Debido al alto consumo de azúcar muchos han comenzado a plantearse una vida más sana y así restringir este producto de sus comidas. Pero cómo hacer para equilibrar el vino y las costumbres saludables.
A lo largo de los años y sobre todo con el paso de la pandemia, las personas han cuestionado sus actos en la cotidianidad y buscan cada vez más formar parte de lo saludable. El azúcar se ha relacionado con problemas de salud como diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares y caries, por nombrar algunos, por eso en esta nota te contamos cómo incluir el vino en una dieta equilibrada.
El vino si tiene azúcar, pero no de las agregadas, las uvas maduras contienen azúcares de forma natural, y en el proceso de convertir el jugo de uva en vino la mayoría de los azúcares se convierten en alcohol a través de la fermentación. Cualquier azúcar que quede después de este proceso se llama azúcar residual y ésta es la mayor fuente de azúcar de un vino.
No todas las botellas incluyen los valores nutricionales del vino, pero si se puede elegir por las descripciones de la bebida. Por ejemplo, si un vino se describe como “seco”, eso significa que hay menos de 10 gramos por litro de azúcar residual o un vino “dulce” o de postre tiene más de 30 gramos por litro.
El espumoso, por su parte también es considerado de bajo en azúcares teniendo en cuenta del seco al más dulce: extra brut, brut, extra sec, sec, demi-sec, entre otros. En cambio, algunos productores agregan azúcar o concentrado de uva para endulzar un vino (generalmente de menor calidad); estos son los azúcares agregados que debe tener en cuenta. Se recomienda limitar la ingesta diaria de azúcar añadida a unos 25 gramos y 36 gramos, según los especialistas.
Cómo incluir el vino en una dieta baja en azúcar
El vino seco y el brut burbujeante se consideran ampliamente aptos para las dietas bajas en azúcar. De hecho, la mayoría de los vinos, cervezas y licores contienen poca o nada de azúcar, pero el inconveniente llega con los demás componentes del trago.
Una de las claves para hacer efectiva esta quita en dieta es la forma de beber y mantener sus objetivos nutricionales bajo control. Lo primero a tener en cuenta es cuánto está bebiendo. La recomendación es no más de una bebida al día y sin llenar la copa.
Al referirnos a que si se puede tomar una copa y llevar una vida saludable es a no reemplazar una comida completa con una copa de vino. Si estás comprometido a seguir buenos hábitos de nutrición y consultar a su médico al tomar decisiones de salud, el vino puede ser la dulzura de un estilo de vida bien equilibrado.
