A menos de una hora del Gran Mendoza, en Junín, Rivadavia y San Martín es posible encontrar alternativas gastronómicas de primer nivel que realzan a las bodegas de la zona.
Cuando hablamos de la calidad y diversidad de experiencias que puede brindar Mendoza, ya no solo nos limitamos al casco urbano o al mundo bodeguero. A menos de una hora de Ciudad, principalmente en los departamentos de Junín, Rivadavia y San Martín, es posible encontrar opciones gastronómicas de altísimo nivel que de la mano del vino han logrado revolucionar el Este provincial.
Con alternativas que destacan por su relación de precio y calidad, en estos departamentos esteños, es posible encontrar varios lugares donde los pobladores de la zona, otros mendocinos y turistas han podido encontrar opciones que rompen con la gastronomía que abunda en esa región y dan lugar a bodegas esteñas -la zona vitivinícola con mayor cantidad de hectáreas cultivadas del país-, quizás de menor renombre, pero con gran calidad. Así, en esta ocasión, hacemos un repaso por cuatro restaurantes que no te podés perder en la zona Este.
Yiye - Junín
La primera parada la hacemos en “el Jardín de Mendoza”. Es que en el casco céntrico del pequeño departamento del Este encontramos la más novel alternativa, Yiye, el restaurante del flamante centro comercial La Recova, ubicado en calle Román Cano, frente al edificio municipal. La propuesta está comandada por Rubén Arias, un chef de la zona que cuenta con una larga experiencia que incluye un paso por 1884, donde trabajó con Francis Mallmann, y un recorrido por Brasil y otros restaurantes de Mendoza.
“Pensamos en hacer algo en la zona para que la gente pueda disfrutar platos de muy buena calidad sin tener que irse hasta el Gran Mendoza”, dijo Arias sobre la propuesta. Así, después de un trabajo de seis meses de diseño de platos llegaron a una variada carta en la que se puede encontrar opciones con carne, pesca, cerdo, pollo y pastas, que destacan por su combinación de sabores y abundancia.
La estrella de su carta, de acuerdo a la opinión del cocinero, y también lo más pedido por los comensales, es el plato de sorrentinos de cordero y ricota en masa de remolacha con salsa de Malbec y hongos de pino. “Primero la gente dudaba, pero ya se empezó a correr la voz de lo que pueden encontrar. También es muy pedido nuestro lomo, una porción de 350 gramos que está acompañado de ajos al Chardonnay y papas aplastadas”, puntualizó.
En lo que al maridaje respecta, el vino no falta en la carta. Allí encontramos varietales tintos y blancos de bodegas de Junín y Rivadavia, como Cava Gentile, una de las que lograron medalla de Oro en la primera edición del Concurso Nacional de Vinos Guarda14. Y, para cerrar, en los postres las miradas se las lleva su bien logrado volcán de chocolate, a lo que se suman opciones de pastelería. Todo con un gasto promedio por persona que va entre $4.000 y $5.000.
Los Encina - Rivadavia
En una de las zonas con más historia en la vitivinicultura rivadaviense y mendocina, en Los Campamentos (Las Trojas s/n), encontramos Los Encina, donde, en un entorno natural -ideal para visitar con la familia- se puede disfrutar de una variada cantidad de opciones de menú de pasos, al mejor estilo bodeguero, los sábados y domingos al mediodía.
Comandado por Sebastián y Gonzalo Encina, el lugar, único de la región que ha sido avalado por el Emetur, cuenta con alternativas de pasos que van desde $3.900 por persona a los $5.700, que incluyen cocina de autor con platos criollos, cocina de fuegos, pastas y postres, todos maridados con vinos de la zona.
“Es algo distinto en el Este y se come bien. Recibimos muchas personas de los departamentos vecinos, pero también del Gran Mendoza. La gente puede venir, disfrutar con toda la familia -porque también tenemos nuestro menú infantil- y quedarse descansando la tarde en nuestros jardines, tratamos de ir por ese lado”, destacó Gonzalo Encina.
El lugar es uno de los grandes impulsores del turismo en la zona. Incluso, actualmente, desde Los Encina están trabajando junto a bodegas históricas como Gargantini y Tittareli, o productores regionales como Complacer (de Santiago “Tito” Vignoni -de Macollo Wines-), y también con Aerotec en lo que podría llamarse la ruta enogastronómica rivadaviense, la cual podría debutar en el corto plazo.
“La gente está ávida de que sucedan estas cosas y pensamos en una alternativa para los mendocinos, con precios más accesibles a lo que se puede encontrar en el Valle de Uco. Sería la primera opción enoturística de la zona Este”, adelantó Encina.
María Paz - San Martín
Desde hace ocho años, Irene Viggiani junto a una amiga inició la aventura de tener su propio restaurante inspirada en el amor por la cocina que le transmitieron sus abuelas. Hoy, con algunos cambios en el medio, el lugar se ha convertido en uno de los infaltables de la zona. Ubicado en Soldado de la Independencia 650, abre sus puertas de miércoles a sábado por la noche y sábados y domingos al medio día.
“El vino juega un papel importante, tenemos una carta que le da prioridad a los vinos de la zona Este con cinco o seis bodegas que presentan hasta tres etiquetas cada una. La idea es que los comensales puedan encontrarlos a buenos precios, porque nosotros queremos que la gente tome vino, incluso no tenemos muchas otras bebidas. Sabemos que nuestros platos pueden resaltarse con un buen vino y apostamos por eso”, sostuvo Viggiani.
Hoy el equipo gastronómico de María Paz está compuesto por cinco personas, quienes se encargan de desarrollar una carta que mezcla las comidas de casa, con platos clásicos y con una cocina de autor, mientras que la propia Irene es la encargada de los postres. “Si lo tenemos que definir, es un lugar de detalle. Tenés carnes, pastas, pescados… hemos ido llevando la carta al gusto de la gente”, definió la mujer.
“Nunca pretendimos ser los mejores y hasta empezó como un juego. Con el tiempo hemos puesto mucho cariño para que crezca y lo mejor es que la gente se siente como en casa, en un lugar familiar. Se come rico y podés tomar un buen vino sin necesidad de ir al Gran Mendoza, por eso la gente se siente muy cómoda en el lugar”, declaró Viggiani.
Con platos abundantes y opciones de entradas, principales y postres, el gasto promedio puede rondar los $4.000 o $5.000.
El Olivo del Nonno
La experiencia italiana de Mauricio Cairo originó uno de los mejores lugares para comer pizzas en Mendoza. Emulando el estilo napolitano, de una forma muy autodidacta, el cocinero logró llegar a la receta del clásico de la cocina tana y decidió en 2019 que ese sería el plato con el lanzaría su restaurante.
Ubicado en una finca familiar (Yrigoyen s/n de Buen Orden) -donde todavía perdura el olivo del nonno e incluso de ahí sale su propio aceite de oliva- los viñedos y la amplia vegetación dan un marco ideal para disfrutar de una amplia variedad de pizzas caseras que invitan a maridar con vinos, como el propio de Cairo (il Capotavola) o de un listado de bodegas de la zona y de toda la provincia.
“Es una propuesta muy sencilla y en contacto con la naturaleza. Por ahí es algo distinto a lo que proponen lugares de este estilo o las bodegas que hay en la provincia. Tenemos claro que siempre podemos seguir mejorando y aprendiendo y tratamos de aprovechar todo lo que nos da la finca para hacer nuestro producto. Algo realmente artesanal”, puntualizó Cairo.
Actualmente, las puertas del Olivo del Nonno están cerradas, preparando todo para la reapertura a finales del mes de junio. A partir de allí se podrá disfrutar -con una capacidad limitada de 30 personas- de su menú que permite degustar las distintas variedades con un máximo de hasta ocho porciones por persona.
