Ya sea en reuniones con amigos como también en una cena íntima, esta bebida se adapta a muchas circunstancias.
Cada vez que alguien se enfrenta ante la difícil situación de tener que elegir un vino para acompañar un momento, se abre un abanico de posibilidades tan amplio como gustos tenga esa persona.
Una de las mejores herramientas a la hora de seleccionar las opciones que forman parte del enorme catálogo es tener claro el contexto en el que será consumido. No estamos hablando solo de maridaje, aunque definitivamente forma parte del combo.
Entender los “momentos” facilitará la elección del tipo de vino más adecuado. En este caso vamos a detenernos en los vinos blancos. ¿Cuáles son los mejores contextos para sacar un vino blanco de la vidriera o la góndola?.
El maridaje, esencial para elegir
Como dijimos, el maridaje es un elemento central para definir la pertinencia de un vino. Seguramente muchos consumidores se ajustan a la regla: “para carnes rojas un tinto y para pescado un blanco”, pero vamos a complejizarlo.
El primer elemento a definir es qué tipo de vino blanco, por ejemplo, un Sauvignon Blanc. Además de los mariscos y pescados, buenos acompañantes de este vino son los quesos de cabra, las ensaladas y hasta las pastas con salsas suaves con rellenos de ricotta por nombrar alguna variedad.
Para poner un ejemplo, el López Sauvignon Blanc de Bodegas López es ideal para acompañar “carnes blancas, pescados, mariscos y pastas con salsas suaves”. También se recomienda el consumo a una temperatura de 8 a 10ºC, así como beberlo joven, dentro del año de envasado. En la tienda de Los Andes podés encontrar otras opciones para este varietal.
Todos estos puntos mencionados otorgan el marco para mencionar los otros factores que inciden en la elección del vino, más allá del maridaje. Algunas de ellas son el estado del clima, el tipo de reunión, el momento del día, etc.
Con toda esta información ya disponible, elegimos tres momentos ideales para consumir un buen vino blanco:
El clásico
Como ya te contamos, el Sauvignon Blanc es perfecto para acompañar carnes blancas. Entonces no podemos perder la oportunidad de elegirlo entre las opciones de la carta de un buen restaurante. Si el consumidor es amante de los risottos de mariscos, ceviches o el pescado a la parrilla, ya tiene su maridaje perfecto. No excluye la opción de elegir un plato con aves.
El Sauvignon Blanc es una opción ideal, entonces, como acompañante de estas cenas de restaurante o íntimas en el hogar.
La previa
El título no deja margen a explicación. El Sauvignon Blanc es un gran acompañante de tablas de quesos y comidas para picar. Un vino blanco será el indicado para este momento.
Puede no ser el único vino: blanco para la picada, tinto para el asado. En cualquier caso, es pertinente para la reunión con amigos, el brindis con las copas y las tablas en la mesa.
¿Por qué no?
Se acercan los días de más calor y las juntadas al aire libre. Para estas ocasiones, el listado de opciones es infinito: el clásico asadito, un lomo, las hamburguesas. las pizzas... Y para cada opción hay un vino, claro.
Estas reuniones “al aire libre” tienen la particularidad de que generalmente, salvo la opción parrilla, no se prestan para preparar comidas muy elaboradas. La salida fácil es el sándwich, en todas sus alternativas. Sin embargo, cada vez se extiende más la opción de las ensaladas y platos a base de verduras, desde las más sencillas hasta las más complejas y nutritivas. Algunas incluyen proteínas como pollo, atún o simplemente son veganas. Para cualquiera de éstas, el Sauvignon Blanc es una gran opción.
Los invito a visualizar. Sábado al mediodía con amigos. Auto hasta el río. Reposera. El mate ya no llena y el cuerpo pide almuerzo. Sacan el sándwich de fiambre, quizás una gaseosa o bien el tupper con la ensalada César más completa. ¿Qué falta? Un buen vinito. Por qué no.