Se trata de una enoteca que ya cuenta con el aporte de 75 bodegas de Mendoza y el mundo. Jimena López, su creadora cuenta los detalles de esta nueva herramienta pedagógica para la formación de los futuros enólogos.
La facultad de Don Bosco sumó a sus instalaciones la Enoteca Licenciada Estela Jaime, que, a partir de este 2024, tendrá la función de despertar el mundo sensorial de sus estudiantes. La misma, ya tiene el aporte de 75 bodegas, lo que la convierte en una herramienta pedagógica clave para la formación de los futuros profesionales vitivinícolas de la provincia.
La licenciada Jimena López, es docente de la facultad y fue la impulsora de la idea que finalmente pudo concretarse hace pocos días. “La ausencia de una enoteca siempre fue una falencia para todo lo que son las clases de análisis sensorial de todas las carreras que tiene la facultad de enología de Don Bosco”.
Es por eso, por lo que hace algunos años, Jimena, comenzó a pensar en cómo resolver esta falencia, de ahí la creación de la enoteca.
“El análisis sensorial tiene que ser un pilar para el enólogo y para el sommelier en su formación profesional, entonces es fundamental contar con diferentes vinos, de distintos varietales y regiones para que los estudiantes conozcan”.
María Jimena López entiende más que nadie esta necesidad, ya que es egresada de la Facultad y hoy docente de la cátedra de Geografía Vitivinícola Mundial.
“Yo no puedo dar Geografía vitivinícola Mundial y hablar de La Toscana sin que sepan lo que es un Chianti o sin que sepan lo que es un Sangiovese, como alumna sentía esa falencia en nuestra facultad y por suerte ahora, gracias al aporte invaluable de muchísimas bodegas que han donado lo mejor de lo mejor, inclusive de variedades no convencionales, lo hemos logrado”.
Por qué el nombre Estela Jaime
La licenciada en Enología Estela Jaime, fue una reconocida docente e investigadora de la facultad Don Bosco y de hecho fue profesora de Jimena. “Estela fue profesora mía y fue una persona que marcó mucho mi vida personal y profesional, dándome consejos que nunca voy a olvidar. Yo tuve con ella análisis sensorial de primero a quinto año en Enología, y me parecía que esta cava no podía tener otro nombre” explicó.
En ese sentido, López recalcó que el solo hecho de mencionar el nombre de Estela, le abrió la puerta a un montón de bodegas que se sumaron inmediatamente a la iniciativa.
“Pude descubrir que Estela fue una mujer muy respetada y querida por mucha gente; cuando empecé a contactar a los enólogos la respuesta fue inmediata, Roberto González además de sus vinos nos donó el libro sobre la historia del Bonarda, también Jorge Riccitelli, Mariano Di Paola y Pepe Galante, todos los enólogos que se formaron en esta facultad me dieron sus mejores vinos. Hemos conseguido vinos de Italia, de Uruguay, del Norte al Sur de Chile, de Estados Unidos, hemos logrado conseguir un espacio con una gran variedad”, expresó.
Cómo se va a sostener el proyecto en el tiempo
Sobre el futuro y el mantenimiento de la Enoteca, López adelantó lo que se viene. “La segunda etapa de este proyecto consiste en tratar de generar acuerdos a través de los consulados para que podamos recibir vinos de las distintas partes del mundo, de distintas bodegas o universidades y desde acá generar un intercambio, con vinos de nuestro país y conseguir de esta forma una excepción para que se puedan ingresar vinos al país con este objetivo de educar sensorialmente a los futuros enólogos de la provincia”.
En ese sentido la docente consideró esencial que todos los enólogos recibidos de la casa de estudios, de alguna manera “devuelvan” con sus vinos, lo que la facultad les aportó en su formación profesional: el concepto es que los ex alumnos, con nuestros vinos, podamos colaborar para formar a las generaciones que vienen”, cerro Jimena López.