Chocolate y vino: consejos para un maridaje complejo pero muy potente y efectivo

Enoturismo por Mendoza en época vendimial
Enoturismo por Mendoza en época vendimial

Los dos sabores fuertes que ofrece la gastronomía pueden combinarse, pero hay formatos que se resaltan por encima de otros y permiten disfrutar ambos productos de manera complementaria. Opciones de maridaje y la única receta indispensable.

El chocolate es un manjar que a pocas personas le es indiferente. La graduación del porcentaje de cacao determina el perfil de sabor con el que cada degustador se identifica. Una situación muy similar ocurre con los vinos: donde hay un amplio abanico de posibilidades, hay una amplia variedad de consumidores.

Maridar vino y chocolate no parece ser una tarea sencilla a priori, merece ciertos conocimientos básicos que permitan explotar al máximo las virtudes de cada uno. Sin embargo, la única receta inapelable es el hambre por descubrir. Solo se logra un maridaje perfecto probando una y otra vez.

Desde 1995, cada 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate. La festividad surgió en Francia en homenaje al nacimiento del escritor británico Roald Dahl, autor en 1916 de “Charlie y la Fábrica de Chocolate”. Sí, la novela que Tim Burton llevó a la popularidad adaptándola al lenguaje cinematográfico.

En homenaje a este día, detallamos algunos conceptos que pueden servir como guía para mezclar dos sabores complejos pero deliciosos y accesibles.

Blancos, negros, en rama, macizos, con frutas: hay muchas opciones de chocolate.
Blancos, negros, en rama, macizos, con frutas: hay muchas opciones de chocolate.

La primera cuestión que es importante resaltar es que hay distintos tipos de chocolate. Existen chocolates negros, chocolates con leche, con otro tipo de agregado (menta, pimienta, etc), y los polémicos chocolates blancos que se elaboran con manteca de cacao y muchos no los consideran chocolate. Por ende, destacar las cuestiones particulares de cada chocolate permite diferenciar los vinos que mejor se llevan con esas particularidades.

La segunda cuestión a destacar es que contra más porcentaje de cacao se utiliza, mayor será el amargor del chocolate y en esa escala de concentración también hay una de vinos. Contra más amargo y por ende oscuro el chocolate, más oscuro y tánico el vino.

A partir de allí, cada persona puede apelar a un maridaje por similitud o por contraste, pero hay ciertas combinaciones que merecen la pena degustar.

Maridaje vino y chocolate. Los tintos se recomiendan más.
Maridaje vino y chocolate. Los tintos se recomiendan más.

Para un chocolate al 50% (dulce) las opciones son inagotables. Un Malbec joven, aromático, le aportará frutas rojas. Mientras, Sauvignon Blanc le ofrecerá hierba y fruta blanca o cítricos. También es una buena opción probar con espumante.

Los chocolates blancos dulces también maridan por similitud con los vinos blancos dulces naturales. Los espumantes también son opción en este caso. Se puede equilibrar el dulzor del chocolate maridando con un Chardonnay con mayor peso en boca.

Sin embargo, se cree que la mejor combinación con chocolates es con vinos tintos. Hay opciones para cada tipo de chocolate. Los chocolates semiamargos pueden funcionar con varietales como él Merlot, con menor concentración de color. Para los chocolates amargos, es mejor un Cabernet Sauvignon. Si es reserva mejor, le aportará tabaco y vainilla, perfiles que se llevan bien con el amargor.

Y como dijimos, más allá de las sugerencias hasta desde el punto de vista organoléptico (muchos de los taninos que se encuentran en el vino también lo hacen en el chocolate), la mejor forma de lograr la combinación perfecta es a prueba y error hasta encontrar la opción que más se adapte a tu gusto.

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