Un informe sobre el consumo de bebidas destaca que el vino no está siendo el más elegido durante el periodo y que ganan espacio otras opciones.
Los estudios de mercado están siempre actualizados, debido a que muchas empresas se basan en estos para poder hacer mejores o nuevos productos. Así es que según el informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES) el consumo de vino tuvo una caída del 13,6% en el primer trimestre de 2023, respecto de igual período de 2022. En los primeros tres meses del año se registró un consumo total de 1,6 millones de hectolitros, lo que significa un de las menores ventas en los últimos 25 años.
Las predicciones del consumo total de bebidas señalaban una meseta en 2023, teniendo en cuenta el estancamiento del consumo masivo previsto para el año. “Tras crecer durante dos años consecutivos (en 2021 recuperó lo perdido en 2020 por la pandemia), prevemos que el consumo de bebidas se estancará en 2023, aunque con desempeños variados entre segmentos”, señaló IES.
¿A qué se debe la baja en el consumo?
Según la consultora, en el caso del vino, la escasez de oferta primaria de uva por una vendimia afectada por heladas tardías y granizo, y la baja rentabilidad hacen prever un escenario sumamente complejo para el resto del año. Al tener una difícil vendimia durante 2022, donde la cosecha cayó 12,9% y la producción esperada para este año es la más baja en 30 cosechas, hay poca materia prima para usarse. En total hubo una contracción del 20,7% lo que equivale a más de 15 millones de quintales.
La contracción en la elaboración de vinos del 18,3% provocó que en el primer trimestre de este año, la producción total de bebidas cayera 6,2% respecto de 2022, mientras que la producción de bebidas gaseosas, cervezas y bebidas espirituosas no tuvo variación respecto del primer trimestre de ese año.
Uno de los ítems del informe destaca que en este trimestre las ventas de bebidas sin alcohol tuvieron el mayor volumen de los últimos siete años. El consumo interno de bebidas sin alcohol (gaseosas, aguas y jugos) creció 3,3% respecto al año previo, con un total aproximado de 9,9 millones de hectolitros vendidos, con un ralentizamiento respecto al ritmo de crecimiento de 2021 y 2022.
Otra de las bebidas afectadas en consumo fue la cerveza, la cual tuvo un descenso del 0.3% en ventas internas en el primer trimestre de 2023. Al totalizar 6,6 millones de hectolitros; en los últimos 10 años, las ventas de cervezas industriales mantuvieron un nivel estable.