Ocurrió en Austria, en el pueblo de Gobelsburg. El productor no podía creer lo que veían sus ojos.
Un notable descubrimiento arqueológico tuvo lugar en una bodega en Austria, donde se han desenterrado cientos de huesos de mamut. Estos restos, que se estima tienen entre 30.000 y 40.000 años de antigüedad, fueron encontrados por el viticultor Andreas Pernerstorfer mientras realizaba reformas en su bodega privada en el pueblo de Gobelsburg, a unos 70 kilómetros al noroeste de Viena.
El hallazgo, descrito como una “sensación arqueológica” por los investigadores de la Academia Austriaca de Ciencias (OeAW), ha sido calificado como el más significativo de su tipo en más de un siglo. Pernerstorfer, mientras intentaba nivelar el suelo de su bodega, se topó con los huesos, inicialmente pensando que se trataba de madera.
Al recordar una historia de su abuelo sobre la presencia de molares de mamut encontrados durante una extensión de la bodega en los años sesenta, decidió informar a la Oficina Federal de Monumentos. Esta oficina remitió el caso a la OeAW, expertos en la Edad de Piedra.
La arqueóloga Hannah Parow-Souchon y su equipo comenzaron las excavaciones a principios de mayo. Pronto se dieron cuenta de que no se trataba solo de unos pocos huesos, sino de una cantidad considerable. Han identificado al menos 300 huesos, agrupados densamente, y creen que pertenecen a tres mamuts distintos. Entre los hallazgos se incluyen huesos raros, como uno lingual (de la lengua).
El área excavada hasta ahora es de solo 12 metros cuadrados, pero los investigadores planean regresar en agosto para continuar su trabajo. Parow-Souchon expresó su entusiasmo, ya que es la primera vez que excava huesos de mamut, cumpliendo así un sueño personal.
Este descubrimiento es especialmente significativo porque ofrece la primera oportunidad en Austria para investigar un sitio de esta naturaleza con métodos modernos. Muchos sitios comparables en Austria y países vecinos fueron excavados hace más de un siglo, lo que limita el acceso a investigaciones contemporáneas.
Las excavaciones, financiadas por la Oficina Federal de Monumentos y la provincia de Baja Austria, abren la puerta a numerosas preguntas, incluyendo la posibilidad de que estos animales hayan sido cazados por humanos de la Edad de Piedra. Aunque se sabe que los humanos cazaban mamuts, aún se conoce poco sobre las técnicas que utilizaban.
Una vez que los investigadores terminen su trabajo de campo, los huesos serán trasladados al Museo de Historia Natural de Viena para su restauración. Esta colaboración entre arqueólogos y el museo permitirá no solo la conservación de los restos, sino también un análisis detallado que podría arrojar nueva luz sobre la interacción entre los humanos y los mamuts durante la prehistoria.
Este hallazgo no solo representa un avance significativo en la arqueología austriaca, sino que también podría ofrecer valiosa información sobre la vida y las prácticas de los humanos durante la Edad de Piedra, así como sobre la fauna que coexistió con ellos.