A principios de noviembre una gran helada tardía se llevó mucha de la producción agrícola de muchas provincias. Algunos varietales alcanzaron el 50% de pérdida en su producción y ahora miran al futuro.
Las heladas del 1 y el 2 de noviembre provincia causaron mucho daño en los productores de frutas y verduras. Uno de los rubros más golpeados fue el del vino. Los datos de denuncias por las últimas heladas apuntan a una baja en la producción en Argentina, con respecto a este año.
Los números oficiales señalan que habría unas 56 mil hectáreas de viñedos, con un daño promedio del 57% para el Sur, del 52% para el Este, del 42% para el Valle de Uco y del 33% para el Norte.
Desde lo ocurrido a la fecha varias bodegas ya se movilizaron para conseguir la materia prima que les falta en el afán de seguir produciendo, sobre todo para exportación.
Cómo ven el 2023 las bodegas de Mendoza
Guarda 14 habló con dos productores y bodegueros que se vieron afectados, pero que ya están planeando para el siguiente año. El primero en ser consultado fue Sharbel Morcos de Bodega Morcos, quien contó a este medio cómo están afrontando la situación.
En un de las fincas no quedó nada para el año que viene, actualmente buscan compensar con lo que quedó en la otra finca para mantener la mano de obra de los empleados y para que no se caiga la actividad productiva.
“Nosotros tenemos 4 fincas y se ha helado una entera y otra media más. Por lo que con las que quedaron compensan para seguir produciendo, lo que da la posibilidad de hacer un pozo económico para seguir manteniendo el lugar”, dice Sharbel Morcos.
La helada tardía afecta a la bodega en el volumen de uva que ingresa, y repercute también a los compradores de DiamAndes. Porque al haber menos uva, el precio sube pero esto podría tener consecuencias en los precios de vinos en góndola.
Para el 2023 Sharbel afirma: “Vamos a seguir trabajando en las tres áreas que tenemos, el mercado externo de los vinos de alta gama, en el mercado interno y externo de vinos de innovación y en el local con los vinos que más venden. Estamos confiados en que vamos a poder seguir bien, pensamos mucho en el personal que trabaja en nuestra empresa, que generalmente son los que más sufren estos problemas”.
Desde Bodega Pumalek, que está ubicada en Ugarteche también analizaron las pérdidas. Por el momento tiene dos fincas, una con variedad lambrusco y ha tenido un daño del 60% y la otra de malbec en 50% de perjuicio por la helada.
La pérdida significa que está bodega producirá 60% menos de vino con la contabilidad de una sola finca. Al helarse en esa época la flor se congelo y generó un nuevo brote con otra flor, pero es poco probable que ésta madure.
La mayor cantidad de vino que producen es para el mercado interno y muy poco se exporta a Estados Unidos. Como vendedores de uva para otras empresas la gran pérdida es esta comercialización. Porque deberán hacer una cuenta sobre el remanente que sea factible vender. “La producción de vino es un negocio a largo plazo y la venta de uva es una opción de ingresos más inmediato”, agrega Eduardo de Pumalek.
Desde el lado del productor los precios de la uva y la forma de pago por parte de las bodegas compradoras no han sido buenos estos años y eso va desmejorando la calidad de atención de los viñedos. “Mucha gente no pudo comprar combustible o carburante para frenar la helada”, afirma.
Actualmente, el precio de uva está en $80 por kilo, la problemática está en que son pagados a 6 meses, que con la inflación que tiene el país representa un 60 o 70% del valor pactado. Por lo que esperan los pagos sean más ágiles.