Con los días ideales para disfrutar de buena gastronomía y vinos en un entorno natural, repasamos algunas alternativas de primer nivel en distintos lugares de Mendoza.
Disfrutar de buenos vinos, el maridaje con gastronomía de primer nivel y paisajes de ensueño es un plan ideal y Mendoza lo ofrece todo el año. Pero con el aumento de las temperaturas, ir a comer a una bodega es aún más tentador, sobre todo, pensando en las opciones renovadas que podemos encontrar en distintos lugares de la provincia.
Propuesta libre de gluten
Finca La Anita reabrió su restaurante con una propuesta diferente 100% con productos locales y libres de gluten. De mano del chef Andrés Isura y su equipo conformado por Matías Castejón y Martín Mercado -que dirigen cocinas como las de Foster Lorca, Penedo Borges y Belasco de Baquedano-, presentan una “cocina regional de montaña”.
Los quesos son de Gustavo Suriani, maestro quesero de Lunlunta, las carnes maduradas de Eria, que provienen de La Carrera en Tupungato, la vajilla fue hecha con arena de Las Vegas y es cerámica 100% natural y reutilizable, ya que cada vez que se rompe es posible repararla con hilos de oro (técnica de kintsugi). En tanto, los panes, las pastas, las masas para empanadas, las cremas y todos los postres son libres de gluten. “Hace cuatro años me diagnosticaron celiaquía y empecé a trabajar toda mi cocina libre de gluten, demostrando que igual podía ser rica y de gran calidad”, dijo el chef.
En el menú encontramos cuatro pasos con una bienvenida, entrada, plato principal (con una opción vegetariana) y postre (también con dos alternativas). El costo es de $8.000 personas y a eso se le puede sumar todas las líneas de vino de Finca La Anita. Además, existe la posibilidad de hacer un picnic en el jardín, con una abundante picada, por $5.200.
Carta renovada para primavera/verano
En las últimas semanas, Abrasado, de Bodega Los Toneles, ratificó su título del mejor restaurante de Mendoza, de acuerdo a los Best Of Wine Tourism. Con el desafío de seguir mejorando, de cara a la temporada de primavera/verano, presentó su renovada carta, con la incorporación de nuevos ingredientes, revalorizando a los vegetales y a los productos regionales.
La flamante carta conjuga algunos clásicos de la casa que recuerdan los orígenes del restaurante, varios platos reversionados y muchas propuestas nuevas elaboradas a partir de la incorporación de ingredientes inéditos, técnicas poco tradicionales y mixturas sorprendentes.
Entre las novedades podemos encontrar entradas como gazpacho de peras y pepinos con gravlax de salmón y croutons; una versión sin TACC de la empanada de ojo de bife; burrata con remolachas babys, frutilla en aceto Millán y albahaca fresca; panceta crujiente, puré de coliflor y encurtidos de manzana y apio; y el falafel de espárragos rellenos de tofu sobre crema de zanahoria y ajo negro. Los precios arrancan desde los $1.500.
En las ensaladas presentan una de hidropónicas que incluye rúcula, espinaca, huevo crocante cocinado a baja temperatura, palta, queso Morbier, hoja de kale y vinagreta de frutos rojos y otra de Corazón de alcaucil, con boconccino, arroz frito y tapenade de olivas negras. Ambas se suman a la clásica ensalada de langostinos. Lo valores en este caso van desde $4.000 a $5.600.
Para los principales lo nuevo pasa por un risotto de eneldo; el panzotti bicolor; la cinta de huevo con pesto de tomate; y los Ñoquis de carbón activado. Para los vegetarianos encontramos la cuña de calabaza crocante y el carameli relleno de crema de arvejas y queso de cabra. En lo que a pescados respecta, el tentáculo de pulpo se ofrece ahora en una reversión con un toque oriental y sale acompañado con huevo ajítzuke, además, se sumó el roll de trucha relleno de espinaca y portobellos. Acá, los precios van desde los $5.000 a los $7.500.
En las carnes, emblema del restaurante, suman un T-bone madurado en ajo negro (de 550 gr); una técnica de maduración llamada “oriental”, realizada a partir de hongos Koji que aceleran el proceso a la vez que le incorporan un sabor muy particular, aplicado un filet y cerdo. Y en las opciones para compartir incorporaron la picaña y el T-bone madurado al vacío, ambos de 850 gr. Además, se suma el Ishiyaki Abrasado: una experiencia de cocinar en la mesa las láminas de bife de chorizo madurado al vacío y maceradas en una salsa oriental, en una placa muy caliente. En los platos individuales, el precio va desde $8.100 a $8.600, mientras que las opciones para compartir valen entre $14.000 y $16.000.
En los postres la innovación pasa por sabores exóticos como el cheesecake de remolacha; el budín de pan marroc y chutney de frutilla; el cremoso de tomillo con tierra de apio y salsa de hibiscus; el crumble de hongos relleno de quinoto y crema helada de queso de cabra; y la estrella de la carta, la noche estrellada en Abrasado, un homenaje a la obra Noche Estrellada de Vincent Van Gogh y al movimiento postimpresionista. Los precios aquí van de $2.200 a $3.900.
Un viaje ibérico
De la mano de Manuel Martín Jamonería, Bodega Vistalba ofrece en Luján de Cuyo una propuesta ibérica marcada por el jamón y el mar. Además de las propuestas de la carta, ofrecen opciones de pasos, todos maridados por los vinos del reconocido establecimiento que comandan Carlos y Paula Pulenta.
El menú de siete pasos, “Los mares, nuestra pesca artesanal y jamones Ibéricos” tiene un valor de $17.500. La opción de seis pasos, llamada “Mares, tierra y jamones ibéricos”, cuesta unos $15.500. La alternativa de cuatro momentos, “Pasos por el campo, nuestras huertas y jamones ibéricos”, llega a los $14.000, mientras que la opción vegetariana, “Huertas y vegetales”, vale $10.500.
Además, es posible hacer degustaciones de jamón. El “Paseo por todo el mediterráneo”, donde se puede hacer un recorrido por todos los jamones de Italia y España, cuesta $6.100. En tanto, ya sea el “Paseo por Italia” o el “Paseo por España”, cuestan $4.100. Todos están acompañados por pan de masa madre, con tomate concassé y perlas moleculares de aceite de oliva.
La alta gastronomía en el Sur
En San Rafael, Algodon Wines, la única bodega y resort de lujo de la zona, renovó la propuesta gastronómica de Chez Gastón, su restaurante comandado por el chef Gastón Langlois. La nueva carta ofrece dos propuestas de tres y cinco pasos a la que se suman los exclusivos vinos de Algodon Wines, elaborados en la bodega que se encuentra a pasos del restaurante.
La “Experiencia cinco tiempos” tiene un valor de $11.000 (o $9.000 sin vinos) e incluye una botella de agua o gaseosa y café o té. En tanto, en la “Experiencia tres tiempos” se puede elegir entre una variedad de opciones de ensaladas, principales y postres por un precio $9.000, con el maridaje de las líneas Blue Label y Black Label, mientras que la opción sin vino es de $7.800.