Una combinación que data de cientos de años, tanto sommeliers como apasionados han probado diferentes uniones de estos dos alimentos tan nobles.
Tradicionalmente, el vino y el queso provienen de la misma zona y se han servido juntos durante generaciones. Cómo hacer un maridaje exitoso, debes tener en cuenta aspectos como: textura, acidez, grasa, taninos.
Esta es una de las prácticas culinarias que más placer genera en el paladar. Pero no todo está escrito, ya que las combinaciones pueden ser infinitas o puede gustarte una que no se haya probado. Esta es una guía rápida de cómo aprender a combinarlos pero se puede hacer experimentos si se desea.
Quesos para acompañar a los tintos
Muchos de los vinos tintos que tomamos son usualmente secos y con un gran o mediano cuerpo. Hay que tener en cuenta que los vinos tintos contienen taninos, compuestos naturales presentes en la piel y las semillas de las uvas. Estos se encuentran en mayores niveles en los vinos tintos jóvenes, pues tienden a desvanecerse con la edad.
Cabernet Sauvignon
El Cabernet Sauvignon va bien maridado con los quesos añejos, aquellos de sabores complejos. Esto se debe a que los taninos en el vino se adhieren a las proteínas y grasas del queso, y limpian así el paladar del comensal. Los quesos para esta variedad de vino tinto es el gouda, el camembert, el gorgonzola y el feta.
Es importante destacar que el efecto producido por esta combinación es demasiado intenso con quesos más jóvenes, dejando en la boca una sensación metálica y gredosa.
Malbec
Nuestra bebida nacional es una excelente decisión para degustar junto a queso suizo, queso italiano duro como el parmesano, también el taleggio y manchego.
Merlot
La mejor opción para este varietal es un queso como un gouda añejo o un cheddar maduro. Otra buena elección son los de variedad italiana, como el parmesano, el gorgonzola o el pecorino.
Pinot Noir
El Pinot Noir es una excelente opción si planeas servir una selección de quesos de sabores más ligeros, como gruyere, brie y camembert.
Maridaje de quesos y vinos blancos
Los blancos permiten crear combinaciones para deleitar al paladar. Al ser más frescos y discretos, los vinos blancos pueden aprovechar las bondades de los quesos para elevar sus propias virtudes.
Sauvignon blanc
Va excelente con el queso de cabra, esta variedad es considerada por los conocedores como la pareja perfecta. Los niveles de acidez y los sabores frutales del sauvignon blanc son el envoltorio ideal para los tonos agrios y secos de este queso. Otros recomendados son el parmigiano reggiano o la muzzarella.
Chardonnay
Este varietal tiene matices frutales y es un vino seco por su producción en roble o por maduración. La recomendación para el Chardonnay son los quesos como el camembert, el gruyere y el provolone.