Este aceite fue conocido a través de la dieta mediterránea. Fue así que un grupo de investigación estudió cuál es el componente que puede ayudar a evitar enfermedades del corazón, teniendo una alimentación balanceada y con grasas saludables.
En la era de la digitalización el alcance de información es casi inmediato para todo aquel que tenga un medio movil o computadora con internet. Muchos famosos han estado hablando de el consumo en ayuda de ciertos ingredientes que usan para condimentar alimentos, como por ejemplo el consumo de una cucharada en ayunas de aceite de oliva o vinagre.
Estas costumbre suelen estar hace varios años pero la ciencia a demostrado que el consumo medido del aceite de oliva en las personas puede prevenir enfermedades cardiovasculares. El informe fue realizado por científicos de España y publicado recientemente en The New England Journal of Medicine.
Como conclusión el estudio determinó: “En este estudio con personas de alto riesgo cardiovascular, la incidencia de eventos cardiovasculares mayores fue menor entre los asignados a una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, que entre los asignados a una dieta reducida en grasas”.
Cuáles son los beneficios encontrados
La premisa de la investigación estuvo basada en que la tradicional dieta mediterránea suele contener alimentos altos en grasas saludables y que esta podría ser la más indicada para aquellas personas que tenían riesgo de enfermedades cardiacas. Los participantes elegidos fueron hombres de 55 a 80 años o mujeres de 60 a 80 años, sin enfermedad cardiovascular en el momento de la inscripción, que tenían diabetes tipo 2 o al menos tres de los siguientes factores de riesgo principales: tabaquismo, hipertensión, niveles elevados de colesterol de lipoproteínas de baja densidad, niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad, sobrepeso u obesidad, o antecedentes familiares de enfermedad coronaria prematura.
Este estudio implicó años de procesos primarios y secundarios, también a una gran población estudiada para poder dar así resultados reales. A la par de los que consumían el aceite de oliva había dos grupos más que estaban enfocados a la alimentación con frutos secos y aquellos que no tenían restricción alimentaria. Los participantes del grupo asignado a una dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra recibieron 1 litro de aceite a la semana por hogar, con la recomendación de consumir al menos 4 cucharadas diarias de aceite de oliva virgen extra por persona.
En este estudio que involucró a personas de alto riesgo sin enfermedad cardiovascular, la asignación a una dieta mediterránea sin restricción de energía complementada con aceite de oliva virgen extra o nueces se asoció finalmente con un menor riesgo de eventos cardiovasculares importantes durante un período de 5 años que la asignación a un dieta de control (baja en grasas), con una diferencia relativa del 30% y una diferencia absoluta de 1,7 a 2,1 puntos porcentuales. “Nuestros hallazgos respaldan un efecto beneficioso de la dieta mediterránea para la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular”, cierra el reporte científico.