Rogelio Rabino: “Vamos a ser Malbec dependientes siempre”

Guarda14 organiza su primer Concurso Nacional de Vinos, cuyo evento principal será el 29 de julio en el Sheraton Hotel Mendoza. El certamen contará con todas las especificaciones impuestas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) para contribuir a la transparencia y confiabilidad.

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El evento contará con una importante lista de jurados, todos influyentes en la industria nacional, presididos por Cristina Pandolfi. Una de esas personalidades es el director de enología de bodega Finca Flichman, Rogelio Rabino.

“Me encanta, es una gran oportunidad para probar todo lo que están haciendo mis colegas y principalmente a ciegas, que uno puede enfocarse en los vinos. Es un gran aprendizaje”, expresó.

Además, aseguró la motivación que le genera “estar en un jurado con gente que yo admiro, con mucha experiencia y trayectoria”. Por último, expresó que le gusta “que se haga en Mendoza, ya que hacía mucho no teníamos un concurso tan importante. Se dieron tantas cosas que me da mucha alegría poder sumarme”.

El ingeniero agrónomo es responsable de los vinos de una bodega de tradición en la provincia. Con él dialogamos sobre la actualidad de la vitivinicultura.

¿Cómo es el consumidor actual? ¿Está cambiando?

Hay un consumidor de nicho que está cambiando pero también hay un volumen muy importante de consumidores tradicionales o de marca. De vinos como se usaban antes. Yo creo que hay que escucharlos atentamente y tratar de generar propuestas sin comprometer la impronta de la bodega. Es importante no seguir una moda sino las tendencias. Cuando se persiguen las modas el estilo cambia. En cambio las tendencia te permiten conservar la esencia.

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¿Cuáles son las tendencias?

Como tendencias veo la generación de vinos respetuosos con el medio ambiente, más frescos, más frutados, pero sin perder la complejidad y elegancia que han tenido históricamente los vinos argentinos.

¿Qué puede ser una moda actualmente?

No sé, hay que tomar todo con pinzas, obviamente. Pero creo que algunas formas de vinificación y conceptos pueden ser más efímeros, como los vinos naranjos. Es un nicho que por ahí pasa. Llevo 16 años haciendo vinos y he visto pasar muchas cosas. Pero veo cosas que pueden llegar para quedarse como los vinos sustentables y hay que estar preparadas para eso.

¿Los varietales también se ponen de moda o hay tendencias?

Con el tema de los varietales yo veo que la cosa es más estable. Vamos a ser malbec-dependientes siempre porque tenemos muchas hectáreas más en comparación a otros varietales. Yo creo que hay que diferenciar lo que pasa a nivel nacional con lo internacional con Argentina. El consumidor local es más proclive a probar nuevos varietales. Pero a nivel internacional, pasar del Malbec al Cabernet Franc, por ejemplo, es más complejo.

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¿Cuáles son esos varietales que pueden crecer?

Creo que cada vez más tenemos excelentes Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc. Este último puede ser un gran compañero de Malbec, pero nunca va a superarlo. Hablando de blancos, tenemos excelentes Chardonnay, Sauvignon Blanc y Semillón también. Tenemos que encontrarle compañeros al Malbec.

¿Cómo se sorprende al consumidor?

Al consumidor local se lo sorprende con nuevas variedades, nuevos terroirs. Pero creo que también está muy abierto a lo tradicional. Le gustan las bodegas tradicionales, que mantienen sus orígenes. Innovar permanentemente es muy difícil en Argentina. A mi me gusta mucho una frase que me dijo un enólogo que dice que innovar es mantener la calidad a través del tiempo.

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¿Las nuevas líneas permiten innovar sin tocar la tradición?

Exacto. Lo que nosotros hemos hecho es tener una línea de innovación en la que hemos podido plasmar, por ejemplo, un white Malbec, un Ancellotta, un Malbec orgánico, entre otros. Allí hay libertad enológica, pero sin incomodar la esencia de la bodega.

¿Cuáles son los varietales que más te gustan?

En tintos el Cabernet Franc y Merlot son mis favoritos. En blanco el Sauvignon Blanc y Semillón.