Este emprendimiento, propiedad de Andrés Alcaraz -un apasionado por la arquitectura, el diseño y la naturaleza- nació en época de pandemia y crisis, ante la necesidad de reinventarse y proponer algo nuevo.
Vinoteca 1816 busca acompañar a las nuevas generaciones y jóvenes emprendedores, brindando nuevas experiencias. “Nos distinguimos del mercado tradicional ofreciendo vinos tintos, blancos, rosados, espumantes; vinos jóvenes, de reserva, y gran reserva; vinos exclusivos, de autor, de bodegas boutique, naturales, orgánicos y biodinámicos”, comenta su propietario, el Arq. Andrés Alcaraz.
Pero, además, ofrece una propuesta sustentable: la recarga de botellas y reciclaje. También brinda capacitaciones, cursos y degustaciones.
Un local diferente
Desde su oferta, pero también desde su particular estética, Vinoteca 1816 atrae y conquista. “Busqué generar un pequeño universo con sus propios valores, ideales e identidad. La idea original fue apuntar a un público extranjero (turistas), con la característica de un nombre en inglés, pero no había nada que me pareciera interesante, y tampoco quería ignorar a Mendoza como capital del vino”, cuenta Andrés.
Así, en una reunión familiar y hablando con su hermana, surgió la figura del Gral. San Martín como un gran conocedor de vinos. “Me pareció interesante investigar sobre eso. No quería hacer abuso de la figura del prócer, pero me pareció muy valiosa su presencia, su relación con el vino y el patriotismo, todo lo cual intenté reflejar en la marca y todo su pequeño universo”, completa.
¿Por qué 1816? La fecha, la montaña y el patriotismo
Andrés explica que el nombre de la vinoteca se inspiró en una anécdota del Gral. San Martín, amante de los buenos vinos, cuando teniendo invitados a comer puso en la mesa vinos de Málaga y de Mendoza, cambiando las etiquetas para confundirlos. Lo que buscaba demostrar era que, como él decía, “verá lo que somos los americanos, en todo damos preferencia al extranjero”.
Así, San Martín sirvió primero los vinos de Málaga con el rótulo Mendoza y los comensales opinaron “un buen vino, pero le falta fragancia”. Luego llenó las copas con el vino mendocino, con la etiqueta Málaga. Al momento, exclamaron los invitados “Hay una gran diferencia, esto es exquisito, no hay punto de comparación!”.
Entonces, entre risas, el general les dijo “Caballeros, ustedes de vinos no entienden un diablo, se dejan alucinar por rótulos extranjeros”, para explicarles enseguida la trampa.
Vinoteca verde y sustentable
Una propuesta interesante de 1816 es que el cliente puede llevar su botella de vino desechable y llevársela llena. De este modo, enfocados en criterios se sustentabilidad y responsabilidad social, ofrecen vino a granel, lo cual brinda economía en botellas, etiquetado y sistemas industrializados.
El sistema de recarga es de vino tirado: “buscamos regresar a nuestros principios y orígenes, a la época de nuestros abuelos, que iban a las bodegas y recargaban la damajuana. En 1816 podés traer tu botella vacía, la cual se recibe en canje y recargar mediante canillas de vino tirado (varietales Malbec y Cabernet Sauvignon), realizando luego el encorchado con un sistema manual y artesanal”, finaliza Andrés Alcaraz.
En detalle
- Dirección: Av. España 784, Ciudad, Mendoza.
- Redes Sociales: 1816 casa de vinos
- WhatsApp: 261-7051408