Como cada primer domingo de agosto, este varietal blanco español celebra su día. En menos de 20 años en Argentina, ya cuenta con 10 hectáreas y algunos vinos destacados.
Todos los primeros domingos del mes de agosto, el mundo entero celebra el Día Internacional del Albariño, una cepa oriunda de la región de Galicia, España, que ha logrado extender su popularidad a diversas regiones del mundo, incluida Argentina.
El varietal blanco gallego por excelencia llegó al país en el año 2004 y en menos de 20 años ha logrado ganarse un respetado lugar en la vitivinicultura nacional con algunos vinos que han sido reconocidos por su calidad.
La mayor parte de los cultivos de este varietal se concentran en Galicia, donde hay más de 14.000 hectáreas. La Denominación de Origen Rías Baixas es donde más se lo cultiva. En el norte de Portugal se lo conoce como Alvarinho y es muy abundante en las regiones de Moncao y Melgaco.
Al ser un vino de marcada influencia marítima, marida muy bien con frutos del mar, arroz, carnes blancas, pulpo a la gallega y pescados como el bacalao, el atún o la merluza. A la vista es de color amarillo pálido con reflejos dorados, mientras que en boca presenta sabores envolventes, frecos y equilibrados que terminan, a veces, con una sutíl nota amarga. En nariz aparecen notas que recuerdan a la lima, la miel, flores blancas, el damasco y el durazno y la manzana verde.
Los números del Albariño en Argentina
Actualmente, el país cuenta con solo 10,6 hectáreas de Albariño y las primeras cepas se plantaron en Santa Rosa, en el Este de Mendoza. Hoy en día la mayor parte se concentra en Luján de Cuyo, que al 2021, conforme las cifras del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) ha registrado más de la mitad de todo lo plantado, con 5,5 ha. En total, Mendoza lleva la delantera con 7,1 ha, seguido por Buenos Aires (en su mayoría en General Pueyrredón, más precisamente en Chapadmalal) con 2,5 ha. La hectárea restante se divide en 0,8 para Salta y 0,2 para Entre Ríos.
Respecto a la comercialización del Albariño, en 2021 fueron vendidos 225 hl de este vino, los cuales se dividieron en un 82% en el mercado interno y un 12% para la exportación. Año a año este varietal muestra una tendencia positiva en el mercado interno, sin embargo, en el último año se despachó un volumen menor respecto al 2020, pasando de 307,9 hl a 185,2.
Las exportaciones de esta cepa comenzaron en 2015, pero los volúmenes enviados al exterior aún son mínimos. En 2021 se exportaron 40 hl por un valor FOB de 25.560 dólares. Todos fueron vendidos fraccionados y en botella. Un dato positivo es que el precio medio obtenido por este varietal en el exterior fue de 6,4 dólares por litro (2021), por encima de la mayoría de los varietales exportados con un precio medio de 3,07 dólares por litro.
Los vinos Albariño en 2021 se exportaron a siete países diferentes. Los principales mercados fueron Brasil, Chile y Reino Unido, seguido por Estados Unidos, Países Bajos, Suecia y Suiza. El mercado brasilero concentra la mayoría con un 52% del total de las ventas.
Un vino premiado
Pese a no llevar tanto tiempo en el mercado, el Albariño 2021 de la Bodega Trapiche Costa & Pampa logró este año una calificación de 95 puntos por parte del reconocido crítico inglés Tim Atkin, quien estuvo en el país a principios de 2022 y degustó más de 1.500 etiquetas de alrededor de 260 bodegas argentinas.
Se trata de un vino que tiene 10 meses de crianza sobre lías y es la primera añada en salir con tapa a rosca. ¿Qué es la crianza sobre lías? Las lías son principalmente las levaduras muertas que realizan la fermentación de los vinos, y que se ponen en suspensión una vez al mes a través de un battonage. Este proceso permite que las lías vayan liberando en el vino una sustancia llamada manoproteínas que ayuda a generar sensación de volumen en boca y principalmente a proteger al vino frente a procesos oxidativos.
Este Albariño proviene de un viñedo ubicado a sólo seis kilómetros del mar. El particular clima de la costa y las suaves lomadas del terroir de Chapadmalal, hacen de estas tierras un lugar privilegiado para el desarrollo de vinos con marcada influencia oceánica.
Pero además de ese Albariño costero, en Argentina es posible encontrar una versión de montaña del varietal, incluso el primero del país nació muy lejos del mar. Se trata de Las Perdices Albariño, de Viña las Perdices. Otro de los albariños bonaerenses que encontramos es elaborado por la bodega Puerta del Abra, ubicada en Balcarce, se trata de Insólito Albariño. Volviendo a Mendoza, Bodega Santa Julia también ha apostado por el varietal, por eso en 2020 lanzó al mercado Textual Innovación Extrema Albariño.