La provincia sigue sumando opciones en su oferta enoturística. Ahora, un proyecto familiar de 17 años de historia decidió abrir sus puertas al público.
La oferta enoturística de la provincia de Mendoza se renueva constantemente. En los últimos días, una nueva bodega ubicada en el departamento de Luján de Cuyo decidió incorporar a su producción de vinos, una alternativa turística para que el público local, el nacional o el internacional puedan conocer de primera mano lo mejor de la vitivinicultura mendocina.
Se trata de Familia Blanco, un establecimiento ubicado más precisamente en Ugarteche, quienes desde hace 17 años elaboran sus propios vinos y ahora apostaron al enoturismo abriendo las puertas de la bodega que construyeron en 2017. “Pensamos que es interesante para el turista conocer a una familia que está involucrada en todo el proceso a la hora de hacer vinos, mostrarle lo que hacemos, nuestra identidad a las personas que nos visitan”, sostuvo durante la presentación del lugar Mónica Najurieta, propietaria de la bodega junto a Gabriel Blanco y sus cinco hijos: Gabriel, Rocío, Ivana, Álvaro y Lucía.
Qué hacer en Familia Blanco
El enoturismo de Familia Blanco cuenta con tres propuestas: Familia, Destacados de Familia y Owner Session. El costo va de $2.100 a $5.500. En todas se incluye degustación de vinos acompañada por quesos y frutas deshidratadas, visita al viñedo y recorrido por la bodega y degustación de barricas. Está abierto de lunes a sábado y los turnos de visita son 9.30, 12.30 y 15.30, siempre con reserva previa.
“La idea es mostrar una bodega boutique de familia. Nos interesa mostrar el cuidado extremo que tenemos en todo el proceso. Nos parece interesante mostrarle a la visita nuestra manera de hacer vinos y que somos una familia mendocina que sigue apostando por esta tierra, este lugar y la industria”, describió Najurieta.
Pero la proyección de la bodega familiar no termina allí. En el mediano plazo la idea es ampliar la oferta con la opción gastronómica. “Estamos con los primeros dibujos de nuestro restaurante y cava de barricas que estarán al servicio del turismo”, anticipó Mónica.
Cuáles son los vinos de Familia Blanco
El proyecto de la familia lujanina nació detrás del deseo de Gabriel (padre), ingeniero en electrónica apasionado por el vino, de hacer un Bonarda de alta calidad. “Cuando iniciamos, mi marido estaba muy enamorado de su uva Bonarda y arrancamos con la idea de hacer este varietal y Malbec. En aquel momento, y por mucho tiempo, la Bonarda no estuvo bien vista, sin embargo, siempre la elaboramos como alta gama e hicimos lo mejor que pudimos con esa uva”, recordó Najurieta.
Hoy cuentan con 16 vinos, entre blancos, tintos, rosados y un espumoso, que se reparten en las líneas Just Please, Mairena y Familia Blanco, con varietales como Torrontés, Sauvignon Blanc, Cabernet Sauvignon, Malbec, Bonarda y Cabernet Franc.
El encargado de todas las decisiones de producción de la bodega es Gabriel (hijo), quien se define como winemaker (no posee el título oficial de enólogo) y desde el 2017 comenzó a ser asesorado por el italiano Giuseppe Franceschini para continuar potenciando sus productos.
La familia es productora de uva desde hace 36 años. Su viñedo se extiende por 70 hectáreas, de las cuales solo el 20% se utiliza para la elaboración de sus propios vinos. En total producen unos 120.000 litros anuales que en un 90% están destinados a la exportación y el resto se vende directo en la bodega. Los precios van desde los $1.500 a $8.000.
“Nuestro Bonarda es distinto porque viene de un viñedo que tiene 50 años de antigüedad, el rendimiento va de 90 a 120 quintales por hectárea. Sobre el terroir, estamos a la vera del arroyo Los Pozos, al límite con Tupungato, que con las tareas y el cuidado que se le da se vuelve ideal para vinos de alta gama. Parte de ese Bonardo es vendido a otras bodegas para vinos de alta gama”, completó la mujer.