Los Chacayes: una IG que busca imponer su identidad en el Valle de Uco

Los Chacayes: una IG que busca imponer su identidad en el Valle de Uco
Uno de los objetivos de la Asociación Civil de Los Chacayes es dar a conocer todo el potencial que tiene para la exploración de otros varietales. / Archivo.

A cuatro años de haber logrado el reconocimiento como Indicación Geográfica, distintos productores y bodegas trabajan para poner en valor una zona que ha dado premiados vinos en el último tiempo.

El nombre de Los Chacayes viene resonando hace tiempo entre los mejores vinos del país. Incluso, el más destacado vino argentino de 2020, según el prestigioso ranking de Wine Spectator, fue justamente el Chacayes 2015, vino de Bodega Piedra Negra, que de alguna manera inició el camino para el reconocimiento de la zona.

Fue en octubre de 2017 que Los Chacayes se convirtió en una Indicación Geográfica de la vitivinicultura argentina. Aunque muchos puedan pensar que se trata de uno de los lugares de moda, una veintena de proyectos se desarrollan en este territorio y son 15 los propietarios de viñedos que conforman la Asociación Civil Los Chacayes, una entidad que tiene como objetivos, entre otros, compartir todo el conocimiento de sobre una zona que continúa en exploración y dar a conocer todo el potencial que tiene para la exploración de otros varietales, más allá del Malbec.

Lo especial de Los Chacayes

Para entender más del éxito de los vinos de Los Chacayes, primero es oportuno hablar de sus características particulares. Como dijimos, se trata de una zona que aún está en exploración, ya que se trata de uno de los distritos más grandes de Tunuyán, límites que coinciden con la IG, lo que lo hace un heterogéneo rectángulo que termina en el límite con Chile.

El experto que está detrás de gran parte de las investigaciones sobre el suelo de Los Chacayes es Guillermo Corona, geofísico que comparte todos sus conocimientos en Geografía del Vino. Para él, el primer dato distintivo de esta zona es su gran diferencia altimétrica. “Tenés viñedos a 900 metros y otros a 1.500 m.s.n.m., es una zona que es muy diversa. Estos 600 metros de diferencia que hacen que en uno tengas que cosechar en febrero y en otro en abril. Eso también hace que sea una zona que climáticamente varíe mucho”, explicó Corona.

Si bien forma parte del pedemonte, esta zona está compuesta por tres abanicos aluvionales, que definen tres sectores bien distintos en los perfiles de suelos. “Hay algunos que son pedregosos actuales, otros más arenosos, y hay sectores donde la piedra es más virgen y tenés más carbonato de calcio. Dependiendo de donde vos te pares es el tipo de perfil de suelo que vas a tener y eso tiene una afectación del viñedo y de la uva”, dijo el geofísico.

Para el geofísico, el terreno de Chacayes es ideal para el desarrollo de algunas variedades que no alcanzan la madurez necesaria en otras zonas. Y, si bien la disponibilidad de tierras para nuevos viñedos es amplia, hay un importante problema: la falta de agua. “Terrenos para vender hay de sobra, pero lo que no hay es agua. Se dificulta el desarrollo vitivinícola porque no hay acceso a agua en las zonas más altas”, consideró Corona.

Pioneros

Cuando Francois Lurton, propietario de Bodega Piedra, llegó a Argentina en 1996, creyó que Los Chacayes podía ser un buen lugar para plantar Cabernet Sauvignon. Pero sus planes cambiaron un poco cuando en 2002 se encontró con un excelente Malbec. Casi sin saberlo, ese podría ser un poco el inicio de la historia de Los Chacayes como IG, ya que el francés decidió ponerle a ese vino el nombre del lugar.

En 2017 cedió el uso de la marca para que todos los viticultores de la zona pudieran llevarlo en la etiqueta. En 2019 dieron un paso más, junto a otras bodegas y propietarios de la zona decidieron crear la Asociación Civil Los Chacayes, un paso más hacia el objetivo de dar a conocer al mundo el trabajo de esta micro región.

La asociación está conformada por 15 socios que tienen sus fincas en Los Chacayes. “Hay algo muy interesante y desafiante que es lograr un acuerdo entre tantos modelos económicos diferentes. Nuestra intención no es llegar a una DOC, la intención es reforzar el trabajo del INV y darle transparencia a quiénes son los que están y trabajan con uva de Chacayes. Una de las metas de los productores es ir un poco más allá de los límites territoriales, si no, manejarnos con reglas distintivas dentro de la IG”, contó Thibaut Lepoutre, enólogo de Bodega Piedra Negra.

Para el enólogo francés, Los Chacayes tiene como particularidad que tiene un límite político que no coincide perfectamente con los de los abanicos aluvionales que ha sido determinado en los estudios de suelo. Otra característica es la altura: “Ese es uno de los puntos que queremos investigar, por lo que estamos implementando una serie de estaciones meteorológicas en Chacayes. La idea es trabajar en conjunto con Contingencias Climáticas para determinar las características específicas de la zona”, sostuvo Lepoutre.

Más allá del premiado Chacayes 2015, un blend de Malbec y Cot, una variación genética de Malbec que Lurton trajo de Francia, para Thibaut Lepoutre otra variedad muy particular de Piedra Negra en Los Chacayes es el Tockaij, con el que hacen el corte del Gran Lurton Blanco.

Proyectos de altura

Como subiendo imaginariamente en la altura de Los Chacayes, el primero de los proyectos que encontramos en lo que puede llamarse zona baja es de Bodegas Bianchi, quienes acaban de presentar su línea IV Generación, realizada íntegramente en esa zona.

No podés hablar de un vino de Los Chacayes si no encontrás un tanino redondo que le da la identidad. Hacer un vino de acá es buscar justamente el patrón del aroma, de la fruta, de la frescura y unido con la complejidad”, consideró Silvio Alberto, enólogo de Bianchi, otra de las bodegas que forman la Asociación Civil.

Ya a 1.200 metros de altura, Terrazas de Los Andes tiene más de 40 hectáreas cultivadas de las que salen dos de sus más destacados vinos: Terrazas de los Andes Parcel Malbec, Parcel N° 12 S Licán Malbec, que ha obtenido 98 puntos por parte del crítico James Suckling, y Apelación de Origen Los Chacayes Malbec. Según Gonzalo Carrasco, enólogo de la bodega que llegó allí en 2014, de diferente modo, cada uno de estos vinos logra expresar de un modo distinto la heterogeneidad y la altura de Los Chacayes.

“Yo creo que la explosión de Chacayes recién está empezando. Es un lugar que está muy poco explorado, con muy pocos viñedos todavía, comparado con otros lugares de la zona”, declaró Carrasco.

La disponibilidad de tierra es fundamental para nuevos desarrollos y que tenga tanto potencial cualitativo y gran expresión, son cosas importantes para que la zona siga creciendo. Los nuevos jugadores o gente joven que elige el lugar han ayudado también a la explosión que está teniendo”, sostuvo Carrasco.

Con una altura similar, en el año 2011, Bodega Kaiken llegó a la zona con una finca de 150 hectáreas, cuando todavía la IG no existía. Hoy en día cuentan con varios vinos provenientes de Los Chacayes y con varios proyectos de cara al futuro: la línea Terroir Series; Obertura, un Cabernet Franc 100%; y una trilogía de Malbec donde se considera Malbec de Terroir, de los cuales dos son de diferentes zonas de Chacayes.

“El potencial de la zona es enorme, lo que lo limita es la disponibilidad de agua. Nosotros lo hemos ido haciendo más que nada por la eficiencia del riego más que por la disponibilidad de agua. Pero el potencial es tremendo y han salido muchos vinos con la IG y que están haciendo mucho ruido a nivel comunicación para el consumidor, lo cual nos alegra mucho”, manifestó Gustavo Hormann, enólogo y Gerente de Bodega Kaiken.

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