En Finca Victoria, la bodega familiar de los hermanos Durigutti desarrolla una línea de vinos que apunta a preservar el legado cultural y patrimonial de la IG.
El distrito de Las Compuertas, en el corazón de Luján de Cuyo, es uno de los corredores históricos del Malbec en la provincia, ya que sus tierras albergaron las primeras cepas del varietal insignia de nuestro país.
En esta zona, una de las más antiguas y tradicionales de la provincia, con plantas centenarias y una exquisita historia vitivinícola, se emplaza la bodega propia de los hermanos Durigutti, Finca Victoria, el nombre, en honor a su madre.
Es aquí donde la tradición, la historia del Malbec y la innovación se amalgaman y le dan vida a un gran proyecto de vida “integral e integrador, vitícola y turístico” como señalan desde la propia bodega.
“Buscamos, por un lado, preservar el legado patrimonial y cultural de Las Compuertas como IG y, por el otro, desarrollar la máxima innovación en el cultivo, con una viña y una bodega con certificación orgánica y un trabajo sustentable que apunte a un desarrollo integral de toda la región”, apuntan desde la Bodega.
Es así como nace la línea Proyecto Las Compuertas, integrada por 7 vinos orgánicos “de finca”, un concepto mediante el cual buscan resaltar el ADN del lugar y posicionar a esta prestigiosa cuna del vino que apunta a la calidad a nivel internacional. La bodega elabora una amplia gama de etiquetas premiadas, con casi 20 Malbec en su porfolio y dos de ellos, representativos de la zona de Luján.
Por un lado, quizás el Malbec más emblemático de la finca, “Proyecto Las Compuertas Malbec Cinco Suelos”, es un vino realizado a partir de los cinco perfiles de suelo identificados en Finca Victoria, cuyos componentes se elaboran por separado 100% en cemento y luego se realiza el corte final.
Por el otro, el “old vines” Proyecto Las Compuertas Malbec 1914, proveniente de suelos arcillosos típicos de la zona, fermentado en cemento y posteriormente criado en fudres de roble de 2000 litros. Este vino debe su nombre al año de plantación de las vides que le dan origen; más de 100 años de vida en una botella.
Sobre la búsqueda en la creación de estos Malbec orgánicos de Las Compuertas, Pablo Durigutti explica: “Nuestros vinos son una búsqueda constante de la expresión de lugar, en este caso es llevar el paisaje de Las Compuertas en la copa y que eso, en su conjunto, pueda percibirlo el consumidor. Estos Malbec buscan el equilibrio entre el clima, el suelo, la gente, la cultura arraigada en este origen, sin alterar la biodiversidad y el ecosistema. Este concepto es el que nos proponemos interpretar en el vino. En Finca Victoria aplicamos los conceptos de agricultura regenerativa y trabajo orgánico como una forma de preservar esa biodiversidad y afrontar los desafíos frente al impacto del cambio climático”.
Con la idea de ofrecer vinos contemporáneos con frescura y elegancia, casi toda la línea se elabora en concreto, sin paso por madera, a excepción de los vinos icónicos de la línea que completan su crianza en fudres. Se trata de un proyecto con visión a largo plazo, profundo sentido de pertenencia con el lugar y justo equilibrio entre tradición e innovación.