El 27 de marzo es el día internacional del queso. A continuación, unos tips para maridar con vino y que sea una experiencia inolvidable.
El próximo 27 de marzo es el día internacional del queso y qué mejor excusa para armar una buena tabla y darse un pequeño gusto, sobre todo, si lo acompañamos con un excelente vino.
Ahora bien, cuando creamos en casa una tabla de quesos, ya sea para un cóctel, como plato principal o como cierre de una comida al estilo francés, siempre es importante tener en cuenta algunas reglas básicas que aseguren una experiencia gastronómica satisfactoria.
En primer lugar, se recomienda limitar la variedad de quesos en la tabla a entre tres y cinco tipos diferentes. Esto evitará confundir los paladares de los invitados, a menos que sean verdaderos amantes del queso, en cuyo caso se pueden considerar entre cinco y siete variedades.
En cuanto a las cantidades, se sugiere calcular entre 80 y 100 gramos por persona de la totalidad de quesos si la tabla consiste únicamente en quesos. Si se incluyen también fiambres y otros productos, la cantidad se reduce a unos 50-80 gramos por persona. Sin embargo, si la tabla de quesos es el único plato que se servirá, se debe calcular entre 100 y 150 gramos por persona de cada tipo de queso.
La clave para una buena selección de quesos radica en contemplar variedades en sabor, textura y apariencia. Una selección interesante puede incluir un queso suave y blanco para empezar, seguido de uno de pasta semiblanda de sabor medio, uno azul, uno semi duro de sabor más intenso y uno de pasta dura. Además, se puede ofrecer un queso fundido o queso crema en un recipiente aparte para untar en pan.
Es fundamental acompañar los quesos con una variedad de panes, galletitas y grisines, tanto simples como saborizados. Sin embargo, se debe tener cuidado de que estos acompañamientos no tengan sabores muy intensos que puedan eclipsar el sabor de los quesos. Las frutas frescas y secas son excelentes opciones para complementar la tabla, ya que ayudan a limpiar el paladar y aportan sabores adicionales.
Es importante preparar la tabla de quesos poco antes de servirla para evitar que los quesos se resequen. Se recomienda conservar los quesos en la heladera y sacarlos para cortarlos cuando estén a temperatura ambiente. Si es necesario prepararlos con anticipación, se pueden cortar y cubrir con film adherente antes de volver a refrigerar.
En cuanto al maridaje, existen diferentes combinaciones que realzan los sabores tanto del queso como del vino. Los quesos ácidos, frescos o cremosos suelen complementarse bien con vinos blancos o espumantes secos y frutales, mientras que los quesos grasos se destacan con vinos tintos de buen cuerpo. Sin embargo, siempre es recomendable probar diferentes combinaciones para encontrar la que más se adapte a los gustos personales.