En el último mes, fueron cuatro los ejemplares de Mendoza que alcanzaron reconocimientos internacionales y la provincia se posicionan como una de las más importantes del país.
Oro, plata y bronce. No, no estamos hablando de la cosecha de medallas de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos, sino de los reconocimientos que han alcanzado los gins de Mendoza en algunas de las más prestigiosas competencias internacionales de bebidas espirituosas.
Es que en el último mes varias destilerías se sumaron al camino de los galardones que había iniciado la pionera Hilbing hace más de 10 años y anotaron sus nombres entre los más destacados gins del mundo según la International Wine & Spirit Competition (IWSC) y el World Gin Awards 2021.
La más flamante incorporación a los ganadores es el último lanzamiento de la destilería Casa Tapaus, perteneciente a Familia Millán. Se trata de Gin Terrier Old Tom, que fue elegido como el mejor exponente de Argentina y se llevó medalla de oro en el World Gin Awards.
El reconocimiento cualitativo de los destilados de Mendoza se ha visto respaldado por un crecimiento cualitativo exponencial, no solo en la provincia, sino en el país. La incipiente industria de los destilados locales es actualmente la cuarta del país, en un ranking que se actualiza mes a mes.
Si pasamos a las cifras, según lo publicado por Destil.ar, que se especializa en el crecimiento del gin en Argentina, en noviembre de 2020 eran 126 los ejemplares registrados y disponibles en el mercado a lo largo y ancho del territorio nacional. Para julio de 2021 la cantidad había crecido en un 122%, llegando a los 280 gins.
En el caso de Mendoza en particular, que al comenzar el recuento era la segunda detrás de Buenos Aires con 14 etiquetas, fue desplazada por Córdoba y Santa Fe, pero creció en un 50%, llegando a las 21 opciones a disposición.
El fenómeno del gin
Este boom de los destilados del que ya llevamos un tiempo hablando, parece haberse consolidado en Mendoza por varios motivos. Lucho Morales, bartender profesional y encargado de Chachingo, explicó que esto puede estar pasando porque la gente está más dispuesta a probar nuevas cosas, lo que anima a los productores a innovar con productos que puedan competir con las grandes marcas industrializadas. También, desde su visión profesional destacó que los bartenders o las escuelas de coctelería han logrado instruir a los consumidores para que cuando se sienten en la barra de un bar puedan pedir algo diferente. “El cliente ya no compra una bebida, sino que invierte en algo que va a consumir y le va a dar una experiencia”, dijo Morales.
“La situación del país hizo que nos reinventemos en el consumo y lo vamos logrando más en lugares donde se puede ofrecer más que las bebidas tradicionales, explicando todo lo que puede tener una bebida entre botánicos, procesos e historias”, ponderó el bartender.
A nivel país, Lucho Morales consideró que uno de los puntos de inflexión para el desarrollo de los destilados fue encontrar el punto justo y los lugares donde explotar la riqueza de las materias primas que tiene el país. “El darnos cuenta de que podemos realizar un producto de alta gama, como lo hace Europa o Estados Unidos, fue la clave para el crecimiento. Como bartender, lo que buscamos es mostrar que el producto nacional no es de baja calidad, como se podía considerar antes, sino que está a la par del importado”, sostuvo.
“Argentina tiene mucho para dar y los argentinos tienen mucha creatividad para reinventarse y salir a flote. También, el país está muy bien posicionado en coctelería, con bares y bartenders referentes en el mundo”, añadió.
Maximiliano Salomón, elegido como el bartender del año de Argentina en la World Class Competition 2019, habló de las cualidades productivas que llevaron al gin a convertirse hoy en el principal destilado que se elabora en el país. “Es más fácil de elaborar, más rápido, no necesita añejamiento, ni barricas, por lo que se pueden hacer producciones más veloces y hasta más baratas, por el menor tiempo que se emplea”, enumeró.
Así mismo, pese al crecimiento que se ha visto en los últimos años, consideró: “Es difícil competirles a las marcas más conocidas porque son industrializadas y compran los insumos al por mayor, algo que no se da con marcas más chicas que compran en partidas más reducidas, lo que hace que sea un poco más caro”.
Salomón comparó la moda del gin con lo que ya pasó en Europa. “En España, el boom del gin tonic viene desde hace más de una década y hay muchas marcas. Allí se da que cada provincia elabora los suyos con los botánicos de la zona, algo que también se da acá para regionalizar los productos”, declaró.
La experiencia de los ganadores
En el año 2017, la Familia Millán decidió ampliar su portfolio de bebidas alcohólicas y encontró un verdadero tesoro escondido en Luján de Cuyo. Es que literalmente Tapaus significa eso en huarpe milcayac. Además del premiado Old Tom, Gin Terrier cuenta con las variedades Citric, Spicy, Wild y Pink, de las cuales se elaboran 70.000 botellas por el mes, una cantidad que quieren duplicar en 2022.
Para Mariana De la Cruz, encargada de Casa Tapaus, el éxito de los gins de Mendoza viene de la mano de la experiencia de la industria vitivinícola. “Si bien es un producto diferente, sabemos cómo manejar los gustos, las necesidades, exigencias y expectativas de cada consumidor. Sabíamos que había que arrancar desde arriba para crecer superando límites”, comentó.
Así mismo, ese respaldo en el mundo del vino es para De la Cruz lo que puede hacer que la provincia sea referente en los destilados. “A nivel nacional sabemos que cada vez estamos más abiertos a aceptar y confiar en un producto argentino. Un poco por la economía del país, que nos aleja de productos importados y otro poco porque empresas como la nuestra apuestan a hacer las cosas como se deben, trabajando con responsabilidad y dedicación en busca de la excelencia”, argumentó.
Así como los productores de Andes Gin habían contado a Los Andes que ganaron su medalla de oro y los 98 puntos de la IWSC sin ni siquiera salir al mercado, Jorge Crotta y Federico Colombo lograron una medalla de plata en menos de un año de experiencia con Argentina Wild Gin.
Ambos provenientes de la industria del vino decidieron encarar el proyecto y armar una receta propia más como un hobby, pero trabajado con mucha seriedad. Con pruebas y errores que todavía continúan, arribaron a un resultado prometedor que en menos de un año en el mercado ya comenzó a recoger elogios y que ha logrado conquistar a nuevos consumidores que quizás no eran muy adeptos de las bebidas alcohólicas.
Pese a que la idea de hacer su gin no fue como respuesta al crecimiento de los destilados, sí saben lo que pasa en el país y mundo. “Empiezan a nacer productos más artesanales como una consecuencia de la evolución del consumidor y quiere algo más personalizado”, opinó sobre el inicio de esta moda Jorge Crotta. Y, al igual que De la Cruz, destacó el respaldo que le ha dado a Mendoza la vitivinicultura para posicionarse como uno de los productores de gin del país.
La clave en su producto “salvaje” está en que decidieron ponderar los productos locales con la idea de representar a Argentina en el exterior, con el agua del deshielo obtenida de una vertiente natural y las flores de manzanilla como protagonistas mendocinos. Con el enebro de la Patagonia, los cítricos del norte y botánicos del centro del país logran un producto que lleva la impronta nacional.