La bodega boutique llevó sus vinos a la feria de Guarda14 y la enóloga Guadalupe Savina nos contó los proyectos a corto plazo y las expectativas de crecimiento.
En la bodega boutique Finca Savina, tres generaciones de una familia encabezan un proyecto en formación, que busca crecer entre los consumidores sin abandonar el concepto de personalización y cercanía con el cliente.
Para Finca Savina también hubo lugar en la feria de Guarda14, donde la actual enóloga y nieta del fundador, Guadalupe Savina, nos contó sobre la actualidad de la bodega y los proyectos a futuro.
“Participar de este tipo de ferias es un logro muy importante porque al ser una bodega nueva, es una oportunidad para hacernos conocidos y contactar a los consumidores”, expresó Guadalupe.
La bodega, fundada en 2017, está ubicada en Lunlunta, Maipú, sobre la cuenca del río Mendoza. La finca propia es de unas nueve hectáreas y tuvo su primera cosecha en 2018. A estas alturas del año, la cosecha 2022 ya concluyó y ahora se trabaja sobre el descube y prensado de las últimas uvas.
Guadalupe se siente privilegiada ya que “la mayoría de las bodegas han tenido un rendimiento bajo pero nosotros por suerte superamos la cantidad de kilogramos de la vendimia pasada, no hemos tenido problemas”, asegura con respecto a la cosecha.
Tras concluir con esta etapa crucial y al hacer un balance de estos cinco años de cosecha, Guadalupe asegura tener expectativas altas de cara a este año: “la expectativa y el desafío es crecer desde el volumen de producción. Cuando agarramos el viñedo estaba en condiciones descuidadas. Mi abuelo, el pionero de todo esto, se encargó de remontarlo y año a año se pone mucho empeño porque tiene potencial para crecer en volumen”. Además, asegura que la capacidad instalada de la bodega les permitirá acompañar ese impulso.
Cuando Guadalupe habla de su abuelo, se le dibuja una sonrisa. Se trata del creador del proyecto, don Abelardo Savina. El hombre fue contratista y luego se dedicó a la actividad empresarial. Encantado por volver a sus raíces y el trabajo de la tierra, compró las fincas y compartió el proyecto con su hijo Raúl. Raúl es el padre de Guadalupe, y la joven encabeza ahora el proyecto desde lo enológico.
Guadalupe conserva el respeto por ese linaje. Consultada por las novedades que se esperan para este año, nos respondió que “para el Día del Padre vamos a lanzar un blend que se llama Fuerza Libre, que está dedicado a mi papá. Tiene las 4 variedades tintas de la finca y es en homenaje a él”. El vino se produce con uvas Bonarda, Merlot, Malbec y Petit Verdot, cosecha 2020. Se lanza en junio.
Los vinos en esta bodega se venden mayoritariamente de manera directa. El canal online juega su rol pero también las visitas guiadas y el restaurante, que sirve de plataforma para que las personas conozcan los vinos.
La venta directa es “un trabajo de mucho esfuerzo como todo lo que implica a una bodega familiar, porque estamos todos muy involucrados en un trabajito de hormiga”, explicó Guadalupe.
Y sobre los canales digitales aseguró que “todavía falta que nos acostumbramos, sobre todo la gente más grande. Pero de a poquito va funcionando, todavía hay un proceso en camino”.
En relación a esa cuestión generacional, la enóloga familiar explicó que “apuntamos a un consumidor joven pero al tener varietales como el Merlot o Petit Verdot, que son vinos que han resurgido y suele tomar la gente más grande, la verdad es que tenemos consumidores de mayor edad”.
Y a propósito de los consumidores, Guadalupe cerró asegurando que “hay una generación que se está animando a probar bodegas boutique y vinos de autor. Están más interesados por lo nuevo y eso nos ayuda. Lo que nosotros planteamos es algo súper personalizado. Nos acercamos, los escuchamos y debatimos. Creo que eso es lo que se viene”.