Una cucharada por la noche, antes de dormir, puede dar resultados muy favorables para la salud.
El aceite de oliva, un pilar esencial de la dieta mediterránea, no solo es una opción culinaria popular, sino también un remedio natural complementario a los tratamientos médicos, especialmente cuando se consume antes de dormir. Se aconseja elegir un aceite de oliva extra virgen, el tipo menos procesado y de mayor calidad, ya que garantiza una mayor concentración de nutrientes y beneficios para la salud.
Estas son algunas virtudes menos conocidas de este aceite si se bebe una cucharada antes de dormir:
- Contribuye a mejorar la calidad del sueño, favoreciendo un descanso reparador.
- Beneficia la digestión, ayudando a aliviar problemas estomacales.
- Proporciona una sensación de saciedad, lo que puede ser útil para controlar el apetito.
- Contribuye a convertir la grasa “mala” en “buena”, lo cual es positivo para el organismo.
- Ayuda a controlar el sobrepeso y la obesidad, lo que indirectamente ayuda en la prevención de la diabetes.
- Tiene efectos positivos en la regulación de la hipertensión arterial, protegiendo así la salud cardiovascular.
Por si fuera poco, el aceite de oliva es conocido por su capacidad para controlar los niveles de colesterol, brindando protección adicional a la salud del corazón. El aceite de oliva no solo es un ingrediente rico y versátil en la cocina, sino también un aliado para la salud y el bienestar general cuando se incorpora adecuadamente en nuestra dieta diaria.
El poderoso efecto del aceite de oliva
Según el Centro de Investigación Biomédica en Red‐Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición de España, los notables beneficios del aceite de oliva se atribuyen a la conversión de sus grasas en una hormona llamada oleilatanolamida. Esta hormona tiene la capacidad de transformar la grasa “mala” en una forma más beneficiosa para el cuerpo.
Además, el aceite de oliva es rico en antioxidantes, polifenoles y vitamina E, lo que lo convierte en un aliado para la salud. Para aprovechar al máximo estos efectos, se recomienda consumir una cucharada de aceite de oliva antes de ir a dormir. También se puede utilizar como condimento en la cena para agregar su sabor y beneficios a la comida.
La cantidad recomendada para el consumo diario oscila entre tres y seis porciones. No obstante, aquellas personas con obesidad que estén siguiendo un tratamiento dietético deben ajustar su ingesta bajo la supervisión de un médico.
El papel del aceite de oliva en la cocina es crucial, ya que se utiliza como aderezo en ensaladas y guisos, e incluso para freír vegetales. En este último caso, los expertos en nutrición aconsejan preferir el aceite de oliva por encima de otros aceites vegetales, debido a que mantiene sus propiedades incluso a altas temperaturas.