El CEO y cuarta generación dentro de Bodegas López, fundada en 1898 en el corazón de Maipú, habló de los cambios que vivió el varietal a lo largo de su historia y cómo fue la evolución que tuvo dentro de la bodega.
En el marco de una nueva Vendimia, Los Andes y Guarda14 realizaron el especial audiovisual “25 años del Malbec”. Referentes de la industria brindaron entrevistas en las que repasaron algunos de los sucesos más importantes en este tiempo. En ese contexto, Eduardo López, CEO y cuarta generación dentro de Bodegas López, fundada en 1898 en el corazón de Maipú, fue uno de los protagonistas.
El bodeguero habló de la presencia que siempre tuvo el malbec en la empresa familiar y la evolución que se pudo apreciar: “El malbec en Argentina ha sido y es la variedad emblemática. Si nos remontamos a 40 o 50 años atrás, el vino de mesa estaba elaborado con malbec. Las variedades siempre existieron en el país y Mendoza, lo que pasa es que antes no se estilaba decir las variedades en la etiqueta o poner ‘estos vinos están elaborados con estas variedades’. Eso fue evolucionando hasta hoy que prácticamente si no pones el varietal se toma como vino de mesa. Se ha desarrollado tanto el malbec y otras variedades que es casi indispensable ponerlo en las etiquetas”.
Para el empresario, “hoy se elabora un malbec con mucha más tecnología que hace varios años atrás”. Y en ese sentido, profundizó: “Cuando hablamos de tecnología, lo hacemos en referencia a la elaboración, la molienda, el frío, la conservación de los vinos, la higiene, el embotellado, en todo el proceso. La forma de fermentar es similar, pero la tecnología hace que hoy, con la misma uva y viñedos que hace muchos años atrás, produzcamos mejores vinos. Ese es el quid de la cuestión. Lo que Mendoza y Argentina ha desarrollado, no solo en el malbec, sino en todas las variedades, es la especialización. Se pueden elaborar distintos tipos de malbec, distintos tipos de vinos, todo partiendo de la misma uva. Ahí es donde las bodegas tenemos diferentes estilos, que es lo que distingue nuestro vino del de otras bodegas”.
La clave de las exportaciones
“A partir de los ‘90 es cuando la industria vitivinícola argentina se empieza a conocer cada vez más y a exportar más. Si bien se vendía al exterior desde los ‘60, el gran desarrollo del vino argentino en el mundo se da a partir de esa década. Incluso, coincide con una situación del país de apertura, creo que ahí es donde el malbec comienza a tener un poco de representatividad en el mundo consumidor de vinos”, recordó. sobre la importancia de las ventas al exterior para la consolidación del varietal.
López también destacó: “Las exportaciones de malbec fueron evolucionando a medida de que también fue evolucionando el mercado externo y se fue conociendo el malbec, que era una uva emblemática de Argentina, que solo se producía en esta zona. El vino fue gustando, los estilos fueron gustando y el país se caracteriza hoy porque gran parte de su exportación es el malbec y desde afuera te piden este vino. Por supuesto que exportamos cabernet, merlot y un montón de cosas, pero el malbec es el centro”.
“Las exportaciones han ido creciendo mucho de hace 30 años vender muy poquito, a ahora llegar a casi 1.000 millones de dólares donde el malbec juega un papel muy importante. Incluso, la promoción del país en el exterior se basa fundamentalmente en malbec”, completó.