Reserva tintos tendrán una crianza durante un período mínimo de un año a partir de que se encuentren enológicamente estables, en tanto que para los blancos y rosados este lapso de tiempo no podrá ser inferior a los seis meses.
Por otra parte, esta resolución afirma que en los vinos Gran Reserva, además de los requisitos exigidos para la materia prima en la mención Reserva, para su elaboración deberán emplearse por lo menos ciento cuarenta kilogramos de uva para cada cien litros de vino. Los vinos Gran Reserva tintos tendrán una crianza durante un período mínimo de dos años a partir de que se encuentren enológicamente estables.
Vino Orgánico: para que un vino sea certificado como Orgánico por algún ente certificador debe cumplir con una serie de requisitos que demuestren que su elaboración respeta las normas impuestas para ser calificado como tal. A modo de resumen:
- El viñedo debe carecer totalmente de tratamientos con pesticidas, herbicidas, fertilizantes, antibióticos y cualquier otro producto sintético y/o tóxico.
- Está prohibido utilizar uva dañada o alterada, sistemas de vendimia violentos (máquinas), clarificar con tanino o caseína, prensados y estrujados excesivos, procesos térmicos sin autorización, acidez volátil superior a 0,70 gramos por litro, y no utilizar tapones de corcho natural entero.
- Los organismos oficiales certificadores van a controlar todos los procedimientos en el viñedo y en la bodega, cerciorándose que los mismos son cuidados y sostenidos en el tiempo. Este proceso demanda unos años.
