Cada año, el tercer lunes de enero lleva la denominación de ser el día para el bajón. Sin embargo, hay opciones para afrontarlo.
Los humanos acudimos a la ciencia para responder de la manera más rigurosa posible todos aquellas preguntas que requieren un trabajo arduo sobre los distintos factores a resolver dada la problemática.
Y aunque parezca extraño, un coeficiente que reúne varias variables determinó cuál es el día más triste del año y lo conocemos como el Blue Monday. El investigador Cliff Arnall utilizó factores como el clima, las deudas, el dinero con que llegamos a fin de mes, el vacío emocional que deja la Navidad, la ansiedad por alcanzar las metas propuestas, la frustración por aplazar promesas hechas en el principio del año, entre otros factores.
Reuniendo todo esto, determinó que el tercer lunes de enero es el día más triste para la humanidad. Este 17 de enero es entonces el responsable de cargar con esa mochila en el 2022.
Sin embargo, hay muchas alternativas para darle vuelta a la página y torcer el destino de la ciencia. Aunque se entiende que es un estudio que no puede atender las particularidades sino más bien intenta hacer una regla general, aún así podemos sorprenderlo disfrutando de un buen momento en lo que queda de la jornada.
Como sabemos, una buena forma de hacerlo es descorchando nuestro vino favorito. Si todavía no tenés una elección, te dejamos tres etiquetas que te van a alegrar el día más triste del año.
Testarudo Lambrusco Grasparossa
Este vino cosecha 2015 del varietal Lambrusco Grasparossa te va a sacar una sonrisa. Es artesanal, elaborado con fruta madura y levaduras naturales. Es un producto 100% lambrusco de color rojo violáceo, frutado y redondo en boca. Entre los sabores que se identifican se destaca la frutilla y algunas especies con aromas fuertes. En la boca se perciben los taninos de manera ligera y fresca.
Bombus Chardonnay
Para los amantes de los vinos blancos este Chardonnay fue desarrollado con uvas provenientes de Agrelo, Luján. Es de color oro, intenso y brillante. En nariz tiene aromas de frutas tropicales, cítricos y notas minerales. En boca es fresco y equilibrado, con buena acidez y complejidad. Es una fiesta en el paladar que llega de la mano del enólogo Luís Martínez.
Mi Terruño Reserva
El último vino para afrontar el día más difícil es Mi Terruño Reserva, un vino del varietal bonarda en un 100%, que posee taninos elegantes con persistente final en boca. La crianza en barricas de madera se perciben gracias a las notas de vainilla y chocolate. Tiene al menos siete meses de paso por roble francés y americano. Los viñedos tienen 60 años de edad y están establecidos en Santa Rosa, Mendoza. Es un buen Bonarda del Este.
