La casa de los Malbec más prestigiosos de Argentina presentó una nueva serie compuesta por dos Malbec nacidos a partir de la identificación de viñedos ubicados en dos apelaciones destacadas: Luján de Cuyo y Valle de Uco. Charlamos con el enólogo Gustavo Rearte acerca de este lanzamiento y todos sus detalles.
“En los Appellation utilizamos los mejores componentes de estas dos zonas vitícolas, con sus expresiones y características distintivas. Estos nuevos vinos de la línea expresan terroir. Identificar, como nosotros lo hacemos diario, las diferencias entre estos dos lugares de excelente producción de uva en Mendoza. Tan únicos y todavía explorables, nos dieron la satisfacción desde los primeros ensayos en 2017 de poder lograr estas expresiones bajo nuestra forma de entender al Malbec”, indicó Gustavo Rearte, enólogo de Achaval Ferrer.
Achaval Ferrer Malbec Appellation Luján de Cuyo es un blend de Malbec provenientes de viñedos localizados en Las Compuertas, Perdriel y Agrelo. El viñedo de Las Compuertas le otorga elegancia y carácter floral; Perdriel le aporta intensidad y Agrelo, al tratarse de viñedos plantados en el año 1923, con casi 100 años de historia, le da fuerza, especias y potencia en mitad de boca.
Por su parte, Achaval Ferrer Malbec Appellation Valle de Uco es el blend de Malbec que surge de viñedos ubicados de Gualtallary, Chacayes y Altamira. Chacayes, en Tunuyán, aporta notas del pedemonte, hierbas de la montaña y aguaribay, un árbol regional. Gualtallary, en Tupungato, otorga potencia, desfachatez e intensidad provenientes de la altura. Altamira, en La Consulta, debido al clima extremo combinado con la altura, provee mineralidad y un carácter más bien salvaje con taninos marcados.
Para Rearte, “En Valle de Uco hablamos de variables como la frescura, intensidad, perfiles de fruta/flores en los aromas. Pero luego encontramos una diversidad muy interesante en la mitad del paladar dada por los suelos aluvionales, altitudes y mircroclimas dentro del valle. En tanto, para Luján de Cuyo nos otorga sus florales y taninos aterciopelados. Elegancia, historia, complejidad. Luján de Cuyo, sus suelos y sus viñas viejas”.
Siguiendo la filosofía de mínima intervención en bodega, en el proceso de elaboración se utilizaron barricas de segundo y tercer uso durante 13 meses de crianza. Esto otorga menor presencia de tostados, producto de las maderas que van cerrando sus poros, lo cual permite una evolución más lenta y delicada en donde se mantiene el carácter frutal de los vinos, al mismo tiempo que se pulen los taninos.
“Buscamos mantener el esfuerzo que se hace en nuestras viñas y expresar cada uno de estos terroir de la manera en que cada uno lo hace. Trabajo en piletas de concreto pequeñas, micro vinificaciones, todos los conocimientos que podamos aportar para que el vino se exprese como debe ser”, indicó Rearte. Y agregó “Este proceso de compresión del terroir es importante acompañarlo con una explicación y con franqueza. Para nosotros eso es Achaval Ferrer: una franqueza en nuestros tres pilares como productores de uva y elaboradores de vino, pero también con la convicción de que podemos aportar conocimiento a nuestros consumidores”.
Así, respondiendo a su misión que consiste en elaborar, desde el terruño, vinos tintos argentinos de clase mundial, Achaval Ferrer lanzó estos dos nuevos Malbec que destacan las apelaciones de origen, completando su portafolio de prestigiosos Malbec.
En detalle
- Achaval Ferrer Malbec Appellation Luján de Cuyo: 7032 botellas
- Achaval Ferrer Malbec Appellation Valle de Uco: 7270 botellas
- Precio sugerido: $8500
- Disponible en las principales vinotecas y restaurantes del país
