Desde la pandemia la conciencia por consumir alimentos y bebidas que aporten se volvió indispensable. Las generaciones más jóvenes eligen los vinos orgánicos, hechos con el fin de ser sustentables en el tiempo.
El vino orgánico llegó para quedarse, es un vino hecho con mucha conciencia ecológica y furor entre las generación de millennials y centennials. Cada vez más los jóvenes se preocupan por el medio ambiente y por los productos que ingieren. Si bien hace años se realiza esta clase de vino, este año se ve más acrecentado su consumo.
Para el grupo etario de 25 a 30 es un planazo ir por una copa de vino en sus juntadas. Antes esta etapa de la vida estaba cubierta por cócteles u otras bebidas alcohólicas. Desde la pandemia una gran cantidad de personas se comenzaron a preocupar por las formas de consumo, y claro de producción.
El vino orgánico cubre varias necesidades para estas dos generaciones, primero el entender qué estamos incorporando a nuestro organismo y segundo el cuidado de la tierra. “La demanda de vinos orgánicos ha aumentado de manera considerable, acelerando una tendencia que ya se veía en los distintos mercados”, asegura el informe del INV realizado en 2022.
Por otro lado, la búsqueda de nuevos mercados, innovación y lograr la diferencia hace que las ventas de estos productos sigan en crecimiento en valor y volumen. Argentina posee 96.476 ha cosechadas bajo certificación orgánica, de las cuales el 9,6% corresponde a vid (SENASA, 2021).
¿Cuánto vino orgánico cosecha Argentina?
En 2021, se cosechó 9.300 hectáreas de vid certificada como orgánica, lo cual representa el 4,4% del total cultivado en el país. La superficie cosechada de vid orgánica ese año aumentó un 76% respecto al 2012 y 7% respecto al año anterior. Si bien la producción de uva orgánica es aún baja en comparación con los países más importantes en la materia, el promedio anual de crecimiento es del 38%.
“Los datos provisorios de la campaña 2022 indican que fueron 142 establecimientos los que ingresaron uva orgánica por un total de 706.171 quintales. Mendoza recibió el 60,9% de ese total, La Rioja es la segunda en importancia con 18,6% y San Juan en tercer lugar con 17,9%”, dicta el estudio del INV.
Este informe destaca el consumo de vino y la venta de vino de este año. Las cifras aumentaron un 26%, la marca más alta en cinco años. Muchos consideran a estos números producto del gran consumo de los millennials y centennials.
Actualmente, muchos jóvenes buscan viñas orgánicas y se preocupan por cuidar y respetar la biodiversidad, al mismo tiempo que sus cuerpos. También es notable que los precios de estas botellas son accesibles para varios y la cercanía es mayor.
La reivindicación de las uvas y el vino por veinteañeros y treintañeros viene de que hay muchos más productores de esta edad. Con otra mirada y enfoque que piensa en el presente y el futuro. En aprender sobre nuevas formas de producir y de consumir para tener un mundo mejor.
