El vino es conocido como fuente de antioxidantes, pero cómo son estos componentes de una de las bebidas más consumidas en el mundo.
El vino tiene múltiples beneficios para salud, diferentes estudios los prueban. ¿Pero a qué se debe? La composición del vino es ninguna novedad, es la fermentación de uvas utilizando diferentes métodos de guarda para mejorar o agregar un sabor y aroma.
En este caso hablaremos de los antioxidantes, un término común en el léxico de la salud del vino y que se refiere a las moléculas que protegen contra los efectos nocivos de la oxidación. Los polifenoles son uno de esos subconjuntos de antioxidantes. Hay miles de diferentes tipos de polifenoles que existen naturalmente en las plantas, las funciones que desempeñan pueden según las necesidades específicas de cada tipo de planta.
Los polifenoles del vino provienen de las uvas, principalmente de la piel, y debido a que el proceso de elaboración del vino tinto implica un contacto más prolongado con la piel de la uva, esos vinos tienden a contener muchos más polifenoles que los vinos blancos.
Dentro de estos antioxidantes se encuentra el resveratrol, el cual se produce naturalmente en las plantas en respuesta al daño físico o la invasión de patógenos. Los científicos han descubierto que el resveratrol ofrece efectos protectores contra muchos riesgos para la salud humana. Dos de sus principales beneficios son su potencial para combatir diferentes tipos de cáncer, al inhibir el crecimiento de células cancerosas, y su potencial para combatir enfermedades cardiovasculares, al prevenir el daño de los vasos sanguíneos, reducir el colesterol malo y aumentar el colesterol bueno.
Otro de los más conocidos por los investigadores es la quercetina, que tiene importantes propiedades antiinflamatorias. También tiene propiedades antivirales y se cree que reduce el riesgo de contraer la gripe.
Por otro lado, están las procianidinas, un subgrupo de taninos condensados que se encuentran en concentraciones más altas en los tinos. La investigación ha demostrado que las procianidinas son particularmente beneficiosas por su capacidad para moderar la producción de endotelina-1 , una molécula de aminoácidos que en cantidades excesivas se ha relacionado con enfermedades cardíacas.
Finalmente, las catequinas, comúnmente promocionadas como un componente saludable en el té. Estas también se encuentran en el vino tinto y de menor medida en el vino blanco. Son una de las pocas categorías de polifenoles, junto con las procianidinas y el ácido elágico, que han demostrado tener efectos beneficiosos para la salud en dosis bajas. Estudios realizados han analizado la capacidad de las catequinas para retrasar el desarrollo de tumores y ha mostrado avances como tratamiento del Alzheimer.