Periodista y locutora nacida en Colombia pero instalada en la provincia de Córdoba desde hace años. Yeny Ortega será parte de la segunda edición del Concurso de Vinos de Guarda14 y nos cuenta su historia en el mundo del vino.
Yeny Ortega es una de esas mujeres encantadoras que tiene el poder de contar historias como todo buen periodista. La comunicadora vitivinícola formará parte del jurado del Concurso de Vinos de Guarda14 que tendrá lugar el 8 de septiembre con cóctel de premiación en Espacio Arizu.
La periodista comenzó su carrera en Colombia pero en el 2003 decidió viajar a Argentina por amor. Llegó precisamente a Córdoba, donde retomó sus estudios y tiene su carrera actualmente. Ortega empezó sus pasos como redactora, tuvo experiencia en policiales y en empresas, pero su destino era el vino.
Fue seleccionada como jurado, no solo por su carrera en comunicación sino también por ser sommelier. Yeny Ortega es experta en vinos, una reconocida figura en Cadena 3 por sus reseñas y datos sobre la vitivinicultura. Desde Los Andes conversamos con ella para conocerla en profundidad.
- ¿Cómo empieza tu trabajo en Cadena 3?
- Había dejado un currículum en Cadena 3 pero ni me acordaba. Me llaman un día en la mañana y me preguntan si estaba interesada en ingresar a la cadena. Le digo que por supuesto que sí, es la radio más importante del país, sí a todo, después de un proceso de selección ingresé a la parte web. Yo era solamente periodista y Licenciada en Comunicación, no era locutora todavía. Ahí conté con la suerte de que me escuchara nuestro gran Mario Pereyra, que lamentablemente ya no está entre nosotros. Él me sugirió que por mi tonada colombiana, por las características de mi voz y demás, debía estudiar locución. Así que empecé a estudiar locución y de a poquito fui ganando terreno en el aire. Y ahora soy un híbrido entre redactora y locutora.
- ¿Cómo comenzaste a escribir sobre vinos?
- Yo tengo una historia familiar, mi abuelo era español, tenía sangre española, raíces españolas, Manuel. Él todos los domingos, cuando yo era chiquita, iba en la bicicleta a lo que en ese momento se conocía como una vinoteca. Entonces cargaba la damajuana de vino y llegaba a la casa, y ese era su ritual. Después de almorzar se tomaba un vasito de vino, se lo servía y se lo terminaba en la hamaca. Y yo veía el disfrute de mi abuelo cuando se tomaba ese vino, que lo veía saboreando. Lo miraba y decía, cuando sea grande quiero tomar vino. Ese era mi único objetivo en la vida. Luego crecí y me fui a estudiar a Bogotá, mi vida ya empezó a tomar un rumbo distinto al de las otras chicas de mi edad. Porque nuestros padres nos enviaban algo de dinero para la parte de ocio, mientras mis amigas iban a un cine, salir a un boliche o iban a ver una película, yo ese dinero lo destinaba para comprar vino. En Colombia, si hay algo que no tienes son buenos vinos o al menos hasta el momento en que yo me vine a vivir acá. Entonces empecé a comprar por semana un vino californiano que con una cinta métrica y un delineador plateado la dividía en siete partes iguales. Porque me tenía que alcanzar para toda la semana, era mi lujo.
Cuando me vine a vivir a Argentina, mi changuito de supermercado estaba lleno de vinos permanentemente. Era esa sensación de cuando has tenido carencia de algo, que no podés dejar la botella abierta. Yo destapaba una botella de vino y la terminaba, con esa sensación de que no tengo que hacerla rendir, no tengo que hacerla durar una semana. De a poquito fui visitando lugares, interesándome por las historias de las bodegas, de los vinos, leyendo un poquito, muy amateur lo mío. Con el tiempo Mario Pereyra me empezó a dar el espacio y el lugar para hablar de eso, por ejemplo, yo le comentaba que el fin de semana había ido a un restaurante y había probado un Petit Verdot, entonces él comentaba que le había regalaron una botella de Petit Verdot pero que no sabía las características, y ahí le empezaba a explicar lo que sabía leyendo por mi cuenta y comparándola con los otros vinos. Al hablar de vino al aire (por radio) me empezaron a invitar a degustaciones, a cenas maridadas, y yo dije, bueno, se me están terminando los adjetivos, necesitamos dar el siguiente paso y empecé a estudiar sommelier.
- ¿Cuáles son tus expectativas para el concurso de Vinos de Guarda14?
- Es la primera vez que voy a participar, sí he sido jurado en otro concurso, pero en Guarda14 es la primera. Creo que es innegable que hay grandes expectativas, porque debe ser, si no es que es el concurso de vinos más importante y relevante del país. La primera expectativa que tengo es conocer miembros del jurado que sigo por las redes, que leo en sus páginas y que son referentes para mí en el mundo de la vitivinicultura. Saber que los voy a poder tener cerca y compartiendo como co-equipers es algo que, te digo la verdad, me quita el sueño. Entre ellos está Cristina Pandolfi, Marisol de la Fuente, compañeros cordobeses como Gabi Campana. Después, claramente este tipo de concursos son la mejor vidriera para mostrar los mejores vinos. O sea, nadie inscribe en una muestra, en un concurso de estas características, un vino del que no se siente orgulloso, estoy súper expectante de la calidad de los vinos que voy a probar.
- ¿Qué es lo que más te gusta de Mendoza?
- Yo siempre digo que si yo hubiera conocido Mendoza antes que Córdoba, sin duda estaría viviendo allá. De Mendoza como extranjera, me enamora todo. El paisaje es hermoso, esa cordillera imponente que los abraza todo el tiempo, me parece una provincia que la gente tiene una calidez increíble y eso hace que estén muy preparados para recibir al ajeno. Ni qué hablarte de la gastronomía y desde el enoturismo, me parece que es uno de los polos de la Argentina mejor preparados, donde mejor reciben a la gente, donde los restaurantes y las bodegas son de altísimo nivel.
Si tuvieras que elegir un varietal, ¿cuál sería?
Siempre he dicho que mi gran amor es el Malbec, pero que no le cuenten al Malbec lo que me está pasando con el Pinot Noir. Es una cosa... En realidad me estoy inclinando a este tipo de cepas un poco más ligeras, me gusta mucho el Pinot Noir, me gusta muchísimo el Claret, las cepas criollas, estoy con ese mundo de los vinos un poco más bebibles. Ahora mi paladar me está pidiendo un poquito eso, pero ojo, mi gran amor ha sido, es y será el Malbec argentino.
Las inscripciones están abiertas hasta el 15 de agosto. Consultas a marketing@guarda14.com
Sponsors: Gobierno de Mendoza, Ciudad de Mendoza, Municipalidad de Godoy Cruz, VEA, Municipalidad de Luján de Cuyo.
Acompañan: Wine Institute, Eco de Los Andes y VOLF. Invitan: Instituto Nacional de Vitivinicultura de Mendoza (INV), Enolife y Acovi. Participan: Cadena3 (media partner). Organizan: Los Andes y Guarda14.