Cuando abrimos una botella de vino muchas veces nos preguntamos qué hacer con la cápsula que cubre el tapón de corcho.
Una de las partes más visibles y funcionales de una botella de vino es lo que comúnmente se denomina cápsula. Esta lámina que envuelve la parte superior de la botella, cubriendo el cuello y el tapón, tiene una historia y una función importante en la conservación y presentación del vino.
En sus inicios, la cápsula tenía un propósito puramente funcional. Servía para proteger el interior de las botellas de posibles contaminantes como insectos, roedores y suciedad que pudieran afectar los corchos de los tapones. Con el tiempo, su función ha evolucionado y se ha convertido en una parte integral de la botella de vino, utilizada tanto para propósitos estéticos como prácticos.
Las cápsulas no solo tienen una función protectora contra elementos externos, sino que también desempeñan un papel en la estética y la marca del vino. Algunos productores las utilizan como una forma adicional de expresar la identidad de su marca. Mientras que otros han optado por eliminarlas por completo, alegando razones ambientales, de costos y estéticas.
Además de su función protectora, las cápsulas sirven como garantía de que la botella no ha sido abierta previamente, lo que es crucial para la industria del vino. También contribuyen a la imagen y percepción del producto, lo que las convierte en un elemento importante en la comercialización de los vinos.
En cuanto a los materiales utilizados para fabricar las cápsulas, el plomo solía ser común, debido a su maleabilidad y facilidad para tomar la forma deseada. Sin embargo, se prohibió su uso en la década de 1990 debido a preocupaciones de salud pública, ya que dejaba residuos en el borde de la botella. En su lugar, se han adoptado materiales como estaño, aluminio y PVC, cada uno con sus propias ventajas y aplicaciones.
Cómo quitar la cápsula para destapar el vino
La forma correcta de quitar la cápsula antes de abrir una botella de vino, es cortarla en línea recta alrededor del cuello de la botella, justo unos milímetros por debajo del borde. Esto evita que la cápsula entre en contacto con el vino al verterlo, asegurando un vertido limpio y sin contaminantes.
La cápsula de una botella de vino, aunque evolucionada desde su función original, es una parte importante de la presentación, protección y garantía de calidad del vino, además de contribuir a su identidad y marca. Su material y la forma de quitarla son aspectos esenciales para considerar para disfrutar plenamente de la experiencia del vino.