El enólogo francés estuvo en Mendoza y adelantó a Guarda 14 el tour de cigarros y vinos que realizará en Abril en Clos de los Siete.
"En el vino hay mucho profesionalismo. Nosotros hacemos vino con profesionalismo. Pero hay algo que me disgusta un poco: veo que la gente toma vino pero no aprovecha ese vino. Toma y rápidamente intenta describirlo, buscar algo, explicarlo. Y no; el vino no es eso. El vino es un placer. Claro que se puede catar, sin dudas; y ese es mi trabajo. Para la gente que toma vino, tiene que tomarlo y aprovecharlo".
El concepto (y por qué no, un consejo a tener en cuenta) es del enólogo francés Michel Rolland quien, por estos días, estuvo en Mendoza e invitó a periodistas locales a un almuerzo en Bodega Rolland (en Clos de los Siete, en Tunuyán) para presentar The Cigar & Wine Tour, un acontecimiento en el que se podrán degustar los mejores cigarros de Davidoff junto a las etiquetas premium del grupo francés.
El tiempo para la presentación era escaso.
Rolland disponía de un poco más de dos horas para conversar con los comunicadores y almorzar antes de partir hacia el aeropuerto para tomar un vuelo con destino a Buenos Aires.
Sin embargo, sería suficiente para disfrutar la charla, el asado argentino -su plato favorito de la gastronomía nacional- y, por supuesto, el vino: una selección de etiquetas de su colección privada.
Tampoco le faltó tiempo para fumar un puro, y lo hizo sin ninguna prisa, porque de aprovechar se trata: eso fue lo que dijo al comienzo y lo que evidentemente practica.
En una mano el puro, y en la otra una copa de vino. La escena parecía un adelanto de lo que se vivirá a mediados de abril en su bodega para los fanáticos de los puros y vinos premium, para "bon vivants", para quienes disfruten de la compañía de Rolland y de la guía de un reconocido "master roller" ("armador") de cigarros.
Amante de los puros
No recuerda a qué edad comenzó su gusto por los cigarros, pero asegura que desde hace mucho tiempo disfruta –cuando puede- de un buen puro. Por eso, no dudó en dar el sí, cuando Carlos Fiks, representante de Davidoff Argentina, le hizo llegar la propuesta por whatsapp.
"Compartir un vino y un puro fue siempre la esencia de mi vida. En este evento vamos a demostrar que ambos van muy bien de la mano. Al momento que esta dupla brinda placer, no hay nada de qué preocuparse", responde Rolland cuando le preguntan si un cigarro se acompaña con vino o combina mejor con otras bebidas, y agrega: "Estamos en un época en la que pensamos demasiado. Si nos gusta el vino blanco y a ese vino lo tomamos con un puro y nos hace bien, eso está perfecto. Puede ser blanco, tinto, rosado y un puro. Y si es un gran puro, mejor aún".
Mostrar que se puede acompañar un puro con un vino y que, además, puede ser muy placentero, es el objetivo de este encuentro que incluirá tres jornadas de degustaciones, almuerzos, recorridos por bodegas y más. "Un vino y un puro o un vino con chocolate; y si es un puro con chocolate y vino, qué mejor", sentencia el enólogo.
Un vino único e irrepetible
La mejor parte de este tour de cigarros y vinos será, tal vez, cuando cada asistente reciba de manos de Rolland una botella magnum de un vino único e irrepetible, que llevará la firma del enólogo francés.
Su creadora, la enóloga Magdalena Rodríguez Maisano, explica de qué se trata. "Es un pequeño gusto que me dejó hacer Michel y lo hice con mi propias manos: coseché la uva, la seleccioné y roté las barricas, entre otras. Nadie más lo tocó. Está en botellas magnum y luego de que Michel lo probara, quedó seleccionado para este evento".
Como este blend ya está listo, durante ese almuerzo se degustó una copa. Siguiendo el consejo de Michel Rolland, los invitados se limitaron a aprovecharlo.
En abril será descubierto a pleno para el disfrute de un grupo exclusivo que vivirá una experiencia que promete ser inolvidable.
Algunas frases de Michel Rolland
"Hay muy buen vino en Argentina. Es un país que en 20 años progresó bastante rápido haciendo buenos vinos".
"Se hacen muy buenos vinos en Mendoza. Se ha aprendido mucho. Mejoró completamente gracias a la ubicación. Porque para el vino, Mendoza era, años atrás, la zona Este y esa zona significaba alta producción y un suelo no del todo bueno. Cuando se mueve el viñedo más arriba (Valle de Uco) el vino mejoró. Porque los suelos son mejores, la zona es mejor y hubo una buena evolución de los vinos".
"Por suerte, Argentina supo hacer bien el malbec. No se hizo cualquier porquería. Entonces, el malbec argentino tiene su fama, su buena imagen".
"Para aprovechar el vino hay que esperarlo".
"El coronavirus va a castigar a la industria del vino. Ahora no; es demasiado temprano para ver las consecuencias, pero sí va a castigar al mercado mundial".
"Con los años aprendí algo: no hay que relacionar nunca el negocio con la situación de un país. Sólo hay que saber adaptarse. Esa es la vida. Pasa en Francia, pasa acá y en todos los países. Hay que adaptarse porque no hay una situación perfecta, nunca. El negocio tiene que traspasar una crisis".
"Pienso que los criterios del buen gusto existen, desde casi siempre. Hoy en Argentina hay vinos con criterio de gran vino y es por eso que este país ha conocido tanto el éxito afuera. Hay que seguir así".