Ante el creciente consumo, el espumoso más famoso del planeta podría escasear en algunos mercados.
Una tendencia mundial de la post pandemia ha sido el incremento en el consumo de vinos espumosos en todo el mundo. Esto que se ha visto en la producción argentina, con crecimiento sostenido en el mercado interno y externo, es algo que ha llegado a todas las regiones y ahora podría traer un gran problema para uno de los vinos más famosos del mundo: la falta de champagne.
De acuerdo al segmento “Cinco días” de El País de España, en algunos mercados ya se ha empezado a percibir la falta de este vino espumoso producido exclusivamente en la Champagne francesa. Esto responde a factores, pero el principal sería la alta demanda de este producto en todo el mundo, sobre todo en países emergentes de nuevos ricos, donde están dispuestos a pagar más por estas burbujas.
Champagne es una Denominación de Origen Controlada (DOC) que regula desde 1936 un proceso de varios siglos de tradición en una zona de 34.168 hectáreas, con 16.176 viticultores, 416 comerciales, 3.727 pequeños productores y 121 cooperativas que en 2020 y 2021 enfrentó dos malas cosechas en términos de volumen, lo que no contribuyó a la disparada en la venta de estos vinos que se comenzó a experimentar en 2021.
Jordi Melendo, director de la Guía Melendo del Champagne, señaló incluso que en ese año el ejercicio se cerró con la cifra récord de 320 millones de botellas expedidas, el volumen más elevado en una década –75 millones más que en 2020–. De acuerdo a lo expresado por el mencionado medio, en la primera mitad de 2022 se han exportado más de 130 millones de botellas, un 13,8% más que en el mismo periodo del año anterior.
De acuerdo a Melendo, el panorama a futuro es más optimista, porque la cosecha de este año es una de las mejores de los últimos tiempos, y los rendimientos se han elevado a 12.000 kilos por hectárea y hasta los 16.500 kilos destinados a la reserva individual, “lo que garantiza la producción para los próximos años”.
Sin champagne para todos
Actualmente, el mercado del champagne se reparte principalmente en Estados Unidos, con 34,1 millones de botellas, Reino Unido, con 29,8 millones, Japón, con 13,8 millones, Alemania, con 11,2, Bélgica, con 10,3, Australia, con 9,9, Italia, con 9,2, Suiza, con 6,1, y España con 4,4.
“Hay cierta escasez de las grandes casas porque además de los problemas de producción reducida, estas grandes marcas, siguiendo una estrategia comercial, prestan más atención a otros mercados emergentes”, sostuvo el director de Lavinia España, Juan Manuel Bellver, quien reconoció que están en ruptura de stock de algunos grandes champanes, como alguna añada de Dom Pérignon o de Cristal de Louis Roederer.
Jordi Monroig, director de marketing de Primeras Marcas y director de marca de Louis Roederer, casa que cuenta con una explotación de 200 hectáreas de las que salen unos tres millones de botellas que se distribuyen en más de 80 países, comentó que tienen todo vendido: “Estamos en ruptura técnica de stock. Tenemos champán, pero no podemos crear nuevos clientes, ni cerrar acuerdos o abrir nuevos canales de venta. Vendemos en España 150.000 botellas al año y es imposible aumentar la producción”.