Aunque el vino es el claro dominante de la escena en las bebidas alcohólicas en la provincia, los destilados elaborados en la provincia son cada vez más.
La provincia de Mendoza es conocida ante el mundo como “la tierra del sol y del buen vino”, pero, de a poco, a esa frase también se le podría sumar el gin y whisky. Así como nos hemos acostumbrado a encontrar vinos mendocinos premiados por las más prestigiosas publicaciones especializadas, gratamente nos encontramos con que en los últimos meses dos gines elaborados en esta tierra han sido distinguidos en competencias internacionales de bebidas espirituosas.
La más reciente es la premiación en Canadá en Alberta Beverage Awards de los productos de Hilbing Franke Distillery, los mismos que ya fueron reconocidos hace algunas semanas en el Destillata de Austria. En tanto que Kunuk, elaborado por Espíritu Zorro, recibió medalla de plata en la New York International Spirits Competition, donde también fueron distinguidos como la mejor destilería de Argentina del 2020.
La realidad del whisky es bastante distinta. Con la intención de ganar terreno en el mercado local, Mendoza cuenta entre otros con uno de los proyectos de garaje más elogiados del país, que tiene una marcada tradición escocesa en su elaboración y se hace en Chacras de Coria.
Los multipremiados de Hilbing
La excelencia es un hábito. Eso bien lo saben en Hilbing Franke Distillery que desde hace más de 10 años han logrado con sus productos el reconocimiento internacional. Por supuesto el 2020 no fue la excepción, con el plus de que, además de que todos sus productos hayan sido reconocidos en el Destillata de Austria, recibieron medalla de plata en Canadá, un mercado al que les llevó seis años ingresar.
Con una tradición vitivinícola muy marcada en la familia, Rolando y Walter Hilbing –padre e hijo-, decidieron hacer destilados artesanales pensados para el mercado internacional. Hoy elaboran alrededor de 100.000 botellas al año de Malbec Gin, grapas de Cabernet Sauvignon, Malbec y una grapa Blend, y brandy, que se comercializan en Alemania, Austria, Canadá y Estados Unidos.
Walter Hilbing comentó que comenzaron a notar un resurgimiento de las bebidas blancas en el mundo. Algo similar a lo que pasó con la cerveza, desde hace 15 años la gente comenzó a interesarse por las espirituosas artesanales -que no es sinónimo de casero-.
Con una de las destilerías más modernas de la región y los conocimientos en la elaboración de destilados, los Hilbing salieron al mercados con productos originales con ese toque artesanal que estaban pidiendo los consumidores.
Además del multipremiado Malbec gin, que se elabora con alcohol neutro como base y que tiene en maceración hierbas como enebro, coriandro, cáscaras de cítrico, pétalos de rosa, flores de tilo y pasas de uva Malbec, desde hace dos meses la empresa familiar comenzó a elaborar su propio London Dry, el tipo de gin más consumido en el mundo.
Para Walter la mejor forma de tomar el gin más representativo de la empresa es con el infalible Gin Tonic, con una proporción de 70 de tónica y 30 de gin. Y la variante para el que no le gusta tan amargo con algunas gotitas de maracuyá.
Kunuk, la bebida que tomaban los Huarpes
La herencia familiar de una casa materna para los hermanos Roby se transformó en un proyecto laboral que ha llegado a ser reconocido en Estados Unidos como el mejor gin de Argentina, con medalla de plata y 92 puntos.
Entre fines de 2016 y principios de 2017, Federico, Juan, Tomás y Andrés decidieron comenzar las obras de la vivienda ubicada en Chacras de Coria y remodelarla a una bodega. Por algunos atrasos con las obras, para la vendimia de ese año terminaron elaborando su vino en otro lugar y el proyecto quedó pendiente.
En el invierno de 2017, un amigo de la familia llevó el alambique a su casa y estuvieron unos días destilando sidra. Ese fue el “¡Eureka!” para ellos y se dieron cuenta de que debían dejar la idea de la bodega y seguir ese camino.
Federico, uno de los hermanos Roby, contó que después de varias pruebas, devinieron en el gin cautivados por la flexibilidad de esta bebida para poder darle un toque personal, dependiendo de los botánicos elegidos.
A Kunuk llegaron a base de prueba y error, con la intención de buscar un gin artesanal con sabores bien mendocinos. La marca tiene una relación intrínseca con la historia de la provincia más allá de sus componentes, porque el kunuk era una especie de chicha que tomaban los Huarpes que se hacía con maíz. Y aunque por supuesto guardan sus secretos, su bebida incluye ingredientes autóctonos como hojas del aguaribay y pimienta rosa, algunos cultivos muy comunes en esta tierra como aceituna verde, manzana verde, manzana roja y pasas de uvas, y además ingredientes típicos del gin como el enebro y coriandro.
Hoy este gin está en pleno crecimiento. A pesar de que la pandemia de coronavirus afectó la principal actividad de la destilería, que ofrecía a los turistas elaborar su propio gin en una clase de destilado, acompañada de una clase de cocina, desde que salieron al mercado a mediados de 2019 hasta hoy, pasaron de una producción de 500 botellas mensuales a una proyección de 2.500, limitados por la infraestructura, con una demanda cada vez más fuerte.
El whisky de garaje
Aunque podría decir que su pasión por el whisky está en la sangre, Mark Mayne, ingeniero agrónomo muy ligado al mundo vitivinícola, comenzó con su destilería de garaje como un hobby, que de a poco se transformó en un proyecto muy serio y con perspectivas a futuro.
Su historia comienza con sus antepasados ingleses. Uno de ellos se casó con una mujer escocesa de apellido Singleton, una familia dedicada al whisky. De ahí nació el bisabuelo de Mark, quien heredó la destilería. Sin embargo, la tradición se cortó en su abuelo, quien a principios del siglo XX la vendió. La empresa quedó en manos de la reconocida Johnnie Walker, que registró el nombre Singleton como marca, por lo que su sello familiar lo puede usar.
Pero Mark se quedó con algo mucho más valioso, una receta familiar que desde hace tres años lo llevó a hacer en la cochera de su casa el Mark S. Mayne, su propio whisky de garaje.
El proyecto de Mark Mayne es muy joven y completamente artesanal, apuntando a whiskys tipo scotch, hecho 100% con cebada malteada, de alta gama que es Whisky Single Malt (o puro de malta) y a su vez entra en la categoría Cask Strength (sin agregado de agua), que tienen una graduación que tiene 50 grados de alcohol.
Su maduración se da en barricas, que al cabo de mínimo dos años se fracciona en botellas de 250 c.c. Cada partida que tiene es de una sola barrica, lo que le suma la categoría de Single Barrel (barril único).
Por año Mark saca solo cuatro partidas de 100 botellas cada una que actualmente se comercializan de manera bastante exclusiva en Mendoza, Buenos Aires, Rosario y alguna que otra en Neuquén.
Los secretos para disfrutar del whisky
La alta graduación alcohólica que tiene el whisky puede hacernos pensar que puede ser una bebida que no es para cualquiera, pero el creador de Whisky Lovers Mendoza, Pablo Tudela, nos dejó una serie de consejos que nos permitirán disfrutar más de la experiencia.
Según el aficionado al mundo de esta bebida y enólogo, la degustación es muy parecida a la del vino. En general, los pasos son siempre los mismos: vista, olfato, gusto y retrogusto.
- Vista
A diferencia del vino, en el que la vista es tan importante, la información visual puede ser engañosa la información que arroja. En el caso del escoses y el irlandés está permitido agregarle colorante caramelo que colabora con la tonalidad. En la gran mayoría de los casos, el color proviene de un agregado artificial.
- Olfato
En la nariz hay un tip que puede ser muy útil que es que colocando la copa en la nariz, sin agitarla como hacemos con el vino -porque la alta graduación alcohólica hace que no sea agradable y hasta puede adormecer o causar dolor-, si al hacerlo sentimos que arde quiere decir que, para el paladar, ese whisky necesita que se le agregue un poco de agua para bajar un el alcohol y eliminar lo que puede molestar.
- Gusto
Los aficionados al whisky aseguran que se mastica más que se toma. La diferencia con el vino es que por ahí se empuja el alcohol para que se vaya una vez que ya está en la boca y así poder disfrutar los sabores un poco más.
- Retrogusto
En el whisky esta es la parte más importante, para Tudela, porque es lo que hace que un producto como este que puede ser muy caro valga la pena comprarlo.
Es la cantidad de tiempo que los sabores y aromas permanecen en la boca. Pero eso no lo logra el consumidor, sino el whisky que es bueno.